Azúcar alta: ¿cómo puedo bajarla de forma natural?
Un nivel de glucosa en sangre por encima de 300 mg/dL puede ser motivo de preocupación
Nuestra alimentación juega un papel crucial en el control de los niveles de azúcar en sangre. La mayoría de los alimentos se transforman en glucosa, nuestra principal fuente de energía. Un consumo excesivo puede generar problemas de salud.
Para evitarlo, es recomendable seguir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y baja en azúcares añadidos, además de mantener un peso saludable y realizar actividad física regular.
¿Qué hábitos tengo que mantener?
Una alimentación saludable y equilibrada es fundamental. Prioriza alimentos integrales como frutas, verduras, granos enteros, legumbres y proteínas magras. Estos alimentos liberan la energía de forma gradual, evitando picos bruscos de azúcar en sangre. Limita el consumo de azúcares añadidos y carbohidratos refinados, ya que estos se digieren rápidamente y elevan los niveles de glucosa con facilidad.
La actividad física es otro pilar fundamental para controlar la glucemia. El ejercicio ayuda a que las células utilicen la glucosa como energía de manera más eficiente. Además, contribuye a perder peso, lo cual mejora la sensibilidad a la insulina. Es recomendable realizar ejercicio de forma regular y variada, incluyendo tanto actividades aeróbicas como de fuerza.
Mantener un peso saludable, reducir el estrés a través de técnicas de relajación como la meditación o el yoga, y dormir lo suficiente son aspectos clave. El estrés y la falta de sueño pueden alterar el equilibrio hormonal y afectar la regulación del azúcar en sangre.
La fibra es un aliado valioso en la gestión de la glucemia. Los alimentos ricos en fibra, como las frutas, verduras, granos enteros y legumbres, ralentizan la absorción de los azúcares y ayudan a mantener los niveles de glucosa estables. Además, la fibra promueve la sensación de saciedad y contribuye a un peso saludable.
Síntomas de la hiperglucemia
Los síntomas de la hiperglucemia pueden variar de una persona a otra y pueden incluir:
- Sed excesiva
- Micción frecuente
- Visión borrosa
- Cansancio
- Pérdida de peso
- Heridas que tardan en sanar
- Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies
¿Qué nivel alto de azúcar en sangre es peligroso?
Puede ser peligroso cuando alcanza niveles muy elevados. Aunque los rangos exactos pueden variar ligeramente entre diferentes personas y según las guías médicas, generalmente se considera que un nivel de glucosa en sangre por encima de 300 mg/dL (miligramos por decilitro) es motivo de preocupación y puede requerir atención médica inmediata.
¿Por qué es peligroso?
Cuando los niveles de glucosa en sangre son extremadamente altos, pueden ocurrir diversas complicaciones graves, entre ellas:
- Cetoacidosis diabética (CAD): esta es una complicación grave de la diabetes tipo 1 y, en ocasiones, de la tipo 2 no controlada. Ocurre cuando el cuerpo comienza a descomponer la grasa a un ritmo acelerado para obtener energía, produciendo sustancias llamadas cetonas que pueden acumularse en la sangre y hacerla ácida. Los síntomas de la CAD incluyen náuseas, vómitos, dolor abdominal, respiración rápida y profunda, confusión y somnolencia.
- Deshidratación severa: los niveles altos de glucosa en sangre pueden provocar una pérdida excesiva de líquidos a través de la orina, lo que lleva a la deshidratación.
- Daño a los nervios: los nervios pueden dañarse por la exposición prolongada a niveles altos de glucosa, lo que puede causar entumecimiento, hormigueo y dolor.
- Problemas renales: al tratar de filtrar el exceso de glucosa de la sangre.
- Problemas oculares: los altos niveles de glucosa pueden dañar los vasos sanguíneos de los ojos y aumentar el riesgo de desarrollar retinopatía diabética.
- Pérdida de conciencia y coma: en casos extremos, los niveles muy altos de glucosa pueden causar confusión, pérdida de conciencia y coma.