Qué dice la ciencia sobre el hongo reishi: seis beneficios y sus contraindicaciones
El hongo reishi es famoso por sus supuestos beneficios inmunitarios y anticancerígenos. Lo vemos a continuación

Hongo reishi.
En los últimos años, el hongo reishi, también conocido como Ganoderma lucidum y lingzhi, ha ganado popularidad por sus beneficios. Se ha comprobado que este alimento, que crece en diversas zonas cálidas y húmedas de Asia, fortalece el sistema inmunitario. Sin embargo, debido a que aún no hay investigaciones suficientes, hay dudas sobre sus contraindicaciones y riesgos.
El hongo reishi fortalece el sistema inmunitario
Uno de los efectos más importantes del hongo reishi es que podría ayudar a fortalecer el sistema inmunitario. Si bien algunos detalles aún no están muy claros, los estudios están demostrando que puede indicir en los genes de los glóbulos blancos, que son partes esenciales del sistema inmunitario.
Así, «las investigaciones sugieren que el hongo reishi podría ayudar a controlar la función de los linfocitos T (células T). Estos glóbulos blancos desempeñan un papel importante en la inmunidad, como la lucha contra las infecciones y el cáncer», detallan los expertos en salud de Health.
Propiedades anticancerígenas
Muchas personas consumen reishi debido a sus posibles propiedades anticancerígenas. Al respecto, varios estudios han demostrado que el extracto y el aceite de esporas de reishi pueden provocar la muerte de células cancerosas.
Además, una revisión de 2016 indicó que este hongo podría beneficiar a las personas con cáncer cuando se usa junto con el tratamiento tradicional, aumentando la actividad de los glóbulos blancos y mejorando la calidad de vida. Aun así, se necesita más investigación sobre los efectos del reishi en el desarrollo del cáncer en humanos.
Podría reducir la fatiga y la depresión
Aunque los efectos del reishi en el sistema inmunitario suelen ser los más destacados, también puede reducir la depresión y la fatiga. El citado medio cita un estudio de 2024, el cual descubrió que los polisacáridos presentes en los hongos reishi pueden ayudar a disminuir la fatiga después del ejercicio.
Otra investigación en personas con cáncer descubrió que el consumo de productos derivados del reishi ayudó a reducir la fatiga, la ansiedad y la depresión.

Podría ayudar a mejorar la salud cardíaca y a controlar el nivel de azúcar en sangre
Varios estudios in vitro y modelos animales in vivo descubrieron que los hongos reishi pueden ayudar a disminuir el azúcar en sangre y los triglicéridos, y a aumentar el colesterol HDL (el ‘bueno’). «Además de los posibles beneficios para el corazón, algunos estudios en animales sugieren que ciertos compuestos presentes en el hongo reishi pueden ayudar a reducir el azúcar en sangre», detallan los expertos, que inciden nuevamente en que se necesita más investigación al respecto.
Cómo se toma y contraindicaciones
Las dosis recomendadas de hongo reishi varían según la forma en que se presente el producto. A diferencia de ciertos alimentos o suplementos estandarizados, la cantidad adecuada depende del tipo de preparación utilizada. Lo más habitual es consumir extracto seco, cuya concentración es mucho mayor que la del hongo fresco. Por eso, la cantidad necesaria suele ser alrededor de diez veces menor. Como referencia, 50 g de reishi en su forma natural equivaldrían aproximadamente a 5 g de extracto.
En la actualidad, no existe una dosis universalmente establecida para la suplementación con reishi. Aun así, la mayoría de recomendaciones se sitúan entre 1,5 y 9 g diarios. Algunos suplementos, además, incluyen solo fracciones específicas del extracto, lo que hace que las dosis sugeridas sean mucho más bajas.

En cuanto a los riesgos, aunque es un suplemento popular, la seguridad del hongo reishi ha sido objeto de debate. Sin embargo, existen casos aislados en los que se han descrito problemas hepáticos, aunque no siempre es posible confirmar que el hongo fuese el responsable directo.
Por precaución, se considera que el reishi no es adecuado para ciertos grupos, entre ellos personas que toman anticoagulantes o inmunosupresores, embarazadas o mujeres lactantes, personas con enfermedad hepática o renal previa y, evidentemente, niños. Antes de consumirlo es recomendable consultar con un profesional sanitario.
