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La retirada de Prisa abre una guerra por la nueva televisión que promueve el Gobierno

Al grupo liderado por José Miguel Contreras podrían sumarse Atresmedia, Mediaset, Godó o incluso Telefónica

La retirada de Prisa abre una guerra por la nueva televisión que promueve el Gobierno

El ministro para la Transformación Digital, Óscar López, responsable de la adjudicación de la nueva cadena de TDT. | David Zorrakino / Europa Press

José Miguel Contreras, Atresmedia, Mediaset, Godó…. y Telefónica. El Gobierno tiene pensado sacar a concurso una nueva televisión en abierto antes del verano y la lista de posibles interesados no es menor ante la posibilidad de tener una TDT de alcance nacional. Moncloa publicó esta semana en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre, con el que se liberará el espacio para una frecuencia en alta definición (HD) y se espera que comience en abril a elaborar los pliegos de un concurso que debería lanzarse entre mayo y junio, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE en fuentes conocedoras.

Esto supone que los potenciales candidatos apuran sus proyectos para presentarse en condiciones en un concurso que -dicen las fuentes del Gobierno contactadas por este diario- está más abierto que nunca. Desde que el Ejecutivo confirmó a las cadenas de televisión hace ya casi un año que abriría espacio para una nueva TDT se ha especulado con que el único destinatario posible era una televisión afín, y que el proyecto de José Miguel Contreras y Global Alconaba, originalmente unido al grupo Prisa, sería el ganador sin ningún tipo de oposición.

Sin embargo, el rechazo del grupo editor de El País a apoyar a sus accionistas españoles y los reveses que han vivido en su lucha con el presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, han hecho que las cosas no estén tan claras en La Moncloa. El primer golpe lo vivieron con el rechazo del consejo a participar en la nueva televisión, además de sin aportación financiera, sin recursos editoriales (plantilla o instalaciones) ni apoyo con la producción de programas. Un punto clave que abarataba considerablemente los costes de una cadena que prevé nacer con 20 millones de presupuesto para tres años.

Guerra en Prisa

A ello hay que sumar que en lo que va de guerra, Global Alconaba, Adolfo Utor y Diego Prieto han sufrido más percances, lo que complica mucho sus planes de arrebatar la presidencia a Oughourlian. Prisa aprobó esta semana una ampliación de capital y activó el canje de bonos convertibles para la entrada de fondos afines que darían el control al empresario franco-armenio con casi el 50% del capital, además de diluir a todo el resto de los accionistas que -incluso juntos- tendrían casi imposible llegar a contar con una mayoría para desbancarle.

Una situación que, además de debilitar el proyecto, ha hecho que los asesores de La Moncloa recelen del grupo de accionistas españoles que prometieron a Pedro Sánchez una televisión afín apoyada por el grupo Prisa. Un mes después de que estallaran las hostilidades, la compañía ha salido de la órbita de influencia del Gobierno y nada parece indicar que se sume, ni a medio ni a largo plazo, a la cadena liderada por José Miguel Contreras. Una situación que -indican desde algunos sectores del Ejecutivo- abre las posibilidades de que la adjudicación no sea para una cadena de la órbita de este grupo… O al menos no solo para ellos.

Lo primero que parece claro es que el concurso no se frenará y no esperará a que se solucione la guerra de Prisa. Prueba de ello es la aprobación del plan de TDT esta semana, lo que acelera todos los plazos. El proyecto publicado en el BOE indica que «la cuarta parte de la capacidad que queda sobrante en el múltiple digital MPE5 será objeto de adjudicación a través de la convocatoria de concurso para el otorgamiento de una licencia para prestar el servicio de comunicación audiovisual televisivo de ámbito estatal con resolución HD». Y que una vez adjudicada esta licencia se pondrá en marcha el resto de canales en UHD. Esto supone que la velocidad del plan de TDT depende de que se ponga en marcha este concurso.

Televisión de Telefónica

En cuanto al grupo de accionistas españoles, su plan para presentarse al concurso sigue adelante, y para ello ajustaron las participaciones accionariales de la sociedad del canal y así repartirse el 30% que estaba destinado al grupo Prisa. Por el momento, no tienen pensando dar paso a ningún nuevo inversor, pero en algunos medios se especula con que el Gobierno podría presionar a Telefónica para que aporte apoyo industrial al proyecto en forma de inversor minoritario. Un apoyo que les negó el grupo editor de El País y la Cadena Ser.

En cualquier caso, fuentes del sector audiovisual consultadas por este diario dudan de que Contreras y su grupo se presenten al concurso. Creen que han quedado muy tocados con la guerra de Prisa y sostienen que el Gobierno ya busca alternativas. De hecho, hay quien cree dentro del Ejecutivo que la entrada de la operadora, a través de Movistar+, como principal adjudicatario de la televisión en abierto podría ser mucho más eficaz y solvente.

Capacidad de producción tienen de sobra, aunque tras la última reestructuración de su parrilla la realización de programas propios ha quedado bastante mermada. Ahora mismo, el proyecto que en su momento tuvo el grupo de hacer una televisión similar a lo que fue Canal+, a través de #0, se ha quedado en nada, por lo que intentar hacer una cadena en abierto y generalista supondría una importante inversión para el grupo de telecomunicaciones.

Atresmedia y Mediaset

Pero no sería la única televisión interesada. Estas mismas fuentes dan por hecho que Atresmedia y Mediaset se presentarán al concurso. El editor de Antena 3 tiene una cadena menos y que nunca ha ocultado su deseo de tener otra frecuencia que les permita equiparar el mix comercial de su principal rival. Nadie duda de que estos son los únicos dos grupos capaces de poner en marcha una televisión comercial con solvencia industrial y financiera y tampoco son sospechosos de vender o alquilar la frecuencia en el futuro, algo que ya es preocupantemente habitual en el actual panorama de la TDT en abierto.

El hándicap de los dos grupos es que ya tienen seis y siete canales, respectivamente, y no parece justificable desde el punto de vista del fomento del pluralismo que se les pueda adjudicar otra señal de televisión. Por otro lado, ninguna de las dos cadenas tiene entre sus planes hacer una televisión militante -ni política- que apoye a Pedro Sánchez, como es el objetivo del Ejecutivo.

Y es aquí donde se hacen fuertes las opciones del grupo Godó. El editor de La Vanguardia lleva meses diciendo en privado que se sienten capacitados para tener una televisión en abierto. Después de la venta de su frecuencia en Cataluña, creen que pueden dar el salto a nivel nacional y todo parece indicar que se presentarán al concurso. A su favor juega que tienen la capacidad periodística y mediática que el proyecto de Contreras pierde sin Prisa y su cercanía a Sánchez, lo que les hace ganar muchos enteros de cara a las eventuales propuestas de Atresmedia y Mediaset.

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