Efecto 'sunkissed': la técnica de maquillaje para mantener un aspecto bronceado en otoño

El verano ha llegado a su fin y una de las cosas que más vamos a echar de menos es poder presumir de piel bronceada. Existen muchos trucos para alargar los efectos del sol en nuestra piel y uno de ellos es el maquillaje. Este anhelo por mantener el rostro moreno ha producido que el efecto sunkissed sea tendencia dentro del sector.

El maquillaje sunkissed es una técnica que busca simular el rubor dorado y suave que deja el sol después de una jornada al aire libre. Es un resultado natural, ligero y modulable al tono que queramos conseguir que trabaja en el conjunto del rostro y, en especial, en zonas estratégicas como los párpados. Una buena alternativa a cosméticos autobronceadores o a sesiones de rayos ultravioletas.

La piel refleja un ligero bronceado que resulta de lo más natural y se convertirá en el nuevo estilo favorito para los primeros días del otoño. Si quieres saber cómo llevara a cabo el maquillaje sunkissed y qué productos son necesarios, desde THE OBJECTIVE contamos con expertos en make up para que nos cuenten todos los pasos, trucos y secretos.

Primera fase: una piel cuidada

Uno de los maquilladores más famosos en la actualidad es Mario Dedivanovic, más conocido como Make Up by Mario. Es uno de los perfiles más influyentes ya que por sus manos pasan celebrities como las hermanas Kardashian. Él es uno de los grandes defensores del sunkissed y ha formulado una rutina de seis pasos para lograr ese efecto bronceado y natural que resulta favorecedor a todos los rasgos faciales.

El maquillador ha escogido una serie de productos específicos con los que seguir esta rutina: gotas bronceadoras, polvo bronceador, colorete, iluminador y gloss. Aunque pueden ser elementos habituales que quizás ya estés utilizando, el secreto consiste en saber utilizarlos en determinadas zonas de la cara y sobre una piel bien hidratada.

Lograr el efecto sunkissed comenzaría con el uso de una base translúcida que aporte luminosidad sin ocultar la textura real del rostro. A continuación, hay que utilizar un sérum bronceador. Este cosmético que mezcla maquillaje y tratamiento proporcionará un tono dorado natural con un acabado imperceptible.

El sérum bronceador se debe colocar en tres lugares estratégicos del rostro: mejillas, sienes y nariz. Es en estas zonas donde el sol incidiría de manera natural. Para conseguir un resultado más etéreo y homogéneo se pueden mezclar las gotas del sérum con la crema hidratante habitual.

El siguiente paso consiste en usar unos polvos aterciopelados que aporten el efecto bronceado y que permitan modular la intensidad. Este producto también hay que aplicarlo en algunas áreas como son la línea del cabello, los pómulos, la mandíbula y los párpados. Este paso aporta dimensión al rostro sin perder un ápice de naturalidad porque se busca evitar un acabado plano. Trabaja de menos a más hasta alcanzar el punto deseado.

Segunda fase: redefinir el rostro

Una de las claves para conseguir un buen maquillaje sunkissed es definir los volúmenes pero sin que los contornos estén muy marcados, como era tendencia en otras temporadas. Este estilo apuesta por un estilo más fino por lo que el experto recomienda llevarlo a cabo con una barra de maquillaje.

Este producto cremoso permite redefinir el rostro aplicándolo en determinados puntos del rostro. Estas zonas son los laterales de la nariz, a lo largo de la línea de cabello y bajo los pómulos. Una vez aplicado, se difumina a través de movimientos suaves. El objetivo no es marcar líneas sino crear sombras sutiles.

Le llega después el turno al rubor. Lo vamos a conseguir con el colorete que aportará frescura y vitalidad. El maquillador recomienda tonos como el coral porque es un color perfecto para recrear ese rubor veraniego. Aplica el colorete desde la mejilla hasta la sien para conseguir un efecto rejuvenecedor instantáneo. El rubor también tiene el objetivo de potenciar la luminosidad del resultado final sin tener que recurrir a productos que sean muy brillantes.

