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Chirimoya: beneficios, cómo comerla y cuándo es la temporada

Además de su delicioso sabor, esta fruta con numerosas propiedades es rica en fibra, vitaminas, minerales

Chirimoya: beneficios, cómo comerla y cuándo es la temporada

Chirimoya | Pixabay

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La chirimoya es una fruta de color verde con forma cónica, piel dura, pulpa cremosa y dulce. Originaria de los Andes en Sudamérica, se cultiva en regiones tropicales a gran altitud. Su temporada principal es en otoño e invierno, cuando se encuentra en su punto óptimo de maduración.

Conocida en inglés como custard apple debido a su textura suave y cremosa, la chirimoya (como se llama en España) se suele comer con cuchara y disfrutarse fría, como las natillas. Su sabor dulce es similar al de otras frutas tropicales, como el plátano y la piña.

¿Qué beneficios tiene esta fruta y cuándo comerla?

Además de su delicioso sabor, la chirimoya es rica en fibra, vitaminas y minerales, lo que la convierte en una excelente opción para fortalecer el sistema inmunológico, reducir la inflamación y favorecer la salud ocular y del corazón.

El mejor momento para comer esta fruta es durante el desayuno o como un snack a media mañana o tarde, ya que su contenido de azúcares naturales y nutrientes proporciona energía y saciedad.

Además, es ideal comerla cuando está bien madura, lo que se nota porque la piel cede ligeramente al presionarla, pero sin llegar a estar blanda.

1. Alta concentración de antioxidantes

Uno de los principales beneficios de la chirimoya es su alto contenido en antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo. Y es que niveles elevados de radicales libres pueden llevar a estrés oxidativo, relacionado con varias enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardíacas.

Chirimoya

2. Mejora la salud ocular

La chirimoya es rica en luteína, un antioxidante carotenoide esencial para la salud ocular, que protege la visión combatiendo los radicales libres.

Varios estudios han demostrado que una alta ingesta de luteína está asociada con una menor incidencia de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), que puede llevar a daño ocular y pérdida de visión.

La luteína también puede prevenir otros problemas oculares, como las cataratas, que provocan visión borrosa y pérdida de visión.

Una revisión de ocho estudios encontró que las personas con los niveles más altos de luteína en sangre tenían un 27% menos de riesgo de desarrollar cataratas en comparación con aquellas con niveles más bajos.

Por lo tanto, consumir alimentos ricos en luteína, como la chirimoya, puede promover una buena salud ocular y reducir el riesgo de enfermedades como la DMAE y las cataratas.

3. Beneficios para la digestión

Uno de los beneficios más inmediatos de la chirimoya es su capacidad para mejorar la digestión. Una taza (160 gramos) de chirimoya contiene casi 5 gramos de fibra dietética, lo que representa más del 17% de la ingesta diaria recomendada.

La fibra no se digiere ni se absorbe, lo que añade volumen a las heces y facilita su movimiento a través del intestino. Además, las fibras solubles presentes en la chirimoya pueden alimentar a las bacterias beneficiosas del intestino y fermentarse para producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que son fuentes de energía para el cuerpo y pueden proteger contra enfermedades inflamatorias del tracto digestivo, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

4. Mejora el estado de ánimo

Los beneficios de la chirimoya van más allá de la salud física, ya que es una excelente fuente de vitamina B6 (piridoxina).

La vitamina B6 es crucial para la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que regulan el estado de ánimo.

Niveles insuficientes de esta vitamina pueden estar relacionados con trastornos del estado de ánimo, y estudios han mostrado que niveles bajos de vitamina B6 en sangre se asocian con depresión, especialmente en adultos mayores.

Aumentar la ingesta de alimentos como la chirimoya, ricos en vitamina B6, puede ayudar a reducir el riesgo de depresión relacionada con la deficiencia de esta vitamina.

5. Combate la inflamación

La inflamación crónica está relacionada con un mayor riesgo de varias enfermedades, incluidas las enfermedades cardíacas y el cáncer.

La chirimoya tiene propiedades antiinflamatorias gracias a su alto contenido de compuestos como el ácido kaurenoico, que ha demostrado tener potentes efectos antiinflamatorios.

Este ácido reduce ciertas proteínas inflamatorias, según estudios en animales. Además, la chirimoya contiene antioxidantes flavonoides como la catequina y la epicatequina, que también han mostrado efectos antiinflamatorios significativos en estudios de laboratorio y en animales.

6. Refuerza el sistema inmunológico

Como otras frutas tropicales, la chirimoya es rica en vitamina C, un nutriente clave para el sistema inmunológico, que ayuda a combatir infecciones y enfermedades.

La deficiencia de vitamina C se asocia con un sistema inmunológico debilitado y un mayor riesgo de infecciones. Estudios en humanos han mostrado que la vitamina C puede acortar la duración del resfriado común, aunque la investigación ha sido variable y se ha centrado más en los suplementos que en la vitamina C obtenida a través de la dieta.

Conjunto de chirimoyas

Consumir chirimoya y otros alimentos ricos en vitamina C es una manera efectiva de mantener una buena salud inmunológica.

7. Propiedades anticancerígenas

Algunos compuestos de la chirimoya pueden tener efectos anticancerígenos. La fruta contiene flavonoides como la catequina, la epicatequina y la epigalocatequina, que han demostrado inhibir el crecimiento de células cancerosas en estudios de laboratorio.

8. Prevención de la hipertensión

La chirimoya es una excelente fuente de nutrientes como el potasio y el magnesio, que son fundamentales para regular la presión arterial.

Una taza (160 gramos) de chirimoya proporciona el 10% de la ingesta diaria recomendada de potasio y más del 6% de la ingesta diaria recomendada de magnesio. Y es que estos minerales ayudan a relajar los vasos sanguíneos, lo que puede contribuir a reducir la presión arterial.

La hipertensión es un factor de riesgo significativo para enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Una revisión indicó que consumir 4,700 mg de potasio al día (la cantidad diaria recomendada) puede reducir la presión arterial sistólica y diastólica en aproximadamente 8 y 4 mm Hg, respectivamente.

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