Los impactantes efectos del horario de verano en tu salud que nadie te ha contado
La decisión de cuestionarlo debe basarse en un análisis preciso y en soluciones que reduzcan estos riesgos

Horario de verano | Canva
Cada año, el cambio al horario de verano genera un debate sobre sus beneficios y perjuicios. Aunque se implementó originalmente con la intención de ahorrar energía y aprovechar mejor la luz solar, diversos estudios han revelado que esta práctica puede tener consecuencias negativas en la salud de la población.
Efectos cardiovasculares
Uno de los efectos más preocupantes del horario de verano es su impacto en la salud cardiovascular. Según diversos estudios médicos, en las semanas posteriores al ajuste horario se observa un incremento en la incidencia de infartos de miocardio, embolias cerebrales y arritmias cardíacas como la fibrilación auricular. Estos eventos pueden estar relacionados con el estrés que supone para el cuerpo la alteración del ritmo circadiano, afectando la regulación de la presión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular. Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine encontró que el riesgo de infarto aumenta hasta un 24% el lunes posterior al cambio de horario. La falta de sueño y el estrés provocado por la transición pueden ser factores desencadenantes, lo que resalta la necesidad de evaluar si los beneficios de esta práctica justifican los peligros para la salud pública.
Alteraciones en el sueño y salud mental
El impacto del horario de verano no se limita a la salud cardiovascular. Según Mauricio González, médico especializado en medicina interna, de emergencias y obesidad, que ejerce en Nueva York, también se ha demostrado que tiene efectos negativos en la calidad del sueño y en la salud mental. «El cuerpo humano sigue un ritmo circadiano natural que regula el sueño y otros procesos biológicos. Al modificar la hora de sueño, especialmente perdiendo una hora de descanso en primavera, muchas personas experimentan insomnio, fatiga y somnolencia diurna», explica González.
Esta privación de sueño afecta en particular a los adolescentes, cuyo ciclo circadiano es más sensible a los cambios horarios. Mauricio González advierte que «la falta de sueño en este grupo etario puede traducirse en un deterioro del rendimiento escolar, dificultades para concentrarse y un mayor riesgo de desarrollar ansiedad y depresión». Además, estudios han señalado una correlación entre el horario de verano y el aumento en el consumo de sustancias como alcohol y drogas. González enfatiza que «la alteración en los patrones de sueño y la fatiga crónica pueden llevar a un incremento en la impulsividad y la toma de decisiones arriesgadas, agravando problemas de salud mental en poblaciones vulnerables».

Aumentan los accidentes de coche
Otro de los riesgos asociados con el horario de verano es el aumento de los accidentes de tráfico. Mauricio González señala que «la privación de sueño y la somnolencia diurna afectan los tiempos de reacción y la concentración de los conductores, lo que puede traducirse en un mayor número de colisiones en las carreteras». Investigaciones realizadas en Estados Unidos han encontrado un incremento en la tasa de accidentes automovilísticos en las semanas posteriores al cambio de horario, evidenciando el impacto negativo de esta medida en la seguridad vial. Los peatones también se ven afectados, ya que el cambio de horario puede provocar desajustes en los horarios de actividad cotidiana, aumentando el riesgo de accidentes en las primeras horas de la mañana y en la noche. A pesar de los esfuerzos por concienciar a la población sobre estos peligros, el efecto del horario de verano en la seguridad vial sigue siendo una preocupación latente.
¿Existen beneficios reales?
Los defensores del horario de verano argumentan que esta medida permite reducir el consumo de energía al aprovechar más la luz solar durante la tarde. Sin embargo, Mauricio González aclara que «estudios recientes han puesto en duda este supuesto beneficio. Si bien es cierto que se puede reducir el uso de electricidad en iluminación, el aumento en el uso de sistemas de aire acondicionado y calefacción en algunos países compensa o incluso supera el ahorro energético esperado«. Otro argumento a favor es la reducción de la criminalidad, ya que la exposición a la luz solar durante más horas podría disuadir ciertos delitos. No obstante, González advierte que «los efectos de este fenómeno son difíciles de medir con precisión y dependen de múltiples factores adicionales, como las políticas de seguridad pública y las condiciones socioeconómicas de cada región».
Alternativas y reconsideración de la medida
A la luz de los efectos negativos del horario de verano en la salud y la seguridad, varios expertos han propuesto reconsiderar su implementación. Mauricio González destaca que «algunos países han optado por eliminar esta medida, mientras que otros han propuesto ajustes para mitigar sus efectos adversos». Entre las alternativas se encuentran la adopción de un horario fijo durante todo el año o una transición más gradual para reducir el impacto en el organismo.