Septiembre en Barcelona: cinco museos que enriquecen tu visita
Cada rincón de esta ciudad guarda secretos, y el otoño es el momento ideal para descubrirlos con calma

Barcelona | Canva pro
Barcelona es una ciudad que vive y respira cultura. Sus calles, plazas y edificios históricos son solo la antesala de un tesoro mucho más amplio: sus museos. Septiembre, con su clima templado y su afluencia turística moderada, se convierte en el mes ideal para recorrer estos espacios que combinan historia, arte, ciencia y curiosidad. Para los visitantes y locales que buscan experiencias enriquecedoras, desde THE OBJECTIVE te presentamos los cinco museos de Barcelona que deberías visitar.
1. Museo de Ciencias Naturales
El Museo de Ciencias Naturales de Barcelona es una parada obligatoria para quienes disfrutan comprendiendo la riqueza de nuestro planeta. Ubicado en el emblemático Parque del Fórum, este museo ofrece exposiciones que van desde la biodiversidad hasta la evolución de los ecosistemas, pasando por la geología y la paleontología. Su colección permanente incluye esqueletos de dinosaurios, minerales y fósiles que sorprenden tanto a niños como a adultos. Lo que distingue a este museo es su enfoque interactivo: talleres, actividades educativas y exposiciones temporales permiten que los visitantes no solo observen, sino que experimenten la ciencia de manera directa. Septiembre es un mes perfecto para visitarlo, ya que la ciudad ofrece menos aglomeraciones que en pleno verano, y la luz natural de esta época del año resalta las vitrinas y los espacios de exhibición.

2. Museo Geológico del Seminario
Otro museo que merece un lugar destacado es el Museo Geológico del Seminario de Barcelona. Este espacio, menos conocido por el público general, alberga una colección fascinante de rocas, minerales y fósiles que datan de millones de años. Fundado en el siglo XIX, el museo conserva no solo piezas geológicas únicas, sino también documentos históricos que reflejan la evolución del estudio de la geología en Cataluña. La visita es una experiencia educativa y casi introspectiva: caminar entre vitrinas que contienen fragmentos de historia de la Tierra provoca una sensación de conexión con tiempos remotos. Su ambiente tranquilo y académico lo convierte en un refugio perfecto para quienes buscan aprender a su propio ritmo, lejos del bullicio turístico.
3. Museu Picasso
No se puede hablar de museos en Barcelona sin mencionar el Museu Picasso. Este icónico museo, situado en el barrio del Born, ofrece un recorrido exhaustivo por la obra del artista malagueño, mostrando desde sus primeros dibujos hasta sus trabajos más emblemáticos. En septiembre, las exposiciones suelen ser menos concurridas, lo que permite disfrutar con calma de la riqueza de su colección permanente y de las muestras temporales que exploran facetas menos conocidas del pintor. La experiencia no solo es estética, sino también histórica, ya que el museo se encuentra en cinco palacios medievales que ya por sí mismos valen la visita.

4. MNAC
El MNAC, Museo Nacional de Arte de Cataluña, es otro de los imprescindibles. Situado en la montaña de Montjuïc, su ubicación ya es un atractivo: vistas panorámicas de la ciudad y una arquitectura que combina monumentalidad y elegancia. Su colección abarca desde el arte románico hasta el contemporáneo, incluyendo pintura, escultura, fotografía y artes decorativas. En septiembre, el MNAC suele organizar exposiciones temporales que complementan su impresionante fondo permanente. Además, la cercanía a otros espacios culturales en Montjuïc, como la Fundación Joan Miró y el Poble Espanyol, permite planificar un día completo dedicado al arte y la historia.
5. CosmoCaixa
Finalmente, el CosmoCaixa merece un lugar destacado en cualquier ruta cultural. Este museo de la ciencia, situado en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, se centra en la divulgación científica de manera interactiva y entretenida. Sus salas incluyen desde el Bosque Inundado, que recrea un ecosistema amazónico, hasta exposiciones sobre física, química y astronomía. Es especialmente atractivo para familias, estudiantes y curiosos de todas las edades, ofreciendo una combinación de aprendizaje y diversión que pocas instituciones logran equilibrar con tanta eficacia. Visitarlo en septiembre es ideal, porque el museo suele ofrecer talleres y actividades especiales para quienes buscan iniciar el curso con una dosis de inspiración científica.