Los beneficios transformadores de la lectura: más que un hábito, una necesidad
Este sencillo acto nos transforma, nos conecta con la historia, nos prepara para el presente y nos hace imaginar futuros posibles

Lectura | Canva pro
Desde que María Pombo se convirtió en tendencia por su viral vídeo sobre la lectura, el debate se ha extendido más allá de las redes sociales. En el clip, la influencer cuestionaba el hábito de leer, generando reacciones encontradas entre seguidores, críticos y amantes de los libros. Lo que parecía un comentario superficial se convirtió en un diálogo profundo: ¿leer es solo una elección personal o una necesidad para desarrollarnos como individuos y como sociedad? La conversación no se quedó en la polémica inicial, sino que abrió la puerta a reflexionar sobre el valor de la lectura en un mundo donde la información rápida y los contenidos efímeros dominan nuestras vidas.
A raíz de esta discusión, varios personajes públicos se sumaron a la conversación para defender la importancia de la lectura. Entre ellos destaca el diseñador Lorenzo Caprile, quien compartió en Instagram un post donde explicaba los múltiples beneficios de leer, y no son pocos. Con su intervención, Caprile no solo se posiciona a favor del hábito de leer, sino que recuerda que los libros son una herramienta poderosa para el desarrollo personal y profesional, capaz de transformar la manera en que pensamos, sentimos y nos relacionamos con el mundo que nos rodea.
Por qué leer no es una opción
La lectura no es solo un pasatiempo o un momento de ocio: es un ejercicio que moldea nuestra capacidad de pensar, comunicar e interpretar el mundo que nos rodea. A través de los libros, entrenamos la mente, desarrollamos la imaginación y adquirimos herramientas para analizar críticamente la información, algo imprescindible en la era de la sobrecarga de contenidos y las noticias fugaces. En un entorno dominado por mensajes rápidos, redes sociales y contenidos efímeros, dedicar tiempo a sumergirse en un libro se convierte en un acto casi revolucionario, un acto de resistencia frente a la superficialidad y la inmediatez. Y es que cada página leída es un paso hacia una mente más preparada, más consciente y más capaz de interpretar la complejidad del presente.
1. Leer fortalece la mente y la empatía
Estudios recientes muestran que leer activa distintas áreas del cerebro, mejorando la conectividad neuronal y potenciando la empatía. Quienes leen con frecuencia comprenden mejor las perspectivas ajenas, una habilidad esencial en sociedades cada vez más polarizadas.

2. Prevención del Alzheimer y memoria activa
La estimulación mental que proporciona la lectura puede retrasar la aparición de síntomas de Alzheimer, según la Universidad de Yale y la Asociación Internacional de Alzheimer. Leer en voz alta o debatir sobre libros fortalece la memoria activa y la concentración, habilidades útiles en cualquier ámbito de la vida.
3. Ortografía, elocuencia y comunicación efectiva
Exponerse a palabras y estructuras complejas mejora la gramática y el vocabulario. Caprile destaca que una persona culta y elocuente transmite seguridad y confianza, algo clave tanto en la vida profesional como personal.
4. La lectura como entrenamiento del pensamiento crítico
Leer no es solo recibir información: es interpretarla, compararla y cuestionarla. Este hábito permite tomar decisiones más fundamentadas y comprender mejor la historia y la actualidad.
5. Imaginación y creatividad sin límites
Cada libro es un universo que invita a explorar, imaginar y soñar. Esta capacidad no solo alimenta la creatividad artística, sino también la innovación en cualquier campo profesional.
María Pombo abrió la conversación, pero son muchos los que elevan al terreno de la conciencia social y el autocuidado intelectual. Leer deja de ser un lujo para convertirse en una herramienta esencial para construir sociedades más críticas, empáticas e imaginativas. Detenerse a leer en un mundo que corre tan rápido podría ser el acto más revolucionario de todos. Porque leer no solo nos transforma individualmente, sino que también nos conecta con la historia, nos prepara para el presente y nos permite soñar con futuros posibles.