Tercera fase: toques de luz y labial

Conseguir un brillo natural es la guinda de un buen sunkissed. Para lograrlo, prescindiremos de los iluminadores con partículas nacaradas. Este maquillaje va a preferir productos con acabados satinados y texturas sedosas que se parezcan a la luz natural. Estos iluminadores se utilizan en los puntos altos del rostro como son los pómulos, el arco de la ceja, el puente de la nariz y el arco de Cúpido. El objetivo es atraer la luz pero sin llegar a un resultado artificial. Lo bueno de estas propuestas es que su textura se integra con la piel, ofreciendo un resplandor sutil.

El paso final para conseguir un maquillaje que simule el toque de los rayos solares se centra en los labios. Lo mejor es escoger un labial que tenga una fórmula enriquecida porque así lograremos en un solo acto aportar color y cuidados. Este tipo de labiales configuran un volumen muy natural. En cuanto al tono, escoge un acabado satinado y que no sea muy excesivo para mantener ese halo natural en el maquillaje.

Cuarta fase: ojo a la mirada

Aunque el efecto sunkissed trabaja sobre todo la piel, eso no significa que nos olvidemos de otros aspectos del maquillaje como la mirada. Según el maquillador Adrián Rux, embajador de L’Oréal Paris, «el rubor cálido y los tonos bronce se trasladan a los párpados para completar un maquillaje monocromático, luminoso y fácil de llevar».

El experto recomienda sombras en formato lápiz de alta pigmentación. Es bueno elegir una propuesta que tenga una textura cremosa que se difumin fácilmente porque te permitirá conseguir un resultado perfecto en cuestión de segundos que durará toda la jornada.  Escoge tonalidades tierra o metalizados como el cobre o el dorado. Este tipo de tonos aportan calidez a la mirada y se recomienda aplicarlos en todo el párpado móvil y difuminar ligeramente hacia la cuenca para lograr una suave transición. Es lo lógico ya que es en estas zonas del ojo donde el sol impactaría de manera natural.

Una de las grandes ventajas del sunkissed es que es versátil y favorece a todos los tonos de piel y colores de ojos. «Los marrones cálidos combinan con cualquier fisonomía. Podemos usarlos como foco principal del maquillaje o como complemento de un labial más intenso», añade el experto. Buscaremos una calidez sutil y un rostro homogéneo y sin estridencias.

Una nueva era en belleza

La importancia del efecto sunkissed es otro ejemplo del cambio que se está viviendo en los últimos años dentro del mundo de la belleza. Ahora se da prioridad a defender una piel cuidada, saludable y luminosa. Es una ola que viene marcada por este tipo de maquillajes de aspecto natural y por la apuesta por tratamientos de medicina estética menos invasivos.

En este momento, el maquillaje ya no es una herramienta para ocultar los defectos. Se ha convertido en una varita mágica para potenciar los rasgos. Así, el maquillaje sunkissed no busca la perfección, sino una armonía y un toque de luz. Los productos que requiere no se utilizan para camuflar, sino que destacan la estructura del rostro y potencia su tono natural.

Una de las ventajas más destacadas del sunkissed es su capacidad para imitar el aspecto del bronceado sin la necesidad de exponerse a los rayos solares. De esta manera vamos a evitar todos los inconvenientes de la exposición solar como pueden ser la aparición de manchas y otro signos de envejecimiento. Si sabemos elegir bien los productos, hemos llegado a una solución para recrear ese moreno veraniego sin comprometer la salud de la piel y en cualquier momento del año.

Otras de las ventajas de este maquillaje es que reserva su espacio a productos que contienen tratamiento por lo que, además de maquillar, estaremos cuidando nuestra piel. También es importante señalar que son texturas modulables por lo que podrás trabajar hasta llegar al tono con el que te sientas más favorecida. El sunkissed es una rutina más consciente, menos agresiva y más conectada con la realidad de la piel.

No olvides que el objetivo es conseguir una imagen saludable, espontánea y natural. Como si el propio rostro hubiese sido acariciado por la luz del sol.