Melasma en el labio superior: cómo evitarlo al depilar el vello del bigote
Esta hiperpigmentación preocupa a muchas mujeres por su impacto estético y la dificultad de tratarlo solo con productos

Melasma en el labio superior | Cedida
En el mundo de la cosmética y la dermatología, hay una preocupación estética que destaca especialmente entre las mujeres: el melasma en el labio superior. A diferencia de otras formas de hiperpigmentación, esta se presenta como una mancha difusa, marrón o grisácea, que se localiza justo sobre el labio, creando un efecto visual incómodo que muchas buscan eliminar. Pero ¿se puede realmente tratar con cosmética? ¿O se requiere algo más?
Por qué aparece en el labio superior
El melasma es una alteración de la pigmentación de la piel causada por una sobreproducción de melanina. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres, especialmente entre los 20 y 50 años, y afecta principalmente zonas expuestas al sol como mejillas, frente y, con especial notoriedad, el área del labio superior. Este tipo de hiperpigmentación suele estar influenciado por una combinación de factores: exposición solar, alteraciones hormonales, calor ambiental, predisposición genética e incluso métodos de depilación agresivos, como la cera o el láser.
¿Influye la depilación en su aparición?
Sí, y de forma más significativa de lo que solemos pensar. Aunque no todas las personas desarrollan melasma por depilarse el labio superior, los especialistas coinciden en que estos métodos pueden agravar el cuadro en pieles predispuestas. “Si no tienes manchas en otras zonas, pero sí en el bigote, es muy probable que la depilación haya sido un detonante”, subraya Sáenz. La piel inflamada y expuesta al sol justo después de depilarse puede convertirse en el escenario ideal para que los melanocitos —las células que producen melanina— se activen en exceso.

Tratamientos cosméticos: ¿qué funciona realmente?
Tratar el melasma no es tarea sencilla. No se trata solo de eliminar la mancha, sino de evitar su reaparición, un fenómeno muy habitual incluso después de meses de tratamiento. De ahí que los dermatólogos insistan en un enfoque multimodal. En cosmética, los activos despigmentantes más eficaces incluyen:
- Hidroquinona: potente agente blanqueador, aunque de uso controlado.
- Vitamina C: antioxidante que ilumina y regula la melanogénesis.
- Ácido tranexámico y kójico: ambos con alta capacidad para frenar la hiperpigmentación.
- Niacinamida: regula el tono y mejora la barrera cutánea.
- Alfa arbutina: alternativa vegetal con respaldo científico para aclarar manchas sin irritar.
También se puede recurrir a tratamientos en cabina como el microneedling, que favorece la penetración de activos, o peelings despigmentantes médicos.
El escudo imprescindible: la protección solar
“La clave está en la prevención. Sin protección solar adecuada, ningún cosmético despigmentante será efectivo”, advierte Filip Van, CEO de la firma natural Di Oleo. Van recomienda protectores físicos que contengan óxido de zinc, un mineral que bloquea eficazmente los rayos UV y calma la piel. Y va más allá: “No se trata solo del sol. El calor en sí —como el de secadores, saunas, calefactores o incluso el horno— también estimula el melasma. Por eso, debemos protegernos incluso en invierno”.
¿Se puede eliminar completamente?
La verdad es que no hay garantías de eliminación definitiva, pero sí de una notable mejoría si se combinan medidas adecuadas: protección solar rigurosa, cuidado cosmético constante, tratamientos dermatológicos personalizados y, sobre todo, paciencia. El “bigote de melasma” puede ser rebelde, pero no es invencible. La clave está en abordarlo desde un enfoque holístico, adaptado a cada piel y sus particularidades hormonales, genéticas y ambientales.