Piscinas naturales de Extremadura que parecen de película: de la Garganta de los Infiernos a Orellana
Estos lugares ofrecen una alternativa para quienes buscan escapar del calor sin renunciar al agua y la tranquilidad

Piscina natural | Canva Pro
Queda menos de una semana para el verano y ya son muchas las personas que organizan sus vacaciones pensando en destinos cercanos a playas o piscinas naturales, como es el caso de Extremadura. Esta comunidad, a menudo eclipsada por los destinos costeros, guarda algunos de los enclaves fluviales más sorprendentes del interior peninsular. Aguas transparentes que descienden de sierras y gargantas, paisajes de vegetación exuberante, pozas talladas en la roca y embalses con bandera azul convierten a esta tierra en un paraíso de frescor en plena naturaleza. Desde la Garganta de los Infiernos, uno de los iconos del Valle del Jerte, hasta la playa de Orellana, la primera de interior con bandera azul en España.
Un ecosistema natural convertido en refugio
Extremadura es un paraíso natural que invita a disfrutar de sus piscinas naturales, auténticas joyas formadas por la erosión de las rocas a lo largo de los siglos, que han creado pozas y charcos perfectos para el baño y la relajación. La oferta es muy amplia, pero es en la provincia de Cáceres donde se concentra el mayor número y variedad de estas piscinas naturales, enmarcadas en entornos de gran belleza que combinan agua, piedra y vegetación en un equilibrio sublime.
El Valle del Jerte, epicentro del frescor
Entre las piscinas naturales más emblemáticas de Cáceres destacan Los Pilones, situados en la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Aquí, trece pozas excavadas en roca granítica forman un paisaje impresionante, con cascadas y remansos de agua fresca donde es posible bañarse rodeado de un entorno protegido y salvaje.
Muy cerca, la piscina natural de Navaconcejo ofrece una experiencia más urbanizada, con áreas ajardinadas que facilitan la estancia y el disfrute de la zona de baño formada por el río Jerte. También en Navaconcejo, la Garganta de las Nogaledas se ha consolidado como uno de los rincones más frecuentados, gracias a sus pozas, saltos de agua y senderos integrados en un entorno natural.

El Nogalón, en el municipio de Jerte, es una piscina natural ideal para pasar el día en familia. Ofrece zonas de sombra, áreas verdes, merenderos y un chiringuito, todo en un entorno natural y accesible. Su cercanía al pueblo permite complementar la visita con gastronomía y paseos. Es una opción cómoda y refrescante en pleno Valle del Jerte.

La comarca de La Vera: agua y paisaje
La Garganta de Alardos, en Madrigal de la Vera, destaca por sus aguas limpias y su facilidad de acceso. Un poco más al sur, la Garganta de Cuartos, en Losar de la Vera, ofrece aguas muy caudalosas y frescas, perfectas para el baño. El Lago de Jaraíz de la Vera, posiblemente la piscina natural más grande de Extremadura, es un espacio muy popular, con buena infraestructura y un entorno ideal para grupos.
En La Garganta la Olla, pequeñas zonas de baño se esconden entre un paisaje de montaña de gran belleza. La piscina natural de Acebo, conocida como La Carreciá o la de Hoyos o la de Villasbuenas de Gata son otras alternativas repartidas por la sierra, todas con vegetación frondosa y aguas limpias.
Por otro lado casas del Monte ofrece una piscina rodeada de césped y buenos servicios, mientras que Segura de Toro sorprende con su Garganta Ancha, más salvaje y menos masificada. Por último, el Charco de la Olla, en Las Mestas, y la piscina de Pinofranqueado, alimentada por el río de Los Ángeles, completan el recorrido por la provincia.
Opciones en Badajoz
Aunque la provincia de Badajoz no cuenta con la misma abundancia de formaciones rocosas que Cáceres, sí ofrece opciones interesantes para darse un chapuzón en plena naturaleza. Las piscinas naturales de La Codosera, situadas junto a la ribera del río Gévora y muy cerca de la frontera portuguesa, destacan por su entorno frondoso y sus aguas tranquilas, en un enclave casi secreto que sorprende por su belleza.
Orellana, playa azul en el interior
Una mención especial merece la playa de Orellana, en el embalse de Orellana la Vieja. Aunque no es una piscina natural al uso, se trata de la primera playa de interior en España galardonada con la bandera azul. Sus aguas limpias, la calidad de sus servicios y la posibilidad de practicar deportes acuáticos como paddle surf, vela o kayak la convierten en una de las grandes atracciones estivales de la provincia pacense.
Un tesoro natural para redescubrir
Extremadura es un territorio que brinda alternativas refrescantes para los meses de calor, donde las piscinas naturales se presentan como auténticos oasis de frescor y tranquilidad. La región ofrece un abanico amplio y diverso para quienes buscan una conexión auténtica con la naturaleza sin necesidad de ir muy lejos. Un destino de interior que invita a respirar hondo, mojarse los pies en aguas vítreas y dejar atrás, al menos por unas horas, el ritmo acelerado de la vida cotidiana.