Oughourlian bloquea la televisión de Prisa pese a que Moncloa garantiza una licencia en abierto
El grupo se ahorraría unos 20 millones de euros en 10 años si es que gana el concurso de una nueva TDT nacional
Joseph Oughourlian (el segundo de izquierda a derecha), presidente de Prisa, junto a su equipo directivo. | Isabel Infantes, Europa Press.
Moncloa se ha sacado de la manga una nueva carta para que Prisa pueda tener su propia televisión en abierto, gracias al reordenamiento del espacio radioeléctrico que el Ministerio de Transformación Digital está realizando y que dejará espacio para un nuevo canal de difusión nacional. Sin embargo, las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el presidente del editor de El País y Cadena Ser, Joseph Oughourlian, sigue sin estar convencido del proyecto promovido por su director de contenidos y asesor de Pedro Sánchez, José Miguel Contreras.
El Gobierno ha acelerado el plan para incorporar nuevos canales en ultra alta definición (UHD) a la oferta de televisión digital terrestre (TDT), utilizada en España desde el año 2010. La idea es hacer una reorganización del espectro para estas nuevas señales, lo que dejaría sitio a una nueva cadena en abierto, un proceso que estaría concluido técnicamente entre final de este año y comienzos de 2025. Este diario ha podido confirmar que no está decidido si se sacará a concurso esta licencia, aunque en el sector dan por hecho que habrá una subasta en el primer semestre del próximo año… y con Prisa como favorito.
Pero en el propio grupo existen grandes reticencias para lanzarse a esta aventura. Este diario ha publicado que desde Moncloa se presiona desde hace meses a Oughourlian para que dé luz verde al proyecto, aunque todavía sin éxito, lo que ha hecho que oficialmente el plan no esté en marcha ni esté asegurado, pese a que Contreras lleva trabajando en la nueva televisión desde comienzos de este año.
Sinergias con Prisa
Desde que Pedro Sánchez lograse los apoyos necesarios para ser investido en noviembre, Contreras planteó la necesidad de reforzar su presencia mediática en televisión. Con RTVE no es suficiente para enfrentarse a un ecosistema mediático que consideraba hostil y tampoco con el altavoz de Prisa a través de su radio y sus diarios. Moncloa vio con buenos ojos el proyecto y dio su bendición a una cadena eminentemente informativa y que buscase sinergias entre las redacciones de Cadena Ser y El País con el altavoz de una televisión de alcance nacional al servicio del presidente.
Desde el punto de vista comercial, Contreras ha visto un filón y una nueva ventana para situar sus producciones. Recordemos que LaCoproductora, fundada por él y vendida a Prisa en marzo de 2022, se ha convertido en los últimos tres años en uno de los principales proveedores de RTVE con poco más de 20 millones de euros en tres años.
Pero el fundador de Globomedia y su mano derecha, Fran Llorente, actual director del área de vídeo de Prisa Media, no han logrado convencer a Oughourlian para aprobar el proyecto. Las reticencias del empresario pasan por el elevado coste que significa embarcarse en una aventura de este calado, en especial si consideramos la compleja situación financiera de la compañía, con una deuda financiera de unos 800 millones y un patrimonio negativo de 428 millones.
Costes de emisión
El plan inicial de Contreras pasaba por el alquiler de una licencia con un coste de 1,5 a dos millones de euros al año. A ello hay que sumar el pago del transporte de la señal a Cellnex, cercano a los cuatro a cinco millones, costes de plantilla y parrilla de programas por otros dos millones y un plan de marketing para que los espectadores conozcan la nueva cadena, con otro millón. Unos nueve millones de euros al año en total por la parte baja de la horquilla.
Las conversaciones de Contreras para alquilar una televisión-con cadenas como Ten o Gol TV- encallaron porque el precio que presupuesto de Prisa era muy escaso. Ante esto, Moncloa activó el plan b que consiste en facilitar esta televisión para el editor de El País con una licencia, acelerando el proceso de ordenación de espectro, pese a que la obligatoriedad de emitir en UHD solo existe a partir de 2030.
Las fuentes consultadas por este diario indican que con esta concesión Prisa podría ahorrarse unos 20 millones de euros, equivalente al coste de alquiler durante los diez años que duran las concesiones de TDT del Gobierno. Pese a ello, las reticencias de Oughourlian continúan, ya que considera que -incluso con una licencia- el coste no bajaría de los seis millones al año, una inversión inviable para las cuentas del grupo.
Mercado publicitario
El mercado actual de las televisiones privadas solo deja unos 110 millones de euros en publicidad al año para una cadena con las dimensiones que quiere lanzar Contreras. Un montante que ya se reparte entre Trece, DKISS, Ten, Gol TV, Real Madrid Televisión, Disney Channel, Paramount Network y DMAX y que no ha crecido en un lustro. Por ello, Prisa deberá ganarse a pulso su cuota ante televisiones que llevan casi una década en el mercado.
Ante esta situación, los promotores de la televisión de Prisa advierten que tener una licencia de TDT en abierto es un activo que no necesariamente debe estar unido a tener un canal de televisión propio. Unidad Editorial tiene dos licencias, pero las alquila a Gol TV y DMAX, lo mismo que Squirrel, que hace lo propio con Disney Channel y Paramount. Y el equipo de Contreras utiliza este argumento para intentar ganar enteros en los despachos de Miguel Yuste.
