Reabre al público el convento barroco diseñado por José y Manuel del Olmo tras 20 años de restauración
Si eres amante de la historia, no te puedes perder este lugar lleno de arte y memoria en pleno corazón de Madrid

El convento de las Comendadoras de Santiago | Turismo Madrid
El convento de las Comendadoras de Santiago, una de las grandes joyas del barroco madrileño diseñada por los arquitectos José y Manuel del Olmo, reabre al público tras más de dos décadas de restauración. Este enclave histórico, situado en pleno corazón de Madrid, recupera su esplendor con un recorrido que permite descubrir su monumental iglesia, la Capilla de las Niñas, la Sacristía de los Caballeros y la Sala Capitular, entre otras dependencias. La reapertura no solo devuelve a la ciudad un espacio de enorme valor patrimonial, sino que también brinda a los visitantes la oportunidad de adentrarse en un lugar cargado de memoria, donde cada piedra, cada lienzo y cada capilla narran episodios fundamentales de la historia madrileña. Concebido como sede de la Orden Militar de Santiago, el convento conserva un aura de solemnidad que se percibe al cruzar sus muros, una atmósfera que ahora puede volver a ser vivida y compartida por quienes busquen descubrir los secretos mejor guardados del barroco en la capital.
El convento ofrece un programa de visitas guiadas de martes a viernes, de 10:30 a 14:00 y de 15:00 a 18:00 horas, y los sábados de 12:00 a 18:00 horas, con acceso desde la plaza de las Comendadoras, a pocos pasos de estaciones de metro como Noviciado, San Bernardo o Ventura Rodríguez, además de varias líneas de autobús y puntos de BiciMAD. El precio general de la entrada es de 10 euros, con descuentos para mayores de 65 años y pensionistas (8 €) y para jóvenes de 12 a 18 años (5 €). Los menores de 12 años y las personas con discapacidad superior al 60 % acceden de manera gratuita, mientras que las visitas guiadas de los sábados tienen un coste de 15 euros. Esta nueva etapa devuelve al convento al mapa cultural de la capital como un espacio imprescindible para comprender la riqueza patrimonial de Madrid, un lugar donde confluyen siglos de historia, arte sacro y memoria.
Historia del convento
Fundado en el siglo XVII como sede de la Orden Militar de Santiago, el convento fue diseñado por los arquitectos José y Manuel del Olmo. Su construcción, lenta y compleja, se prolongó durante décadas hasta que en el siglo XVIII el arquitecto real Francisco Sabatini reorganizó las dependencias y unificó las distintas casas que componían el conjunto. Desde 1970, el inmueble está protegido con la categoría de Bien de Interés Cultural. La historia del convento no está exenta de episodios convulsos. Durante la Guerra Civil, las religiosas fueron expulsadas y el edificio se transformó en prisión masculina de presos republicanos. No fue hasta 1941 cuando las monjas regresaron y el convento recuperó su función original. Desde entonces, se ha mantenido como un enclave único del patrimonio madrileño, aunque sus puertas permanecieron cerradas durante largos periodos debido al deterioro de la estructura.

Los espacios más destacados tras la restauración
La restauración ha permitido devolver al público estancias de gran valor histórico y artístico. Entre ellas destaca la Sacristía de los Caballeros, concebida por Francisco Moradillo en el siglo XVIII, con planta elíptica, policromía original y una monumental mesa central. También sobresalen el coro bajo, con su órgano rococó de madera y la escultura de Santiago Apóstol, y la Capilla de las Niñas, decorada con un lienzo de inspiración murillesca y símbolos de la dinastía borbónica. El altar mayor, presidido por una pintura de Luca Giordano que representa la batalla de Clavijo, completa un conjunto que reúne obras maestras de la arquitectura, la pintura y la escultura barrocas.
