Los colores y estilos que dominarán tu armario este otoño, según la estilista Fátima Valdés
Todas estamos pendientes de hacer el cambio de armario, y conocer esto te ayudará a ser más concisa

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El otoño llega con una carta cromática renovada y con un protagonista inesperado. Según Fátima Valdés, estilista, directora creativa, profesora en el IED y fundadora de War(Drobe)®, los colores que marcarán la temporada son el mostaza, el rojo y, muy especialmente, el marrón chocolate. Este último, que durante años se percibió como un tono poco favorecedor y envejecedor, reservado casi en exclusiva a prendas exteriores, resurge como el favorito indiscutible de los looks otoñales. La novedad la aportan el rosa empolvado, delicado y romántico, y el azul eléctrico, vibrante y atrevido, que aportan un contrapunto moderno a la paleta clásica del frío.
Esta propuesta coincide con las tendencias vistas en pasarela, donde firmas como Bottega Veneta, Gucci o Loewe apostaron por reinterpretar el marrón en clave sofisticada, llevándolo a vestidos de seda, pantalones de corte recto y bolsos XXL. El azul eléctrico, por su parte, se ha consolidado como un tono imprescindible en accesorios y piezas nocturnas, especialmente en terciopelos y tejidos brillantes.
¿Qué básicos no podrán faltar esta temporada?
La eterna pregunta sobre cuáles son las prendas imprescindibles de la temporada encuentra en Valdés una respuesta matizada. Los básicos, afirma, deben adaptarse a la morfología, la colorimetría y los hábitos de vida de cada persona. Lo que para unos será una americana estructurada, como la que propone Sandro, para otros puede ser una chaqueta de bouclé, al estilo de Massimo Dutti, con la misma función, pero distinta manera de integrarse en el día a día. La clave está en invertir en calidad y en colores que aporten ritmo a las prendas ya existentes.


Los expertos en moda coinciden en que, más allá de las tendencias pasajeras, lo esencial es contar con piezas versátiles que funcionen tanto en el trabajo como en el día a día. Una camisa blanca de corte impecable como la de ARTÔLA, un pantalón de pinza elegante como el de Simorra o un abrigo gris atemporal de Ecoalf siguen siendo apuestas seguras. Este año, los tonos cálidos como el chocolate o el mostaza aportan un toque de frescura que transforma incluso los básicos más clásicos.



Tejidos que abrigan y seducen
La riqueza textil es otro de los puntos fuertes del otoño. Mohair, alpaca y punto extra grueso dominarán en jerseys y cardigans, mientras que los abrigos llegarán en versiones de pelo, ante o paño. A esto se suman los tejidos técnicos, cada vez más presentes en prendas de calle gracias a la influencia del athleisure, así como los cuadros, que se consolidan en trajes y faldas como esta tan original de SKFK. No faltarán las apuestas más arriesgadas: estampados de serpiente, encajes hiper femeninos, acabados brillantes y volantes, que irrumpen con fuerza en vestidos pensados para la noche. En definitiva, un otoño que alterna la comodidad de los tejidos nobles con la teatralidad de los detalles.

Accesorios, del maxi bolso al pañuelo dosmilero
El poder de los accesorios se confirma una vez más. Los bolsos maxi, elaborados en materiales suaves y moldeables, como el de la marca española Naiara Elgarresta en tono tierra, se consolidan como los más deseados. El regreso del pañuelo a la cintura, en clave dosmilera, añade un guiño nostálgico a los primeros años del siglo XXI. A ellos se suman las botas tipo corsario, que combinan un aire romántico con un toque guerrero, las clásicas bailarinas, que seguiremos viendo en modelos como los de miMao, y los charms, pequeños detalles que actualizan y personalizan bolsos y mochilas.


Las firmas de lujo ya los han interpretado a su manera. Loewe presentó bolsos maxi con pliegues envolventes, mientras Miu Miu devolvió al pañuelo su lugar como pieza versátil que lo mismo sirve para adornar un bolso que para marcar la cintura. Y es que la moda urbana bebe directamente de la pasarela, y este otoño las referencias son claras. Los setenta, con sus volúmenes, texturas rizadas, encajes y volantes, regresan bajo el influjo de Chloé. El animal print, especialmente el de serpiente, lo encontramos en la línea de Balmain, y el nuevo punk, cargado de nostalgia, lo reafirman Saint Laurent y Burberry.