El pueblo de Navarra que ofrece vino gratis en plena ruta del Camino de Santiago
Una experiencia que despierta curiosidad y, para quienes aprecian el vino, ofrece un momento de auténtico placer

Fuente con vino | Tik Tok
En Navarra, entre viñedos y montañas, se esconde un curioso tesoro que combina historia, tradición y un toque de fantasía: la fuente de vino de Irache. Este singular manantial no brota agua, sino vino, y lo hace accesible a quienes transitan el Camino de Santiago, manteniendo viva una costumbre que se remonta a la Edad Media. La historia comienza con los monjes del monasterio de Irache, situados cerca de la localidad de Ayegui, quienes ofrecían vino a los peregrinos que llegaban cansados y sedientos. No se trataba de un gesto cualquiera, sino de un símbolo de hospitalidad y bienvenida, un reflejo de la generosidad de la comunidad monástica. Este detalle anecdótico se convirtió con los siglos en un atractivo histórico y turístico que hoy sorprende a quienes descubren que, efectivamente, existe un lugar donde el vino corre como agua.
¿Hay vino gratis?
La fuente actual, gestionada por las bodegas Irache, sigue esa tradición, pero con ciertas normas pensadas para un consumo responsable. Cada visitante puede servirse hasta un litro de vino gratis por día, pero está expresamente prohibido que los menores de 18 años accedan a él. La idea no es que nadie venga con botellas para llenar hasta el límite, sino simplemente disfrutar de un pequeño sorbo, como un guiño al pasado. Es más un acto simbólico que una invitación a emborracharse, aunque no deja de ser una experiencia única para los amantes del vino y la historia.
El lugar se ha convertido en un punto de parada casi obligado para los peregrinos del Camino de Santiago, que pueden reponer fuerzas y llevarse un recuerdo inolvidable de Navarra. Pero también atrae a turistas curiosos, quienes encuentran en la fuente un motivo para hacer una pausa y tomar fotografías mientras saborean un vino que no decepciona: según quienes lo prueban, tiene un sabor suave, equilibrado y agradable, propio de la tradición vinícola de la región.
Cultura vinícola en Navarra
Más allá de la anécdota, la fuente de Irache es un reflejo del profundo arraigo de la cultura del vino en Navarra. La comunidad, reconocida por sus viñedos y bodegas de calidad, ha sabido combinar tradición y turismo de manera inteligente. Esta iniciativa no solo mantiene viva la historia, sino que también promueve el consumo responsable y la conciencia sobre la importancia de beber con moderación. La fuente se ha convertido en un símbolo de la hospitalidad navarra, una manera de que el visitante experimente de primera mano la generosidad histórica del monasterio. El entorno del monasterio también añade valor a la experiencia. Los peregrinos pueden disfrutar de un paseo por los viñedos, admirar la arquitectura del Monasterio de Irache y conectar con siglos de historia que se sienten en cada rincón. La fuente de vino, con su caño simple y su inscripción recordando la tradición, es la guinda de un recorrido que combina cultura, naturaleza y gastronomía.

Aunque algunos podrían acercarse con la intención de aprovecharse de la gratuidad del vino, la realidad es que la fuente funciona como un gesto simbólico: un recordatorio de la hospitalidad medieval, no un bar improvisado. Por eso, el disfrute está limitado a un sorbo diario, suficiente para saborear la historia y sentirse parte de la tradición. Cada litro ofrecido al peregrino conecta pasado y presente, convirtiendo un gesto sencillo en un emblema de hospitalidad que sigue vivo más de 800 años después. El vino puede ser gratis, pero la experiencia que ofrece es invaluable, y eso es lo que la hace única.
