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¿Y si no es solo estrés? Cinco señales de ansiedad que los hombres siempre ingoran

Suele manifestarse de forma silenciosa y poco evidente, pero sus efectos son igual de profundos

¿Y si no es solo estrés? Cinco señales de ansiedad que los hombres siempre ingoran

Los hombres también sufren ansiedad | Freepik

Los términos «ansiedad» y «hombres» no suelen ir de la mano, pero eso no significa que no exista una conexión, más al contrario. Aunque es común escuchar que las mujeres tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con trastornos de ansiedad, los hombres no son inmunes. De hecho, los datos revelan una realidad preocupante: la ansiedad en hombres a menudo pasa desapercibida, mal diagnosticada o enmascarada detrás de comportamientos socialmente aceptables como la ira, el aislamiento o el abuso de sustancias.

En todo el mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente uno de cada ocho hombres experimenta un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida. En España, los datos del Ministerio de Sanidad muestran que aunque las tasas oficiales son más altas en mujeres, el 6,2% de los hombres mayores de 15 años reportan haber sido diagnosticados con ansiedad, aunque se sospecha que la cifra real es mayor debido a la infraexpresión emocional masculina y la menor búsqueda de ayuda profesional.

Cinco señales de ansiedad en los hombres

Al respecto, diversos estudios sugieren que esta disparidad no se debe a una menor prevalencia real, sino a factores culturales que disuaden a los hombres de expresar abiertamente sus emociones. Como explica la doctora Carmen McLean, investigadora de la Universidad de Stanford, «los hombres son socializados para mostrar autonomía, fortaleza y control, lo que dificulta que reconozcan o admitan sentimientos de vulnerabilidad como la ansiedad».

En este contexto, es fundamental identificar los síntomas específicos con los que se manifiesta la ansiedad en los hombres, pues suelen diferir de los estereotipos tradicionales asociados al trastorno. A continuación, indicamos cinco señales comunes de ansiedad masculina, recogidas de Men’s Health Uk.

Muchas veces no son conscientes de que tienen ansiedad. Freepik

1) Los hombres con ansiedad temen las citas y suelen ser solteros o divorciados

Los hombres con trastorno de ansiedad social son más propensos a tener miedo a las citas y suelen ser solteros, separados o divorciados, según un análisis de información de una encuesta de la Universidad de Columbia. «Se supone que los hombres deben tomar la iniciativa en las citas», explicó Stefan G. Hofmann, doctor y profesor de psicología en la Universidad de Boston, quien investiga la ansiedad. «Se espera que el hombre dé el primer paso. Eso los pone en una situación de rendimiento».

Además, algunas personas sufren por estar crónicamente solteras, y con razón, dijo al citado medio David Ezell, director clínico de Darien Wellness, una clínica de psicología en Connecticut: «Los hombres se benefician mucho del matrimonio. Tienen menos probabilidades de enfermarse. Tienen menos probabilidades de ser hospitalizados. Si están hospitalizados, sus estancias son más cortas. (…) Además, el matrimonio es un símbolo de estatus, un signo de ‘ser una persona madura’». Con tanto en riesgo, las citas y la soltería son fuentes importantes de estrés en los hombres con ansiedad.

2) Los hombres ansiosos pueden abusar del alcohol y las drogas

Según el mismo estudio de la Universidad de Columbia, los hombres beben y consumen drogas para aliviar la ansiedad con más frecuencia que las mujeres. Las investigaciones han demostrado sistemáticamente una relación entre el abuso de sustancias y los trastornos de salud mental, especialmente en los hombres .

«Buscan medicación», dijo Ezell, quien explica que una copa de alcohol se adecúa a la actitud de «puedo solucionarlo yo mismo», asociada a la masculinidad, ya que no requiere asistencia médica y puede parecer una forma socialmente aceptable de aliviar el estrés. Las personas que renuncian al tratamiento profesional pueden recurrir a las drogas o al consumo excesivo de alcohol para lidiar con la ansiedad, y esto puede ser una puerta de entrada a la adicción.

3) Pueden parecer enfadados o tener rabia e ira

En algunos hombres, la ansiedad puede manifestarse como rabia o ira. Mientras que las mujeres pueden buscar apoyo en amigos o profesionales de la salud mental, los hombres suelen dejar que sus sentimientos se acumulen hasta que llegan al límite, y entonces se abren las compuertas. «Como los hombres no expresan sus emociones, como la ansiedad no se expresa de forma sana, se producen estallidos de ira», dijo Ezell. «Creo que la ira se considera decisiva», añadió.

4) Los hombres con ansiedad tienen relaciones tensas o conflicticas

En otro estudio basado en datos de una encuesta de la Universidad de Columbia, los hombres tenían más probabilidades que las mujeres de experimentar tensiones en sus relaciones debido a la preocupación. Esto podría deberse a que las mujeres tienen más probabilidades de tener un círculo de amigos cercanos, mientras que los varones tienden a tener pocos confidentes que puedan brindarles apoyo durante la angustia emocional.

5) Se obsesionan con el estatus

Según los expertos mencionados, los hombres que padecen ansiedad suelen estar abrumados por conseguir estatus o por lograr aquello que no han logrado. De hecho, es algo que ocurre desde pequeños: «Los chicos suelen sentirse ansiosos por superar a sus compañeros. Si un amigo pasa el invierno en Aspen, el otro quiere pasar el invierno en los Alpes. Existe una presión particular por alcanzar y ascender en estatus que alimenta los trastornos de ansiedad en muchos varones».

Otros síntomas de ansiedad en varones

Además de los mencionados, hay otras señales que podemos tener en cuenta:

  • Tensión muscular persistente, especialmente en cuello, espalda o mandíbula.
  • Dolores de cabeza frecuentes: a menudo relacionados con el estrés acumulado.
  • Problemas digestivos, como náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable.
  • Palpitaciones o taquicardia incluso sin causa aparente.
  • Sudoración excesiva en situaciones que no justifican una respuesta física intensa.
  • Aislamiento social: dejar de responder mensajes, evitar encuentros o alejarse de amigos.
  • Insomnio o sueño interrumpido: dificultad para conciliar o mantener el sueño.
  • Impulsividad o conductas de riesgo: conducir agresivamente, apuestas, sexo impulsivo.
  • Hipercontrol: necesidad de controlar el entorno, el tiempo o a otras personas para sentirse seguro.
  • Irritabilidad o frustración constante que puede confundirse con mal carácter.
  • Miedo al fracaso o a decepcionar: muchas veces no expresado verbalmente.
  • Autocrítica excesiva: pensamientos constantes de insuficiencia o no estar “a la altura”.
  • Sensación de estar al límite constantemente, incluso en situaciones cotidianas.
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