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Cómo identificar y tratar la tendinitis de rodilla según María Galán Ortega

Con la orientación adecuada se logra una recuperación más rápida y la prevención se convierte en la clave para evitar recaídas

Cómo identificar y tratar la tendinitis de rodilla según María Galán Ortega

Tendinitis de rodilla | Canva pro

La tendinitis de rodilla es una de las lesiones más frecuentes, tanto en deportistas habituales, como en personas que llevan una vida sedentaria, tienen sobrepeso o incluso en quienes salen a correr de forma ocasional. Según María Galán Ortega, fisioterapeuta, esta dolencia no tiene una única causa, sino que es el resultado de múltiples factores que generan sobrecarga en el tendón rotuliano. Comprender qué la provoca, cómo reconocerla y cómo tratarla es clave para mantener la salud articular y prevenir complicaciones a largo plazo.

Las causas más comunes

La tendinitis rotuliana, conocida popularmente como “rodilla del saltador”, aparece cuando el tendón que conecta la rótula con la tibia sufre microlesiones debido a esfuerzos repetitivos. María Galán Ortega explica que la lesión no depende de un único factor: «Hablamos de un proceso multifactorial en el que intervienen tanto traumatismos directos como ejercicios de gran intensidad, actividades de impacto y alteraciones biomecánicas de la rodilla». Además, existen factores de riesgo que potencian la aparición de la tendinitis. Entre ellos se encuentran el sobrepeso, las lesiones previas, el sedentarismo y la mala alimentación. Todos estos elementos contribuyen a que el tendón soporte más carga de la que puede manejar, provocando inflamación, dolor y, en algunos casos, debilidad muscular.

María Galán Ortega, fisioterapeuta.

Cómo diferenciar la tendinitis de otras lesiones

Identificar correctamente la tendinitis es fundamental para aplicar el tratamiento adecuado. Galán indica que los síntomas más característicos incluyen dolor localizado justo debajo de la rótula, inflamación de la rodilla, debilidad en el cuádriceps y falta de movilidad. «Estos signos suelen aumentar durante o después de la actividad física», aclara. Para diferenciarla de otras lesiones articulares o musculares, es importante conocer el mecanismo causal. Por ejemplo, si el paciente ha retomado el ejercicio tras un tiempo de inactividad, ha realizado saltos repetitivos o ha recibido un golpe directo en la zona, es muy probable que se trate de una tendinopatía rotuliana, añade la experta. La relación entre la actividad realizada y la aparición del dolor es un indicador clave para el diagnóstico.

Tratamientos efectivos para aliviar el dolor

El abordaje de la tendinitis debe ser integral, combinando terapia activa y pasiva. Entre los tratamientos más recomendados, el ejercicio activo es fundamental, especialmente el excéntrico, que fortalece los músculos que rodean la rodilla como cuádriceps, isquiotibiales y glúteos. Galán subraya que «estos músculos no solo favorecen la recuperación, sino que también estabilizan la articulación, disminuyendo la sobrecarga sobre el tendón». Además de la actividad física controlada, existen terapias pasivas que ayudan a reducir el dolor y la inflamación. La hipertermia, que consiste en la aplicación de calor localizado, y el vendaje funcional son dos de las técnicas más utilizadas. Estas intervenciones proporcionan alivio y facilitan que el paciente pueda realizar los ejercicios de fortalecimiento sin dolor.

La prevención, clave para cuidar los tendones

Evitar la tendinitis no depende solo del tratamiento, sino también de la prevención. María Galán Ortega recalca que mantener un estilo de vida activo, controlar el peso y fortalecer la musculatura que rodea la rodilla son pilares fundamentales. «Una buena técnica al realizar los ejercicios, la progresión adecuada de la carga y la constancia en el entrenamiento protegen los tendones y reducen el riesgo de recaídas», explica. Incorporar hábitos saludables como la alimentación equilibrada y evitar el sedentarismo contribuye a mantener la rodilla en condiciones óptimas. La prevención no solo reduce la aparición de la tendinitis, sino que también protege frente a otras patologías articulares y musculares.

Contar con la guía de un especialista en fisioterapia es esencial para asegurar una recuperación rápida y segura. Galán recomienda acudir al profesional ante los primeros síntomas, para evitar que la lesión se cronifique y genere complicaciones futuras. Además, un fisioterapeuta puede diseñar un plan de ejercicios personalizado que se adapte a la condición física del paciente y a sus necesidades específicas.

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