La estrecha relación entre la endometriosis y la vitamina D
Estudios recientes corroboran un vínculo, evidenciando cómo interactúan y se afectan mutuamente

Aparato reproductor femenino | Canva
La endometriosis es una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, generando un impacto significativo en su calidad de vida. A lo largo de los años, diversas investigaciones han explorado los factores que podrían influir en su desarrollo y progresión, abriendo nuevas líneas de estudio en torno a posibles enfoques terapéuticos. Entre estos, un elemento en particular ha despertado un creciente interés dentro de la comunidad científica, sugiriendo un vínculo que podría ser clave para comprender mejor esta condición y su manejo.
Los síntomas de la endometriosis
La endometriosis es una condición en la que el tejido que normalmente recubre el interior del útero (endometrio) crece fuera de él, afectando principalmente a órganos pélvicos como los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis. En casos más raros, puede extenderse más allá de la región pélvica. Este tejido ectópico sigue respondiendo al ciclo menstrual, engrosándose, descomponiéndose y sangrando con cada ciclo. Sin embargo, al no tener una vía de salida, la sangre queda atrapada, lo que puede causar inflamación, formación de quistes, tejido cicatricial y adherencias, llevando a dolor y posibles problemas de fertilidad. Algunos de sus síntomas varían en intensidad y pueden incluir:
- Dismenorrea: dolor pélvico intenso durante la menstruación.
- Dolor pélvico crónico: dolor persistente en la región pélvica.
- Dispareunia: dolor durante o después de las relaciones sexuales.
- Trastornos intestinales o urinarios: diarrea, estreñimiento, dolor al defecar o al orinar, especialmente durante la menstruación.
- Sangrado menstrual abundante o irregular: periodos menstruales intensos o sangrado entre menstruaciones.
- Infertilidad: Dificultad para concebir.
Es importante destacar que la severidad de los síntomas no siempre se correlaciona con la extensión de la enfermedad; algunas mujeres con endometriosis avanzada pueden ser asintomáticas, mientras que otras con formas leves pueden experimentar síntomas debilitantes.
¿La vitamina D influye en el desarrollo de la endometriosis?
La vitamina D, conocida por su papel esencial en la salud ósea, ha despertado un creciente interés en la investigación médica debido a su influencia en diversas funciones biológicas más allá del metabolismo del calcio. Su impacto en el sistema inmunológico, la regulación de la inflamación y el equilibrio hormonal ha llevado a los científicos a estudiar su posible vínculo con distintas enfermedades, incluida la endometriosis.
Diversos estudios han explorado la posible relación entre la vitamina D y la endometriosis, una enfermedad que afecta a millones de mujeres en el mundo. La presencia del receptor de esta vitamina en distintos tejidos del cuerpo sugiere que juega un papel clave en funciones como la respuesta inmunitaria, la formación de vasos sanguíneos y el metabolismo celular. Las investigaciones señalan que niveles bajos de vitamina D en sangre podrían estar asociados con un mayor riesgo y gravedad de la endometriosis. De 20 estudios analizados, 11 investigaron la relación entre la concentración de esta vitamina y los síntomas de la enfermedad, mientras que seis evaluaron los efectos de su suplementación en pacientes con endometriosis. Ocho de estos estudios concluyeron que mujeres con niveles reducidos de vitamina D tenían mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad y presentaban síntomas más severos.
Sin embargo, no todas las investigaciones han encontrado un vínculo claro. Mientras algunos estudios confirmaron la relación entre bajos niveles de vitamina D y la endometriosis, otros hallaron concentraciones inesperadamente altas en pacientes con la enfermedad. Un estudio en particular observó que, aunque los niveles generales de vitamina D no variaban significativamente, la forma activa de esta sustancia sí aparecía elevada en mujeres con endometriosis, posiblemente debido a una mayor actividad enzimática en el tejido ovárico afectado. A pesar de los avances en este campo, los expertos coinciden en que aún falta evidencia definitiva. La posibilidad de que la suplementación con vitamina D ayude a reducir los síntomas o incluso prevenga la enfermedad es prometedora, pero se necesitan más estudios para confirmar su papel en futuras estrategias de tratamiento.
¿Afecta al peso corporal?
La relación entre la endometriosis y el peso corporal es compleja y aún no completamente comprendida. Algunos estudios sugieren que las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) bajo podrían tener un mayor riesgo de desarrollar endometriosis. Una posible explicación es que las mujeres con menor grasa corporal tienen niveles más bajos de estrógenos circulantes, lo que podría influir en la progresión de la enfermedad. Sin embargo, se requieren más investigaciones para establecer una relación causal clara.

¿Y a la fertilidad?
Un estudio publicado en la Revista Médica Clínica Las Condes confirma que la endometriosis puede afectar la fertilidad. Según la investigación, en pacientes con sospecha de esta enfermedad y problemas para concebir, es fundamental realizar una evaluación completa del estado reproductivo, lo que indica que la endometriosis influye en la capacidad de embarazo. El estudio señala que esta condición puede provocar alteraciones en la anatomía del aparato reproductor, como adherencias entre órganos o la presencia de quistes ováricos, lo que dificulta procesos clave como la ovulación, la fertilización y la implantación del embrión. Asimismo, destaca que, aunque las imágenes médicas han avanzado, el diagnóstico definitivo sigue dependiendo de la laparoscopía. Esto sugiere que en algunos casos la endometriosis puede pasar desapercibida y afectar la fertilidad sin ser detectada a tiempo.