Los acompañantes de la turista española muerta en una favela niegan la versión policial
Los incidentes de turistas en favelas se han repetido en los últimos meses, aunque habitualmente los agresores son delincuentes y las víctimas acceden por error a las comunidades
Los ocupantes del vehículo que fue tiroteado el lunes por la Policía brasileña en una favela de Río de Janeiro, provocando la muerte de una turista española, han negado la versión de la Policía Militarizada, informa EFE. Mientras los agentes aseguran que el coche alcanzado por las balas «rompió el bloqueo policial» , los allegados de la víctimas han negado que hubiera un control.
El hermano y la cuñada de la víctima, María Esperanza Ruiz, así como el conductor del vehículo, de nacionalidad italiana, y la guía, brasileña, han declarado ante la Policía Civil de Río de Janeiro y han negado la versión dada por la Policía Militarizada, informan fuentes oficiales.
«Las personas que iban en el coche no vieron ningún control ni ninguna orden policial de parada. Estamos investigando para saber las circunstancias bien detalladas, para saber por qué dispararon» contra el vehículo, ha dicho ante la prensa el comisario de la División de Homicidios de la Policía Civil, Fábio Cardoso.
Según él, «el vehículo dejó a los turistas abajo en la favela, se esperó y cuando recibió la llamada de la guía para ir a buscarlos, el conductor fue a buscarlos. En la bajada, sin encontrarse ningún control de la policía, escucharon disparos y entonces vieron que María había sido alcanzada por un tiro a la altura del cuello».
La turista española, de 67 años y natural del Puerto de Santa María (Cádiz), fue trasladada en el mismo vehículo al Hospital Miguel Couto de la zona sur de Río de Janeiro, donde falleció.
La policía investiga crimen de turista. | Foto: Mauro Pimentel / AFP
El incidente se produjo en las proximidades del Largo dos Boiadeiros, una bulliciosa zona comercial de la parte baja de la Rocinha, donde desde hace mes y medio se libra una guerra abierta entre bandas rivales de narcotraficantes que las autoridades intentan frenar con la presencia del Ejército.
Según la Policía Militar, el vehículo en el que viajaba la víctima «rompió el bloqueo policial» en las proximidades del Largo dos Boiadeiros, por lo que los agentes dispararon y «durante el abordaje verificaron que se trataba de un vehículo para el transporte de turistas».
Cardoso ha dicho que la Policía Civil ya ha realizado una inspección pericial en el lugar de los hechos y en el vehículo. «Fueron dos tiros, uno en el vidrio y otro en el parachoques», ha agregado. La Policía está investigando el tipo de proyectil usado en los disparos.
El delegado ha calificado de «inadmisibles» los hechos y ha criticado a los agentes que «dispararon sin ningún tipo de justificación contra este vehículo».
Los dos policías militarizados acusados han sido detenidos y trasladados a la cárcel de la Policía Miltiarizada en Niterói, en la región metropolitana de Río de Janeiro.
Por su parte, la comisaria del Departamento de Atención al Turista de la Policía Civil, Valéria Aragão, ha asegurado que los tres turistas españoles eran conscientes que estaban en una favela, pero que por el hecho de estar pacificada, han creído que estarían seguros en ella.
Según ella, el grupo incluso habían comentado que se sentían más seguros por el hecho de haber policías en las calles de la comunidad.
«Ellos sabían que era una favela, pero desconocían que era una área peligrosa. Entendían que sería un escenario, un territorio tranquilo para pasear. Vieron policías circulando y por eso se sintieron más seguros, cuando la verdad, era exactamente lo contrario», ha explicado ante la prensa.
Aragão ha afirmado que la policía está investigando si los tres españoles realmente «fueron alertados por la guía y el conductor sobre el escenario» al que iban y ha advertido del desconocimiento de muchos extranjeros a la hora de entrar en comunidades de Río de Janeiro.
«Vemos a varios turistas siendo abordados y robados en lugares conocidos como peligrosos. Los ciudadanos brasileños tienen la información, pero los extranjeros no».
Según ella, «hacer turismo donde hay operaciones policiales siempre conlleva una posibilidad de tiroteos. La Policía está allí para proteger al ciudadano, pero cualquiera puede ser víctima», ha afirmado.
Los incidentes de turistas en favelas se han repetido en los últimos meses, aunque habitualmente los agresores son delincuentes y las víctimas acceden por error a las comunidades, como ocurrió en agosto con una inglesa tiroteada en Angra do Reis o el pasado diciembre, cuando un motorista italiano fue confundido con un policía en una comunidad de Río.
Según estimaciones oficiales, en Río de Janeiro se registra una media de un tiroteo cada dos horas y, desde enero, han muerto más de 4.000 personas en actos de violencia, entre ellos más de 100 policías.