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Nutrición

Sofía Giaquinta, nutricionista: «No necesitamos suplementos para estar sanos»

En una época donde la salud se ha convertido en un producto más, es vital recuperar el sentido crítico

Sofía Giaquinta, nutricionista: «No necesitamos suplementos para estar sanos»

Suplementos | Canva

Para Sofía Giaquinta, dietista nutricionista especializada en trastornos de la conducta alimentaria, divulgadora en redes sociales y autora del libro Nutrición sin miedo, la mayoría de las personas no necesitan suplementos alimenticios para llevar una vida saludable, pese a lo que intentan convencernos los anuncios y las redes sociales. En los últimos años, estos productos se han vuelto omnipresentes: cápsulas, polvos y gomitas prometen llenar vacíos nutricionales, mejorar el rendimiento físico e intelectual, reforzar el sistema inmunológico y, en algunos casos, incluso frenar el envejecimiento. Pero, ¿qué tan fundamentadas están estas promesas?

La cara oculta del negocio del bienestar

La falta de una regulación estricta es uno de los grandes problemas que rodea al mundo de los suplementos. A diferencia de los medicamentos, estos productos no siempre están sometidos a los mismos controles de seguridad y eficacia, lo que genera un terreno fértil para el marketing sin base científica. “No hay garantías de que lo que aparece en la etiqueta sea realmente lo que estás consumiendo”, señala Giaquinta. Esto implica un riesgo real, especialmente cuando se toman en combinación con otros fármacos o se abusa de las dosis recomendadas.

Un ejemplo claro es el de la vitamina A. Aunque es esencial para funciones como la visión o el sistema inmunológico, su consumo excesivo a través de suplementos puede provocar hipervitaminosis A, una condición tóxica que conlleva efectos secundarios como náuseas, mareos, caída del cabello y daño hepático. “Cuando la vitamina A proviene de alimentos, el cuerpo puede regular su absorción. El problema es cuando se introduce en forma de suplemento y en cantidades superiores a las necesarias”, explica la especialista.

Más suplementos, menos conciencia alimentaria

El auge de los suplementos alimenticios también ha desviado el foco de lo verdaderamente importante: llevar una vida saludable basada en hábitos sostenibles. Giaquinta lo resume así: “No necesitamos cápsulas mágicas. Necesitamos reconectar con la comida, entenderla como una aliada y no como un enemigo”. Según su enfoque, la dependencia de estos productos contribuye a reforzar una mentalidad de control y perfección corporal que es especialmente dañina en personas con trastornos alimentarios o predisposición a ellos.

Además, muchos consumidores caen en la trampa de buscar soluciones rápidas. En lugar de abordar problemas de base como el estrés, la falta de sueño o una dieta desequilibrada, se opta por atajos que rara vez tienen efectos duraderos. “Es más fácil tomarse una pastilla que sentarse a planificar un menú balanceado, pero el impacto real sobre la salud está en lo segundo”, puntualiza Giaquinta.

La mejor fuente de nutrientes: los alimentos

La evidencia científica respalda una verdad simple, pero poderosa: los nutrientes se absorben mejor cuando provienen de los alimentos. Frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, proteínas animales y vegetales… todos estos grupos aportan vitaminas y minerales en su forma más biodisponible y, además, lo hacen acompañados de otros compuestos beneficiosos como fibra, antioxidantes y fitoquímicos. “Hay sinergias naturales que no pueden replicarse en un suplemento. Por ejemplo, la vitamina C mejora la absorción del hierro vegetal. Esto ocurre de forma espontánea en una comida equilibrada, pero no con cápsulas aisladas”, comenta la nutricionista.

Por supuesto, existen excepciones. En situaciones específicas —embarazo, ciertas enfermedades crónicas, dietas veganas mal planificadas o deficiencias diagnosticadas— los suplementos pueden ser útiles e incluso necesarios. La clave está en que su uso esté guiado por un profesional de la salud. “No se trata de demonizarlos, sino de entender cuándo son realmente necesarios”, afirma Giaquinta.

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