May está “decidida” a llevar a cabo el Brexit sin retrasos y no pedirá una extensión del plazo
La primera ministra británica, Theresa May, ha afirmado que está “decidida” a que Reino Unido abandone la Unión Europea el 29 de marzo, la fecha prevista para que el país salga del bloque europeo, y ha dicho que no pedirá a Bruselas una extensión de este plazo.
La primera ministra británica, Theresa May, ha afirmado que está “decidida” a que Reino Unido abandone la Unión Europea el 29 de marzo, la fecha prevista para que el país salga del bloque europeo, y ha dicho que no pedirá a Bruselas una extensión de este plazo.
May quiere renegociar el acuerdo del Brexit con los líderes comunitarios en los próximos días con el objetivo de modificar la polémica salvaguarda para evitar una frontera física en Irlanda del Norte, aunque, por el momento, la Unión Europea ha descartado modificar el pacto con Reino Unido.
«Cuando regrese a Bruselas para batallar por Gran Bretaña e Irlanda del Norte lo haré armada con un nuevo mandato, nuevas ideas y una renovada determinación para acordar una solución pragmática«, ha dicho la primera ministra en un artículo publicado en el diario The Sunday Telegraph.
El Parlamento británico aprobó la semana pasada una enmienda que insta al Gobierno a negociar “arreglos alternativos” a la cláusula de la salvaguarda irlandesa.
El presidente del grupo parlamentario conservador, Graham Brady, que propuso esa enmienda en la Cámara de los Comunes, «estaría conforme asimismo si la salvaguarda tuviera una limitación temporal o un mecanismo de salida unilateral».
Por su parte, el viceprimer ministro irlandés, Simon Coveney, insiste en que la Unión Europea no renegociará el tratado de salida y no aceptará ningún acuerdo que no incorpore una cláusula de seguridad para Irlanda del Norte.
«La salvaguarda es necesaria para todos nosotros. No se trata de comercio o de economía, sino de personas y de paz», sostiene Coveney en un artículo en The Sunday Times.
Este polémico mecanismo de salvaguarda, que ha puesto en peligro el pacto del Brexit con la Unión Europea, asegura que no se levantará una frontera entre las dos Irlandas mientras Londres y Bruselas no hayan alcanzado un nuevo acuerdo de comercio bilateral, lo que todavía puede tardar años.
Los conservadores más euroescépticos consideran que esos planes dejarán a Reino Unido integrado en las estructuras de la Unión Europea hasta que se firme un nuevo tratado comercial, lo que dificultará que el país firme nuevos pactos comerciales con terceros países.
Fue este rechazo el que llevó a una amplia mayoría del Parlamento británico a rechazar el 15 de enero el acuerdo entre Bruselas y Londres para el Brexit, lo que ha obligado a Theresa May a presentar un plan alternativo y a volver a negociar las condiciones con Bruselas, informa Efe.