El amor hay que lucharlo: la visión de Marian Rojas sobre el compromiso en las relaciones
Las parejas atraviesan distintas etapas y desafíos, pero el verdadero amor se construye día a día

Marian Rojas | @marianrojasestape
El amor es una de las experiencias más intensas y transformadoras de la vida, pero, ¿qué sucede cuando surgen dificultades? ¿Debe lucharse siempre por una relación? Según la psiquiatra y autora Marian Rojas, la respuesta es clara: el amor requiere compromiso y esfuerzo constante para mantenerse vivo a lo largo del tiempo.
El compromiso: clave para superar las dificultades
Marian Rojas explica que, cuando dos personas se conocen, se enamoran y deciden construir un proyecto juntos, es fundamental luchar por esa relación, especialmente cuando aparecen dificultades. “Ante la duda, se lucha siempre”, afirma.
Sin embargo, matiza que hay una diferencia entre esforzarse por mantener viva la relación y perder completamente la ilusión. En este sentido, destaca que cuando ya existe un compromiso formal, como el matrimonio o la formación de una familia con hijos, la responsabilidad de luchar por la relación se vuelve aún mayor.
El amor después de los hijos: un reto a superar
Uno de los momentos en los que muchas parejas sienten que su relación cambia es después del nacimiento de los hijos. “Mucha gente viene y me dice: “Marian, ya no siento lo mismo desde que hemos tenido a los niños, comenta la experta.
Sin embargo, ella subraya que esto no debe ser motivo para rendirse, sino una razón más para esforzarse. “Eso se lucha, porque ante todo en esta vida hay que luchar por lo que hubo, hay que luchar por ese compromiso. Porque uno se compromete y el compromiso es luchar cuando me gusta y cuando me gusta menos, cuando me cuesta”, explica Rojas.
Las relaciones humanas y la constancia emocional
Rojas hace una analogía entre las relaciones amorosas y otros vínculos importantes en la vida, como la familia o la amistad. “Todas las relaciones humanas –amigos, hermanos, padres, pareja, marido, mujer– tienen altibajos. Y si nuestro compromiso depende solo de un sentimiento, estamos en problemas”, sostiene.
A modo de ejemplo, menciona que una persona puede adorar a su madre un día y, al siguiente, sentirse molesta con ella, pero ese amor sigue ahí y la relación se mantiene firme.
Lo mismo ocurre en las relaciones de pareja: los sentimientos son importantes, pero también es necesario saber gestionarlos y ponerlos en su lugar cuando sea necesario.
¿Cuándo se debe luchar por el amor?
No todas las relaciones deben mantenerse a toda costa, y Marian Rojas lo deja claro al diferenciar entre una etapa inicial de conocimiento y un compromiso consolidado.
Durante los primeros meses de una relación, es natural que ambas personas exploren su compatibilidad, valores y objetivos de vida. En esta fase, no hay una obligación de aferrarse a algo que no fluye de manera natural, ya que el enamoramiento inicial puede desvanecerse y dar paso a la realidad de la convivencia y las diferencias personales.
Sin embargo, cuando la relación ha madurado y existe un vínculo sólido basado en la confianza y en planes compartidos a futuro, el compromiso cobra un papel fundamental.
Rojas enfatiza que, en estos casos, el amor se construye con esfuerzo y dedicación. “Si llevamos ocho meses y no es, pues no es. Pero si llevamos tres años, puede haber planes de futuro y creo que es la persona con la que quiero estar, entonces ya me comprometo. Y eso se lucha, porque las cosas funcionan cuando se luchan”, explica.
La clave, según la experta, está en reconocer cuándo vale la pena luchar y cuándo es mejor aceptar que una relación no tiene futuro.
El amor duradero no es solo cuestión de sentimientos efímeros, sino de decisiones conscientes que implican enfrentar desafíos juntos, aprender a superar momentos difíciles y apostar por la relación, incluso cuando la rutina o las dificultades parecen desdibujar la pasión inicial.