Los países que debes visitar antes de cumplir 50 años
Si buscas escapar del bullicio, Glasgow ofrece un refugio donde el arte y la naturaleza se fusionan a la perfección

Glasgow, Escocia. | Tripadvisor
Los números redondos son como hitos en el camino de la vida, momentos en los que nos detenemos a reflexionar sobre nuestro rumbo. Y es en esos instantes cuando las dudas nos invaden y buscamos respuestas desesperadamente. Los viajes profundos, aquellos que nos sacuden hasta los cimientos, son capaces de proporcionarnos la perspectiva que necesitamos para encontrar nuestro verdadero camino.
Saigón
Saigón, o Ho Chi Minh, como se le conoce oficialmente, es una metrópolis que desafía las expectativas de cualquier visitante. Esta vibrante ciudad vietnamita, con sus más de diez millones de habitantes, es un hervidero de actividad, donde lo tradicional se mezcla con lo moderno y lo oriental con lo occidental.
Imagina una ciudad que nunca duerme, donde las calles están abarrotadas de motos, coches y bicicletas, y donde el ruido y los colores se entremezclan de forma caótica. Una ciudad donde los rascacielos modernos se alzan junto a antiguos templos budistas, y donde los mercados callejeros ofrecen una explosión de sabores y aromas.
Bui Vien
Bui Vien es sin duda uno de los lugares más famosos de Saigón. Conocida erróneamente como el «barrio rojo», esta calle es en realidad un hervidero de actividad nocturna, donde bares, restaurantes y discotecas se suceden uno tras otro. Aquí podrás encontrar todo tipo de ambiente, desde bares tranquilos donde tomar una cerveza y conversar con otros viajeros, hasta discotecas con música a todo volumen y un ambiente más animado.
Si bien Bui Vien es un lugar ideal para experimentar la vida nocturna de Saigón, es importante recordar que las actividades relacionadas con la prostitución están estrictamente prohibidas en Vietnam. Es fundamental ser respetuoso con la cultura local y evitar cualquier situación que pueda poner en riesgo tu seguridad o tu estancia en el país.
Una ciudad para todos los gustos
Más allá de Bui Vien, Saigón ofrece una amplia gama de atracciones para todos los gustos. Puedes visitar el Palacio de la Reunificación, un edificio histórico que fue el escenario de la caída de Saigón en 1975, o explorar los mercados locales como Ben Thanh, donde podrás encontrar de todo, desde souvenirs hasta productos frescos.
Para los amantes de la historia, la ciudad cuenta con numerosos museos y pagodas que ofrecen una visión fascinante del pasado de Vietnam. Y si lo que buscas es relajarte, puedes disfrutar de un masaje tradicional vietnamita o simplemente pasear por los parques y jardines de la ciudad.
El Holi
Si Vietnam nos sumerge en un frenesí vibrante y caótico, la India nos sorprende con una celebración aún más extravagante: el Holi. Esta festividad hindú, conocida como la «fiesta de los colores», es un verdadero estallido de alegría y color que se celebra cada año, en 2025, entre el 24 y el 25 de marzo.
La primera noche del Holi se dedica a la hoguera, un ritual purificador que simboliza la victoria del bien sobre el mal. Alrededor del fuego, las personas cantan, bailan y comparten historias, creando un ambiente de camaradería y celebración. Esta noche, conocida como Holika Dahan, marca el inicio de una de las fiestas más coloridas y esperadas del año.

