¿Para qué sirve el suero oral y por qué es importante para los virus estomacales?
En situaciones de malestar, mantener el equilibrio adecuado en el cuerpo se convierte en un desafío fundamental

Farmacia | Canva
La deshidratación, derivada de afecciones como diarrea, vómito o sudoración excesiva, puede representar un riesgo grave para la salud, incluso comprometiendo la vida. Ante estos desafíos, el suero oral se presenta como una solución efectiva, fácil de usar y accesible.
Todo sobre el suero oral
El suero oral es una mezcla de agua, glucosa y electrolitos como sodio, potasio y cloro. Su objetivo principal es reponer los líquidos y minerales perdidos durante episodios de deshidratación leve o moderada.
La deshidratación puede originarse por diversas causas, como enfermedades diarreicas, vómitos excesivos, fiebre, sudoración excesiva, quemaduras, insolación o aumento de la micción.
En estos casos, el suero oral no solo hidrata, sino que también restablece el equilibrio electrolítico del cuerpo, fundamental para el funcionamiento celular, muscular y nervioso.
¿Cuáles son sus beneficios?
- Prevención y tratamiento de la deshidratación: reemplaza líquidos y minerales de forma efectiva.
- Accesibilidad y facilidad de uso: disponible en farmacias y fácil de preparar en casa.
- Versatilidad: adecuado para todas las edades, desde bebés hasta ancianos, con ciertas consideraciones.
- Prevención de complicaciones graves: evita problemas asociados con la deshidratación, como fallos renales, cardiovasculares y neurológicos.
¿Cuándo y cómo usar el suero oral?
- Enfermedades diarreicas y vómitos: es crucial para evitar la pérdida severa de líquidos. Se recomienda su administración en pequeñas cantidades cada 15-20 minutos para evitar náuseas.
- Deshidratación por sudoración o insolación: ayuda a restablecer los electrolitos perdidos durante actividades físicas intensas o exposición prolongada al calor.
- Grupos vulnerables: niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas son más propensos a deshidratarse y deben recibir atención especial.
¿Cuándo evitar el suero oral?
El suero oral no está indicado en casos de:
- Alteraciones en el nivel de conciencia.
- Incapacidad para deglutir o tolerar vía oral.
- Obstrucción o perforación intestinal.
- Hipersensibilidad a sus componentes.
- Patologías específicas como insuficiencia renal o cardíaca.
¿Cómo hacer suero casero?
Hacer suero casero es sencillo y efectivo en situaciones de emergencia donde no se dispone de suero oral comercial. Esta solución ayuda a prevenir y tratar la deshidratación leve o moderada.

Ingredientes que necesitas:
- 1 litro de agua potable (hervida y enfriada, si no es de una fuente segura).
- 6 cucharaditas rasas de azúcar (aproximadamente 25 gramos).
- 1/2 cucharadita rasa de sal (aproximadamente 2.5 gramos).
¿Cómo hacerlo?
- Esteriliza los utensilios: Lava bien el recipiente y los utensilios que usarás para garantizar la higiene.
- Mezcla los ingredientes:
- En un recipiente limpio, vierte el litro de agua potable.
- Añade las 6 cucharaditas de azúcar y la 1/2 cucharadita de sal.
- Revuelve bien la mezcla hasta que ambos ingredientes se disuelvan completamente.
- Comprueba la solución:
- Prueba un poco con una cuchara limpia; debe tener un sabor ligeramente salado, pero no excesivo.
- Si está demasiado salado o dulce, desecha la mezcla y vuelve a prepararla, ya que una solución mal equilibrada puede ser perjudicial.
¿Cómo utilizar el suero de forma segura?
Utilizar el suero oral de manera adecuada es clave para maximizar sus beneficios y garantizar la recuperación segura del paciente.
- Administración en cantidades pequeñas y frecuentes: es importante ofrecer el suero de forma pausada, especialmente en niños pequeños o personas con náuseas, para evitar que provoque vómitos.
- Adaptación a las necesidades del paciente: en casos de diarrea severa o vómitos continuos, es fundamental ajustar la cantidad según las pérdidas de líquidos.
- Almacenamiento seguro del suero oral: una vez preparado o abierto, el suero debe mantenerse en un recipiente limpio y refrigerado. Consume la solución dentro de las primeras 24 horas para evitar la proliferación de bacterias o contaminantes.
- Uso complementario de agua potable: aunque el suero oral es esencial para reponer electrolitos y líquidos, también es importante ofrecer agua potable a lo largo del día para mantener una hidratación equilibrada, especialmente en niños y personas mayores.
- Evita el consumo rápido o excesivo: ingerir grandes cantidades de suero de manera rápida puede provocar molestias como náuseas, vómitos o una sobrecarga de sales en el organismo, conocida como hipernatremia.