Magdalena Salamanca, psicoanalista: «No sanar tu pasado y querer prosperar en una relación es un error»
El amor es, sin duda, un tema complejo, y se vuelven aún más complicado cuando hay una crisis existencial individual

Una pareja en crisis | Canva
El proceso de sanación personal es un tema que ocupa un lugar central en el ámbito de la psicología y las relaciones humanas. ¿Es necesario primero sanar individualmente antes de compartir la vida con alguien más? THE OBJECTIVE se pone en contacto con Magdalena Salamanca, psicoanalista del Grupo Cero, para ofrecer una profunda reflexión al respecto.
¿Se puede llegar a sanar dentro de una relación de pareja?
Magdalena Salamanca señala que «no hay reglas generales que se puedan aplicar a todas las personas», pero hay algo que sí es claro: «Amar implica amarse en el sentido de cuidarse física y psíquicamente». La psicoanalista explica que trabajar en uno mismo es una forma de amar al otro, y sanar las heridas personales contribuye a una relación más saludable y amorosa. Sin embargo, subraya que a menudo proyectamos nuestras propias cuestiones no resueltas en la pareja, lo que puede afectar negativamente la relación.
Es importante entender que, aunque la relación pueda ser un espacio donde se logren avances en la sanación emocional, no es el otro quien nos sana. Salamanca explica que, en ocasiones, las relaciones pueden ser espacios donde las personas logran sanar, pero esto solo ocurre cuando «estoy dispuesto a sanarme para prolongar mi relación con esa persona«. La sanación es, por tanto, un proceso personal que se puede potenciar en el marco de una relación amorosa, pero nunca depende exclusivamente del otro.
El proceso de crecimiento personal
La psicoanalista también destaca la importancia del crecimiento personal, el cual debería comenzar desde etapas tempranas de la vida, como en la escuela primaria. «El crecimiento personal debería ser un trabajo posibilitado desde la escuela primaria, para ayudarnos en el proceso para ser pareja, pero también para ser hombre, mujer, hijo, padre, trabajador, amante, etc.», menciona Salamanca. La idea de que este trabajo comienza desde la infancia pone en evidencia cómo el bienestar personal no es solo un esfuerzo aislado, sino algo que se construye a lo largo de toda la vida y en múltiples facetas.
Además, Magdalena afirma que «si uno no está bien consigo mismo, difícilmente podrá estar bien con cualquier otro semejante, ya sea pareja, amigo o compañero». Es claro que el equilibrio entre el ser y el estar con los otros es fundamental. La relación con uno mismo es la base para las relaciones sociales, pero a su vez, estar bien con los demás también ayuda a mejorar el bienestar propio.
¿Se puede trabajar en uno mismo mientras se construye una relación?
Uno de los dilemas que suelen presentarse es si se puede trabajar en uno mismo mientras se construye una relación. Salamanca responde a esta cuestión señalando que «cualquier trabajo sobre uno mismo beneficia a las personas de alrededor, por tanto, a la relación de pareja también». La clave está en el proceso y en el momento específico de cada individuo. El trabajo personal no debe considerarse algo exclusivo del ámbito individual; por el contrario, tiene un impacto positivo en las relaciones que compartimos, incluida la pareja.
No obstante, Salamanca señala que «cada persona pasa por diferentes etapas de crecimiento y autoconocimiento. Dependiendo del momento de análisis y las circunstancias de la relación, es posible que las dos áreas, el trabajo individual y la vida en pareja, se vean afectadas, pero siempre existe la posibilidad de que ambas se complementen y crezcan simultáneamente».
Diferenciar el amor genuino de una necesidad personal
Otro aspecto crucial que resalta Salamanca es la diferencia entre un amor genuino y una necesidad de llenar un vacío emocional. Ella explica que el enamoramiento, ese estado de idealización que ocurre al principio de una relación, puede llevarnos a creer que estamos enamorados de alguien cuando, en realidad, estamos proyectando nuestras propias necesidades sobre esa persona. «Esto se ve algunas veces, cuando se produce el pasaje del enamoramiento al amor«, afirma la psicoanalista.

A medida que la relación evoluciona, y la idealización del otro comienza a desmoronarse, surge la oportunidad de evaluar si realmente se ama a esa persona o si, más bien, se está buscando cubrir una necesidad emocional o afectiva. «Muchas veces escuchamos decir: ‘Cómo ha cambiado; Ya no es la misma persona; No la reconozco’. Esto es por la caída de dichas atribuciones que uno mismo hace sobre el otro», explica.
Este es un momento clave en cualquier relación: discernir entre lo que es una verdadera conexión amorosa y lo que podría ser un apego o una necesidad de llenar vacíos emocionales.
La importancia de la salud mental en las relaciones
Finalmente, Salamanca es contundente al afirmar que «si uno no se soporta a sí mismo, difícilmente podremos soportar a nadie«. La relación con uno mismo es esencial para el éxito de cualquier relación interpersonal. La psicoanalista recomienda acudir a un profesional cuando los conflictos emocionales y psíquicos se vuelven difíciles de manejar. La terapia, especialmente el psicoanálisis, es una herramienta poderosa para resolver los problemas internos que pueden afectar a las relaciones, ayudando a las personas a tener una vida más equilibrada y satisfactoria, tanto consigo mismas como con los demás.