El día del color
Al día siguiente, el Rangwali Holi, las calles se llenan de un arcoíris de colores. El gulal, un polvo de colores elaborado con harina de arroz y tintes naturales, se lanza al aire creando una atmósfera de júbilo y diversión. Los participantes se pintan mutuamente la cara y el cuerpo, transformando las ciudades en un lienzo multicolor.
Detrás de esta explosión de color se esconde una profunda historia de amor. Según la leyenda, el dios Krishna, de piel azulada debido a una maldición, se enamoró de Radha, una hermosa joven de piel clara. Para acercarse a ella, Krishna le pidió a su madre que le permitiera pintarle la cara de color. Desde entonces, el Holi se celebra como una conmemoración de este amor universal y como una oportunidad para celebrar la diversidad y la unidad.
Un banquete de sabores
El Holi no solo es una fiesta visual, sino también un festín para los sentidos. Durante estos días, las familias se reúnen para disfrutar de platos tradicionales como las gujiyas (empanadillas dulces), los mathri (galletas saladas), el papad (pan ácimo) y la malpua (crepes de azúcar y coco). Estas delicias se acompañan del thandai, una bebida refrescante a base de leche, almendras, especias y pétalos de rosa.
Más allá de las fronteras de la India
Aunque el Holi tiene sus raíces en el hinduismo, su atractivo universal ha trascendido fronteras religiosas y culturales. Hoy en día, se celebra en muchos países del mundo, adaptándose a las tradiciones locales. La belleza del Holi reside en su capacidad para unir a personas de diferentes orígenes en una celebración de la vida, la alegría y la diversidad.
Los colores del Holi tienen un significado simbólico profundo. El rojo representa el amor y la pasión, el azul la paz y la tranquilidad, el amarillo la felicidad y la prosperidad, y el verde la esperanza y la renovación. Al lanzarse mutuamente polvos de colores, los participantes expresan sus deseos de amor, amistad y prosperidad para el año venidero.
Praga
Esta ciudad milenaria, con sus callejuelas empedradas y su rica historia, es un verdadero crisol de culturas y estilos arquitectónicos. Cada rincón de la Ciudad Vieja cuenta una historia, un testimonio de las vicisitudes que ha atravesado esta ciudad a lo largo de los siglos.
Pasear por la Plaza de la Ciudad Vieja es como retroceder en el tiempo. Cada edificio es una obra de arte, un reflejo de las diferentes épocas que han marcado la historia de Praga. La astronomía del Reloj Astronómico, la belleza gótica del Ayuntamiento, la majestuosidad del Palacio de los Rohan… todos estos monumentos nos hablan de un pasado glorioso y nos invitan a reflexionar sobre el paso del tiempo.

Más que una ciudad, una experiencia
Pero Praga no es solo un museo al aire libre. Es una ciudad viva, llena de energía y de gente amable. Sus numerosos bares y restaurantes nos invitan a disfrutar de la gastronomía local y de su famosa cerveza. Y es que en Praga, la cerveza es mucho más que una bebida: es parte de la identidad nacional. Los checos son grandes amantes de la cerveza, y su Pilsner Urquell es mundialmente conocida por su sabor suave y refrescante.
La noche praguense
Cuando cae la noche, Praga se transforma. Sus calles se iluminan y la vida nocturna cobra vida. La ciudad ofrece una amplia variedad de opciones para todos los gustos, desde los tradicionales pubs checos hasta las discotecas más modernas.
Karlovy Lazne, el club nocturno más grande de Europa, es una visita obligada para los amantes de la fiesta. Pero si prefieres algo más tranquilo, puedes disfrutar de un concierto de jazz en un pequeño club o simplemente pasear por las orillas del río Moldava.
Glasgow
Si buscas escapar del bullicio y sumergirte en una atmósfera más relajada, Glasgow te ofrece un refugio donde el arte, la historia y la naturaleza se fusionan de manera única. Lejos de los estereotipos asociados a las grandes ciudades, esta urbe escocesa te invita a descubrir un ritmo de vida más pausado y a explorar un patrimonio cultural riquísimo.
A diferencia de otras metrópolis europeas, Glasgow destaca por su abundante vegetación. Sus amplios parques y jardines, como el Kelvingrove Park, ofrecen espacios ideales para pasear, relajarse y disfrutar de la naturaleza. Además, la ciudad fomenta el uso de la bicicleta, lo que contribuye a crear un ambiente más tranquilo y sostenible.
El encanto de los barrios históricos
El barrio de Calton, con su mezcla de arquitectura industrial y edificios históricos, es un ejemplo perfecto de la revitalización urbana de Glasgow. El Saint Luke, una antigua iglesia convertida en pub, y West On the Green, una microcervecería con un pasado industrial, son solo algunos de los locales que han sabido combinar tradición y modernidad.
Glasgow es una ciudad profundamente arraigada en el arte y la cultura. El Kelvingrove Art Gallery and Museum es una visita obligada para cualquier amante del arte. En sus salas, se exhiben obras maestras de artistas como Salvador Dalí, Rembrandt y Van Gogh, junto con una amplia colección de arte escocés. Además, el museo alberga una gran variedad de objetos y exposiciones que abarcan desde la historia natural hasta las culturas del mundo.
Un mercadillo para los amantes de lo vintage
El Barras Art and Design es un centro cultural donde se celebra un mercadillo lleno de sorpresas. Aquí podrás encontrar objetos de anticuario, piezas únicas y tesoros escondidos. Es el lugar perfecto para perderse entre los puestos y descubrir objetos que te transportarán a otras épocas.