Los españoles cobran un 22% más que las españolas, según un estudio
La brecha salarial es menor (11%) cuando la empresa está liderada por una mujer
Una investigación realizada por Carolina Martínez Moreno, catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Oviedo, constata que la llamada “brecha salarial” es un hecho socioeconómico generalizado y no un mito o una falsa creencia de orden ideológico y la sitúa en España, según los últimos datos, en un 22%.
Según la autora del estudio, los factores desencadenantes de la brecha resultan múltiples y complejos y en ocasiones enmascaran «discriminaciones indirectas entre mujeres y hombres, resabios históricos, ideas estereotipadas o meros prejuicios«.
Así, el primero es la segregación ocupacional, horizontal y vertical dada la dificultad de las mujeres para acceder a determinadas profesiones y para progresar en ellas. Por su parte, el segundo sería la minusvaloración del trabajo desarrollado por mujeres y la hipervaloración del masculino, que tienen su reflejo en los sistemas de clasificación profesional, en las jerarquías de los puestos de trabajo y en los salarios.
El tercer factor lo constituye, según la investigación, la división sexual del trabajo y los distintos tiempos que con carácter general dedican mujeres y hombres a tareas productivas, a la actividad profesional o laboral, y a las labores de cuidado o domésticas.
“Resulta indiscutible la repercusión que la maternidad tiene en las trayectorias profesionales de las mujeres trabajadoras”, afirma Martínez Moreno que plantea como solución «una decidida y honesta acción política y de la contribución de todo el cuerpo social» al margen del «gigantesco» dispositivo de normas internacionales, europeas y nacionales o internas dedicadas a intentar garantizar la efectividad del principio de igualdad.
El trabajo se ha realizado combinando diversos informes, mediciones y datos provenientes de distintas fuentes oficiales junto a las evidencias obtenidas a través de los casos resueltos por los tribunales y de la jurisprudencia existente, así como de otros estudios científicos realizados en España y en el extranjero.
Según la autora es difícil dar una cifra exacta de la brecha debido a la multiplicidad de fuentes existentes y a la disparidad de criterios de medición que se utilizan. Así, Eurostat situó la media en 2017 de la UE en un 16%, con diferencias de hasta veintidós puntos entre países.
En el caso de España, la brecha “no ajustada”, es decir, la que no elimina otras variables como sector, tipo de empresa, formación y cualificación, edad o nivel, se situó en 2017 en el 15%. En cuanto a los datos de 2017 de la Encuesta de Estructura Salarial del INE, los salarios medios anuales de las mujeres fueron inferiores a los de los hombres aproximadamente en un 22%.
El trabajo ha obtenido el II Premio de Investigación en Igualdad y Género que concede el Aula Igualdad y Género Lola Martínez de la Universidad de Castilla-La Mancha, un galardón dotado con 1.500 euros y la publicación del estudio, que aborda las causas de la brecha salarial de género y la discriminación retributiva así como las vías para combatirlas.
Por su parte, la profesora de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos Rosa Belén Castro ha constatado este lunes durante la jornada «Liderando el camino hacia la igualdad de género en el mercado laboral» que La brecha salarial se reduce cuando las empresas están dirigidas por mujeres: cuanta mayor es la participación de las directivas, mejores son las condiciones laborales para todas las trabajadoras de la plantilla, no sólo de las ejecutivas.
En las empresas lideradas por mujeres (un 23%), la brecha salarial es del 11%, mientras que aquellas en las que los puestos ejecutivos están copados por hombres esa diferencia en los sueldos sube al 29%.
Si bien es cierto que la brecha es menor en las empresas dirigidas por mujeres, también lo es que estas compañías suelen integrar sectores de salarios bajos, ha sostenido Castro, que ha abogado por fomentar la incorporación de la mujer en todos los sectores, pero particularmente en aquellos tradicionalmente masculinizados, que suelen tener mayores salarios y valoración social.
Belén Castro ha asegurado que se tardará 200 años en cerrar la brecha de género. «Hay una discriminación completa que empieza en la educación», ha lamentado el subdirector general de programas del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, Luis Simó, quien ha destacado que la desigualdad laboral inhibe el crecimiento económico y es responsable de la pérdida de 370.000 millones de euros al año en la Unión Europea.
Desde la Fundación Mujeres han puesto en marcha una campaña de sensibilización para romper la brecha de género en el mercado laboral en la que hace hincapié en que la diferencia en el número de afiliaciones a la Seguridad Social del 7,73%, del 11% en la tasa de actividad y del 3,29% en la del paro.