Mario Draghi, el expresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha aceptado el encargo de formar un Gobierno de emergencia en Italia, después de que fracasaran las negociaciones políticas para reeditar el Ejecutivo de Giuseppe Conte.
Lo más importante: Draghi deberá constatar si cuenta con una mayoría en el Parlamento, una tarea que no será fácil pues la fuerza mayoritaria, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), que ha perdido el Gobierno, ya ha adelantado que no le apoyará, así como la ultraderecha.
«Es un momento difícil, el presidente ha recordado la dramática crisis sanitaria y sus graves efectos en la vida de las personas, en la economía y la sociedad. La emergencia requiere soluciones a la altura. Respondo positivamente al llamamiento del presidente», ha dicho Draghi tras reunirse con el jefe del Estado, Sergio Mattarella. Este le ha asignado esta misión para afrontar de forma inmediata la crisis económica y sanitaria derivada de la pandemia y como alternativa a un adelanto electoral.
Para salir de esta crisis el presidente de la República ha optado por un Gobierno «de alto perfil» e «institucional», encargado a un técnico como Draghi, muy apreciado en el país, y ha llamado a los partidos del Parlamento a apoyarlo.
Draghi, que ha aceptado el encargo con reservas, como indica el protocolo, emprenderá ahora una negociación con los distintos partidos políticos, a los que ha pedido «unidad y diálogo» para dar «una respuesta responsable y positiva» en estos momentos difíciles. Pero en el escenario político actual, marcado por la confrontación, no será una tarea sencilla.
Por el momento se han declarado favorables a apoyar a Draghi el Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Italia Viva (IV, centro), la Forza Italia (FI) del conservador Silvio Berlusconi y formaciones menores del Grupo Mixto como «Más Europa» o los centristas. Pero Draghi contará con el «no» del Cinco Estrellas y de la ultraderechista Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, que exige elecciones animada por los buenos sondeos electorales.
Su socio, el también ultraderechista Matteo Salvini, segunda fuerza del Parlamento, también prefiere elecciones, si bien esperará a escuchar qué quiere hacer el exbanquero en el Gobierno.
Tras aceptar hoy «con reservas» el encargo de Mattarella, Draghi se pondrá a trabajar en su programa de Gobierno y en su equipo de ministros y después emprenderá una ronda de consultas con los distintos partidos para buscar su apoyo. Si logra sumar respaldos, Draghi volverá en los próximos días al palacio romano del Quirinale, sede de la Jefatura del Estado, para aceptar el cargo definitivamente, presentar a Mattarella su lista de ministros y realizar después el juramento.
Por último deberá someterse a la investidura de los dos tramos del Parlamento, el Senado y la Cámara de los Diputados.
Esta crisis de Gobierno se ha producido tras la dimisión del anterior primer ministro, Giuseppe Conte, cuya coalición, del Cinco Estrellas, PD y la izquierdista Libres e Iguales, perdió la mayoría absoluta tras el abandono de la Italia Viva de Matteo Renzi.
Este exigía planes más ambiciosos para el Plan de Recuperación para la pandemia[contexto id=»460724″] y, aunque Mattarella intentó un acercamiento, las negociaciones fracasaron ayer martes.