Estos son los síntomas de la insuficiencia renal, la enfermedad que sufre el Papa
Desde su ingreso hospitalario el pasado 14 de febrero, su evolución ha sido seguida con gran preocupación a nivel mundial

El papa Francisco. | Europa Press
El Papa Francisco, de 88 años, se encuentra en una situación de salud delicada debido a una neumonía bilateral y una insuficiencia renal leve. Ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero de 2025, su estado ha sido motivo de atención mundial.
Evolución de la salud del papa Francisco
Inicialmente, el papa Francisco fue hospitalizado por una bronquitis persistente. Sin embargo, su condición se complicó con el desarrollo de una neumonía bilateral, una infección que afecta a ambos pulmones y que puede causar dificultad respiratoria significativa. Este sábado, Francisco experimentó una crisis respiratoria que requirió la administración de oxígeno y transfusiones de sangre debido a anemia. A pesar de estas complicaciones, su estado ha mostrado una ligera mejoría; permanece consciente, participa en la misa desde su habitación y se comunica con los fieles. Actualmente, no está intubado y respira de forma autónoma con ayuda de cánulas nasales.

Además de los problemas respiratorios, los análisis de sangre recientes han revelado una insuficiencia renal inicial leve. Aunque esta condición está bajo control, añade complejidad al cuadro clínico del Pontífice. El pronóstico sigue siendo reservado debido a la naturaleza multifacética de su estado de salud y al tiempo necesario para que las terapias farmacológicas surtan efecto.
La otra enfermedad que padece el Papa
La insuficiencia renal se produce cuando los riñones pierden su capacidad para filtrar adecuadamente los desechos y el exceso de líquidos de la sangre. Esta condición puede ser aguda o crónica, y su progresión se clasifica en diferentes estadios:
- Estadio 1: daño renal con función normal (filtrado glomerular ≥90 ml/min).
- Estadio 2: daño renal con ligera disminución de la función (filtrado glomerular 60-89 ml/min).
- Estadio 3: disminución moderada de la función renal (filtrado glomerular 30-59 ml/min).
- Estadio 4: disminución severa de la función renal (filtrado glomerular 15-29 ml/min). En este estadio los pacientes suelen presentar síntomas como fatiga, retención de líquidos, calambres musculares y cambios en la micción. Es crucial en esta fase adoptar medidas para retrasar la progresión hacia el fallo renal completo.
- Estadio 5: fallo renal (filtrado glomerular <15 ml/min), etapa que generalmente requiere diálisis o trasplante renal.
Según HUFFPOST, en el caso del papa, los médicos han informado que presenta una insuficiencia renal leve, lo que indica que sus riñones han comenzado a perder parte de su función, aunque todavía pueden realizar su trabajo de manera limitada. Su estado requiere un monitoreo constante para evitar complicaciones y una posible progresión hacia estadios más avanzados de la enfermedad.

Alimentación adecuada para la insuficiencia renal
La alimentación desempeña un papel crucial en la gestión de la insuficiencia renal. Una dieta adecuada puede aliviar la carga sobre los riñones y ayudar a mantener un equilibrio óptimo de electrolitos y líquidos. A pesar de las complicaciones, los médicos informan que el Pontífice mantiene un buen estado de ánimo y se alimenta con normalidad. Aún asi algunas recomendaciones dietéticas para la insuficiencia renal según la revista Nefrología:
- Control de proteínas: reducir la ingesta de proteínas puede disminuir la producción de desechos nitrogenados, aliviando la carga renal.
- Reducción de sodio: limitar el consumo de sal ayuda a controlar la presión arterial y previene la retención de líquidos.
- Limitación de potasio y fósforo: regular la ingesta de estos minerales es esencial para evitar complicaciones como arritmias cardíacas y problemas óseos.
Qué alimentos no se deben comer
Para mantener una función renal óptima y prevenir complicaciones, ONsalus aconseja evitar los siguientes alimentos:
- Embutidos y carnes procesadas: altos en sodio y conservantes.
- Productos lácteos enteros: ricos en fósforo y potasio.
- Frutas y verduras con alto contenido en potasio: como aguacate, espinacas y tomates.
- Alimentos integrales: aunque saludables en otros contextos, contienen más potasio y fósforo que sus versiones refinadas.
- Comida rápida y snacks salados: elevado contenido de sodio.
Insuficiencia renal aguda vs. crónica
Según Stanford Medicine, la insuficiencia renal puede manifestarse de forma aguda o crónica:
- Insuficiencia renal aguda (IRA): aparece de manera súbita y es potencialmente reversible si se trata a tiempo. Puede ser causada por deshidratación severa, infecciones o medicamentos nefrotóxicos.
- Insuficiencia renal crónica (IRC): se desarrolla de forma gradual y es irreversible. Factores como la diabetes, hipertensión arterial y enfermedades autoinmunes pueden contribuir a su aparición.
¿Es dolorosa la insuficiencia renal?
En las etapas finales de la insuficiencia renal, los pacientes pueden experimentar una variedad de síntomas físicos y psicológicos que afectan significativamente su calidad de vida. Estos síntomas pueden incluir dolor, fatiga, náuseas y dificultades respiratorias, entre otros. El manejo adecuado del dolor y otros síntomas es esencial para proporcionar confort y mejorar la calidad de vida en esta fase. Los cuidados paliativos desempeñan un papel crucial en este contexto, enfocándose en aliviar el sufrimiento y abordar las necesidades físicas, emocionales y espirituales del paciente.