Este es el país de Europa que conquista a todos los turistas, la mayoría se quedan a vivir
Ciudad moderna y cosmopolita, que combina su rico patrimonio histórico con una vibrante vida cultural
Austria es un país que cautiva a quienes lo visitan con su belleza natural, rica historia y alta calidad de vida. Sus majestuosas montañas, pintorescos pueblos y ciudades vibrantes ofrecen una experiencia inolvidable a los turistas. Los Alpes austríacos, perfectos para practicar esquí y senderismo, se combinan con la elegancia de ciudades como Viena, con su rica herencia musical y arquitectónica. No es de extrañar que muchos viajeros se enamoren de este país y decidan hacer de él su hogar.
La combinación de tradición y modernidad, junto con un alto nivel de vida, hace de Austria un lugar muy atractivo para quienes buscan establecerse en el extranjero. Su sistema educativo de calidad, su sólido sistema de salud y una economía estable son solo algunos de los factores que atraen a expatriados de todo el mundo. Además, la calidez de su gente y la belleza de sus paisajes hacen que Austria sea un lugar donde uno se siente en casa.
Un mosaico de paisajes y tradiciones
Austria es mucho más que los Alpes. Si bien sus montañas majestuosas son un imán para los amantes de la naturaleza y los deportes de invierno, el país ofrece una gran diversidad de paisajes:
- Los Alpes: un paraíso para los amantes de la montaña, con picos nevados, valles verdes y lagos cristalinos.
- Los viñedos de Wachau: una región vinícola de renombre mundial, con pintorescos pueblos y monasterios históricos.
- El lago de Constanza: un gran lago compartido con Suiza y Alemania, ideal para practicar deportes acuáticos y relajarse.
- Las ciudades históricas: Viena, Salzburgo, Graz y Innsbruck son solo algunas de las ciudades que atesoran un rico patrimonio arquitectónico y cultural.
La historia de Viena
- Orígenes romanos: se remontan a la época romana, cuando los legionarios establecieron un campamento llamado Vindobona en el lugar que hoy ocupa la ciudad. Este campamento sirvió como punto estratégico en el limes romano, una serie de fortificaciones que marcaban la frontera norte del Imperio.
- Edad Media: durante la Edad Media, Viena se convirtió en un importante centro comercial y se expandió más allá de las murallas romanas. La ciudad se convirtió en un ducado y experimentó un crecimiento significativo.
- El Imperio Habsburgo: en el siglo XIII, Viena pasó a formar parte de los dominios de los Habsburgo, una dinastía que gobernó durante siglos y convirtió a Viena en el corazón de un vasto imperio. Bajo los Habsburgo, Viena se convirtió en una ciudad cosmopolita y un centro cultural de Europa.
- Barroco y Rococó: durante los siglos XVII y XVIII, Viena experimentó una época dorada, marcada por el esplendor del barroco y el rococó. Se construyeron numerosos palacios, iglesias y edificios públicos, muchos de los cuales se conservan hasta nuestros días.
El apogeo del Imperio Austrohúngaro
- Siglo XIX: el apogeo del Imperio Austrohúngaro: en el siglo XIX, Viena fue la capital del Imperio Austrohúngaro, uno de los imperios más poderosos de Europa. La ciudad experimentó un gran crecimiento económico y cultural, y se convirtió en un centro de la música clásica, con figuras como Mozart, Beethoven y Strauss.
- Siglo XX: dos guerras mundiales y la reconstrucción: Viena sufrió las consecuencias de las dos guerras mundiales. Después de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Austrohúngaro se disolvió y Viena se convirtió en la capital de una pequeña república. Tras la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue ocupada por las fuerzas aliadas y comenzó un proceso de reconstrucción.
- Viena hoy: es una ciudad moderna y cosmopolita, que combina su rico patrimonio histórico con una vibrante vida cultural. Es conocida por su alta calidad de vida, su arquitectura impresionante, su rica oferta cultural y su deliciosa gastronomía.
Lo que no te puedes perder
- Palacio de Schönbrunn: esta antigua residencia de verano de los Habsburgo es un verdadero palacio de cuento de hadas. Sus jardines, habitaciones suntuosas y la famosa Glorieta ofrecen una visión de la vida imperial.
- Palacio de Hofburg: el corazón del antiguo Imperio Austro-Húngaro. Hoy en día, alberga numerosos museos, la Biblioteca Nacional Austriaca y la Escuela Española de Equitación.
- Catedral de San Esteban: icono de Viena, esta catedral gótica es un símbolo de la ciudad y un punto de encuentro para los vieneses.
- Ópera Estatal de Viena: uno de los teatros de ópera más famosos del mundo. Si tienes la oportunidad, no te pierdas un espectáculo.
- Belvedere: este palacio barroco alberga una de las colecciones de arte más importantes de Austria, con obras de Klimt y Schiele.
- Naschmarkt: un mercado vibrante y colorido donde puedes encontrar todo tipo de productos frescos, especias, y comida callejera.
Platos típicos vieneses
- Wiener Schnitzel: probablemente el plato más famoso de Viena. Se trata de un filete de ternera empanizado y frito, generalmente servido con patatas fritas o ensalada de patatas.
- Tafelspitz: un corte de carne hervida, típicamente de ternera, servido con diversas salsas y acompañamientos como apio, rábano y patatas.
- Goulash: un guiso de carne con cebolla, pimentón y otros condimentos, muy popular en toda Europa Central.
- Speckknödel: albóndigas rellenas de bacon, pan rallado, huevo y cebolla, que se pueden servir como plato principal o en sopa.
- Sachertorte: un pastel de chocolate con una capa de mermelada de albaricoque y glaseado de chocolate, una verdadera delicia para los amantes del dulce.
- Apfelstrudel: un strudel de manzana, una pasta fina rellena de manzanas, pasas, canela y otros ingredientes, horneado hasta quedar crujiente.