Electrodomésticos: lo que nadie te cuenta para que consuman mucho menos en invierno
Te contamos los trucos clave para que tus electrodomésticos consuman menos cuando baja la temperatura

Cómo hacer que los electrodomésticos consuman menos en invierno | Freepik
Cuando el frío llega, el uso de la energía en casa puede dispararse sin que nos demos cuenta. Un hogar poco preparado puede incrementar su gasto hasta un 30%, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA). En esta época del año no solo ajustamos la calefacción o sacamos la ropa de abrigo: los electrodomésticos también necesitan atención para ofrecer su mejor rendimiento.
1. Prepara tu frigorífico para el frío
En invierno, la temperatura del hogar ayuda a que el frigorífico trabaje con menos esfuerzo, así que es un buen momento para revisar su configuración. Mantenerlo entre 4 °C y 5 °C —y el congelador alrededor de –18 °C— garantiza la conservación adecuada de los alimentos sin un gasto innecesario. «También conviene reorganizar el interior: dejar espacio entre los productos favorece la circulación del aire», detallan los expertos de Whirlpool, referente en innovación doméstica.
2. Revisa filtros y conductos de la calefacción o aire acondicionado
Si utilizas equipos de aire acondicionado con modo calefacción o bombas de calor, una limpieza previa al invierno es imprescindible. Quitar el polvo de los filtros y revisar los conductos mejora el flujo de aire y evita sobreesfuerzos del sistema. Además, fijar la temperatura en 21 °C suele ser suficiente para mantener una sensación agradable. De hecho, la IEA indica que reducir solo un grado en la temperatura media del hogar puede disminuir el consumo alrededor de un 7 %. Un pequeño ajuste con un gran impacto.

3. Programa lavadora, secadora y lavavajillas en horas valle
Otra forma de ahorrar es utilizar los electrodomésticos en franjas horarias más económicas. Lavar o secar en horas valle puede traducirse en un ahorro del 20–30% en la factura. De 00:00 a 08:00 horas de lunes a viernes y los fines de semana son considerados periodos valle.
4. Mantenimiento regular para evitar problemas
Antes de que el clima se vuelva aún más frío, conviene revisar rejillas, juntas y filtros, además de asegurarse de que cada aparato está correctamente nivelado y libre de humedad. Estas tareas de mantenimiento preventivo reducen averías, mejoran el rendimiento y contribuyen a un consumo más bajo. El resultado es un ambiente más cómodo, silencioso y ordenado durante toda la temporada invernal.
5. Usa correctamente la función ECO
Muchos electrodomésticos cuentan con programas ECO diseñados para reducir el consumo energético sin renunciar a buenos resultados. Aunque estos ciclos suelen durar más tiempo, utilizan menos agua y menos electricidad. Activarlos en lavavajillas, lavadoras o secadoras puede suponer un ahorro significativo a lo largo de todo el invierno, cuando su uso es más frecuente.

6. Evita cargas pequeñas en invierno
Con el frío, tendemos a usar la lavadora, la secadora y el lavavajillas más a menudo, pero ponerlos medio vacíos dispara el consumo. Es preferible esperar a tener una carga completa para aprovechar al máximo cada ciclo. Además, algunos electrodomésticos permiten detectar la cantidad de ropa o vajilla y ajustar automáticamente el gasto, lo que mejora la eficiencia incluso cuando no queda más remedio que hacer una carga parcial.
7. Saca partido a la deshumidificación
En invierno aumenta la humedad en el hogar, lo que afecta tanto al confort como al rendimiento de los electrodomésticos. Utilizar la función de deshumidificación en equipos de aire acondicionado o bombas de calor ayuda a mantener un ambiente más seco, evitando que la calefacción trabaje de más y reduciendo el riesgo de aparición de moho. También evita que la ropa tarde demasiado en secarse dentro de casa, disminuyendo el uso de la secadora.
8. Aísla bien las zonas donde están los electrodomésticos
Un buen aislamiento no solo mejora la eficiencia térmica del hogar, sino que también ayuda a que los electrodomésticos funcionen en mejores condiciones. Evitar corrientes de aire en la cocina, tapar rendijas en puertas y ventanas o evitar que el frigorífico reciba directamente el frío exterior mantiene la temperatura estable y evita sobreesfuerzos.
9. Ajusta la calefacción del agua
En invierno tendemos a subir la temperatura del calentador, pero hacerlo en exceso puede disparar el gasto energético. Mantener el agua caliente entre 50 °C y 55 °C es suficiente para un uso confortable y seguro. Además, reduce el desgaste del calentador y evita la acumulación innecesaria de cal en la resistencia.

10. Aprovecha el calor residual de cocina y horno
Tras cocinar, dejar la puerta del horno entreabierta cuando ya está apagado permite aprovechar el calor para calentar la cocina sin gasto extra. De forma similar, tapar las ollas o sartenes mientras se cocina acelera el proceso y reduce el tiempo de uso de la vitrocerámica.
11. Comprueba que no haya modo ‘stand-by’ oculto
Muchos dispositivos siguen consumiendo energía incluso cuando parecen apagados. Revisar que televisores, asistentes inteligentes, consolas o equipos de sonido no queden en modo stand-by puede evitar un consumo fantasma que, en invierno, se acumula más por la mayor presencia en casa.
