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La inviable venta de Prisa: patrimonio negativo de 368 millones, deuda de 780 y valor a la baja

El pasivo sigue siendo el principal problema para una compañía que en 2024 pagó 82 millones de euros sólo en intereses

La inviable venta de Prisa: patrimonio negativo de 368 millones, deuda de 780 y valor a la baja

Fachada de una de las sedes del grupo Prisa en Madrid. | Europa Press

El grupo Prisa sigue manteniendo una delicada situación financiera, pese a tres inyecciones de capital en los últimos 24 meses y a la reestructuración de su deuda que se firmó hace una semana. Fuentes financieras y analistas con los que ha hablado THE OBJECTIVE señalan que los números son preocupantes y que los futuros pagos del pasivo obligan a una fuerte reducción de costes y de su perímetro; por tanto, desaconsejan cualquier hipotética venta de la que se ha estado hablando en la prensa en las últimas semanas después del fracaso de los accionistas rebeldes de intentar desalojar al presidente no ejecutivo, Joseph Oughourlian.

Este miércoles Prisa celebra su Junta General de Accionistas con la única incógnita por resolver: si finalmente Oughourlian desalojará del consejo de administración a los rebeldes. Las fuentes consultadas por este diario indican que los accionistas liderados por José Miguel Contreras y Andrés Varela no moverán ficha al no conseguir los apoyos necesarios para apartar al presidente. En el último mes, el empresario armenio llevó a cabo una conversión de bonos y una ampliación de capital para conseguir el apoyo del 50% del capital, bloqueando cualquier movimiento para apartarle.

Tras renunciar al plan de destituir al presidente, los rebeldes comenzaron a buscar financiación para ofrecer 400 millones de euros por la Cadena Ser y El País. Hace un mes, El Economista publicó que estaban negociando con el magnate checo dueño de Caprabo, Daniel Kretinsky, y con Alex Soros, el hijo del multimillonario Georges Soros. En paralelo, siguen los contactos del entorno de Oughourlian para valorar la posibilidad de vender Prisa. Su primera opción sigue siendo una opa por más de 700 millones (aunque la empresa valga 550 millones en bolsa), pero no se descarta una venta por trozos en la que Mediaset podría estar interesada en la Cadena Ser.

Desequilibrio patrimonial

Sin embargo, las fuentes financieras con las que ha hablado este diario desaconsejan una venta del grupo en todos los escenarios (tanto desde el bando de los rebeldes como de algún inversor cercano a Oughourlian), ya que su salud financiera sigue siendo débil. La primera señal de alarma es la situación patrimonial. Las cuentas de 2024 reflejan que existe todavía un patrimonio negativo de 368 millones de euros, pese a que en los últimos dos años se han inyectado 230 millones en dos bonos convertibles que se han computado directamente como patrimonio.

La sociedad (editora de El País y la Cadena Ser) está en situación de desequilibrio patrimonial por «la reducción del patrimonio neto por debajo de dos tercios de la mitad del capital social». Según la legislación vigente, esto supondría la causa de disolución de la sociedad, «siempre y cuando no sea procedente solicitar la declaración de concurso». No obstante, Prisa evita esta situación de desequilibrio, ya que esta norma rige sólo para las sociedades individuales y no para las consolidadas. Un tecnicismo que le salva de la quiebra, pero que no oculta la compleja situación financiera.

Por otro lado, Prisa firmó la reestructuración de su deuda hace una semana. Solo se sabe que se amplían sus vencimientos hasta 2029 (antes era 2027) con una “mejora del coste medio de su deuda”, Ahora el tramo de deuda súper senior vencerá en junio de 2029, mientras que la deuda senior lo hará en diciembre de ese mismo año. “Además, el acuerdo adecúa los ratios financieros exigidos por las entidades acreedoras a las perspectivas actuales de la compañía y del mercado”, dice el grupo. El nuevo marco contempla el repago íntegro del tramo de deuda junior, de 40 millones, para lo que utilizará el dinero recaudado en la última ampliación.

Deuda de Pimco

Después de la reducción de estos 40 millones, la deuda total se queda aproximadamente en unos 780 millones de euros incluyendo arrendamientos, de los que Pimco se sigue quedando con 575 millones. Prisa ha pagado la deuda junior que cobraba un interés de euribor más 8%, pero sigue quedándose con la senior que -antes de la refinanciación- exigía un pago de euribor más 5%, 5,25% en el caso de su principal tenedor. En el sector no se cree que estos ratios hayan bajado demasiado con la reestructuración por la necesidad de retrasar los pagos en dos años.

El peso de los intereses de la deuda no es menor, ya que ha significado una de las grandes losas de Prisa en los últimos años. Las cuentas de 2024 indican que se pagaron intereses de 82 millones, 86 millones de 2023. Una situación a la que se ha llegado por la subida de los tipos de interés y porque casi la totalidad del pasivo del grupo estaba referenciado a tipo variable. El año pasado el tipo de interés medio nominal de la deuda financiera con entidades de crédito fue del 8,93%

Considerando sus flujos de caja futuros (asfixiados por el pago de la deuda y de los intereses), un negocio de Educación (Santillana) estancado y uno de medios con ingresos publicitarios con pocas perspectivas de crecimiento, analistas independientes consultados por este diario sugieren que la deuda pendiente “supera niveles sostenibles», por lo que el riesgo de impago es grande si no se realiza una profunda revisión y reducción de sus costes. Precisamente para reducir el pasivo lo antes posible.

Valoración de Prisa

Una mix financiero que -indican- reduce considerablemente el precio real que se podría pagar. Los analistas consultados que han hecho números sobre Prisa indican que no vale las cantidades de las que se ha hablado en la prensa, ni 400 millones los medios ni 700 toda la compañía. La valoración que expertos independientes están haciendo desde que estallara la guerra por el control habla de 400 millones por todo el grupo, en una estimación generosa.

La valoración de los medios estaría en los 320 millones, aplicando un coeficiente de seis veces ebitda (53 millones), mientras que Santillana estaría en unos 820 millones, con un múltiplo de ocho veces sus beneficios operativos brutos en torno a los 103 millones. Todo el grupo estaría valorado en 1.140 millones, aunque habría que restarle la actual deuda de unos 780 millones que se quedaría con el comprador. Con ello, el valor final quedaría cerca de los 400 millones, por debajo de los 550 millones que actualmente vale en bolsa y que reduciría el 30% de Amber a 170 millones.

Unos números que en todos los casos desaconsejan una venta, ya sea de los rebeldes o de un interesado que logre cerrar un pacto con Oughourlian. Está claro que Moncloa no admitirá que este comprador de Prisa sea alguien ajeno, pero incluso en esta hipótesis los analistas sugieren que antes se deberá hacer un fuerte ajuste de costes para reducir deuda y ser viable a corto plazo. Números que están haciendo también los posibles interesados y que explican que -por el momento- nadie se atreva a negociar formalmente por la compañía.

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