El castillo medieval con forma de barco, rodeado de viñedos y cerca de Valladolid
Este lugar combina historia y modernidad, convirtiéndose en un icono patrimonial de Pucela

Castillo de Peñafiel | Tim Selleslagh
Valladolid guarda un tesoro que fusiona historia, arquitectura y paisaje: el castillo de Peñafiel, una fortaleza medieval con forma de barco que se erige entre viñedos y pinares, en pleno corazón de la Ribera del Duero. Su silueta alargada, más de 200 metros de largo y apenas 33 de ancho, le confiere un aspecto único, como si un enorme navío surcara los mares de cepas que lo rodean. La imagen se vuelve casi mágica en días de niebla, cuando la colina sobre la que se asienta se transforma en un horizonte flotante entre el valle del Duero.
La historia de un castillo que navega sobre viñedos
Levantado en los albores del siglo X, en plena época de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, el castillo de Peñafiel tenía una misión clara: dominar el valle y proteger el territorio durante la Reconquista. Su construcción sobre un cerro alargado obligó a adaptar la fortaleza al terreno, dando lugar a su peculiar forma de barco. La roca utilizada proviene de Campaspero, a apenas 15 kilómetros, y la estructura que vemos hoy es resultado de varias ampliaciones, especialmente en el siglo XV, bajo la dirección del Maestre de la Orden de Calatrava, don Pedro Girón.

El castillo no solo fue fortaleza defensiva. Fue residencia del infante Don Juan Manuel, nieto de Fernando III, y más tarde hogar de la familia Girón. En tiempos más recientes, se utilizó como prisión militar, lo que refleja la versatilidad de su arquitectura y su importancia histórica. A principios del siglo XX, su declaración como Monumento Histórico-Artístico aseguró su conservación, permitiendo que hoy podamos disfrutar de uno de los castillos medievales mejor preservados de España.
Museo del vino y enoturismo
Actualmente, Peñafiel alberga la Fundación Museo Provincial del Vino de Valladolid, un espacio único que combina historia, arquitectura y cultura vitivinícola. Integrado en la Ruta del Vino Ribera del Duero, el museo ofrece un recorrido que conecta siglos de historia con la tradición vinícola de la región, desde la vendimia hasta la cata. Los visitantes pueden explorar salas temáticas, descubrir antiguas herramientas de elaboración del vino y comprender el vínculo profundo entre el castillo y los viñedos que lo rodean.

El entorno del castillo completa la experiencia. Desde lo alto de la colina, se contempla un paisaje que mezcla viñedos, pinares y la serenidad del río Duero. En días de niebla, la fortaleza parece flotar sobre un mar de viñas, reforzando la sensación de estar ante un barco que ha anclado en medio de la historia y el paisaje. Peñafiel no solo es un testimonio del pasado, sino un punto de encuentro entre la tradición, la cultura y la enología, que convierte la visita en una experiencia inolvidable para amantes de la historia y del vino por igual. Con sus muros que han sido testigos de batallas, residencias reales y prisiones, y hoy de catas de vino y rutas culturales, el castillo de Peñafiel es un ejemplo de cómo la historia y la modernidad pueden convivir en armonía, ofreciendo a Valladolid un icono patrimonial que fascina tanto por su forma como por su contenido.