Mercado navideño suizo: artesanía, gastronomía y espectáculos en 3.700 metros
Un pueblo que tiene su encanto en Navidad por su magia y puestos repletos de artesanía, gastronomía y espectáculos

El mercado navideño de Grindelwald | Facebook Lugares del mundo
Grindelwald, en el corazón del Oberland Bernés, se transforma cada invierno en un escenario mágico que parece sacado de un cuento. A los pies del imponente Wetterhorn, de casi 3.700 metros, este pintoresco pueblo combina praderas alpinas, chalés de madera y un paisaje que se tiñe de blanco con la llegada de la nieve. Su ubicación en la región de la Jungfrau lo convierte en un destino ideal tanto para los amantes del senderismo en verano como para quienes buscan deportes de invierno.
El mercado navideño de Grindelwald: fechas y horarios
Cada año, el mercado navideño de Grindelwald abre sus puertas a finales de noviembre y permanece activo hasta los primeros días de enero, creando un ambiente festivo y acogedor que atrae a familias y viajeros románticos por igual. Los puestos, decorados con luces cálidas y motivos tradicionales, suelen abrir de 10:00 a 19:00 entre semana y hasta las 20:00 los fines de semana para aprovechar la afluencia de visitantes.
Qué encontrarás en el mercado
El mercado combina tradición y magia navideña. Entre los puestos, los visitantes pueden encontrar:
- Artesanía local: figuras de madera tallada, adornos de Navidad hechos a mano, tejidos alpinos y joyería tradicional suiza.
- Gastronomía típica: chocolates artesanales, galletas especiadas, queso raclette, vino caliente y otros productos locales.
- Actividades y espectáculos: música tradicional en vivo, talleres para niños y demostraciones de artesanía que sumergen al visitante en la cultura alpina.
Además, muchas de las tiendas y chalés cercanos ofrecen talleres de decoración de galletas o de fabricación de adornos, ideales para quienes buscan experiencias interactivas.

Cómo llegar desde España
Aunque no existen vuelos directos desde España hasta Grindelwald, llegar es sencillo gracias a las conexiones con Zúrich o Ginebra.
- Desde Zúrich: el trayecto en tren dura aproximadamente tres horas y media, pasando por paisajes alpinos que ya anticipan la experiencia que espera en Grindelwald.
- Desde Ginebra: la combinación de tren y autobús permite disfrutar de la panorámica de Suiza mientras se llega al pueblo.
Varias agencias de viaje ofrecen paquetes completos que incluyen transporte, alojamiento en chalés tradicionales y acceso a actividades navideñas, facilitando la visita para quienes prefieren no organizar todos los detalles por su cuenta.
Más allá del mercado: Grindelwald en invierno
Visitar Grindelwald en Navidad va mucho más allá del mercado navideño. El pueblo suizo se transforma en un escenario alpino donde la nieve, las luces y el ambiente festivo crean una experiencia inolvidable.
1. Deportes de invierno
Grindelwald forma parte de la Jungfrau Ski Region, con más de 200 kilómetros de pistas para todos los niveles. Las zonas de First y Kleine Scheidegg-Männlichen son perfectas para esquiar rodeado de vistas al Eiger y al Mönch. Además, hay circuitos de snowboard, rutas de senderismo invernal y pistas de trineo para disfrutar en familia. Las escuelas locales ofrecen clases y actividades infantiles, especialmente en la popular Bodmi Arena.
2. Vistas panorámicas
El teleférico de First conduce a uno de los miradores más espectaculares de los Alpes, con el famoso First Cliff Walk by Tissot, una pasarela suspendida sobre el vacío que regala panorámicas impresionantes. Desde la estación de Kleine Scheidegg, el tren al Jungfraujoch, la llamada “Cima de Europa”, asciende hasta 3.454 metros de altitud para ofrecer una visión única de los glaciares y las cumbres eternas.
3. Un ambiente de cuento
Cuando cae la noche, las calles de Grindelwald se iluminan con guirnaldas y escaparates decorados, mientras las chimeneas perfuman el aire con aroma a madera. Las cafeterías sirven chocolate caliente y vino especiado, y los restaurantes ofrecen especialidades locales como la fondue y la raclette.
En conjunto, Grindelwald se convierte en un auténtico cuento de invierno, donde cada rincón invita a pasear, fotografiar y disfrutar de la serenidad alpina.