Guerra por LaLiga y la Champions: del 'farol' de Tebas con Amazon a las dudas de Movistar
Telefónica deberá gastarse al menos 1.400 millones al año para mantener las dos máximas competiciones de fútbol

El presidente de LaLiga, Javier Tebas.
La guerra televisiva por LaLiga y la Champions League entra en tiempo de descuento. Este martes expiró el plazo para presentar las ofertas por el campeonato europeo de clubes –lo que abre la etapa de negociación– y hasta el próximo 28 de noviembre podrán hacerlo las televisiones interesadas en el campeonato español. Si todo marcha sin sobresaltos, podrían conocerse los ganadores antes de final de año o, como tarde, a comienzos de 2026. Por primera vez, los dos derechos deportivos más importantes podrían decidirse casi al mismo tiempo y además por periodos similares. Y quien haga la puja más alta podrá asegurarse las competiciones con mayor tirón televisivo por –al menos– las próximas tres temporadas.
Como en todas las licitaciones, los que ofrecen el producto quieren aumentar los ingresos, y los interesados tratan de asumir la menor subida posible. En el caso de LaLiga, a finales de 2021 recibió 4.950 millones por cinco años, a razón de 990 por temporada, el 55% abonado por Telefónica –que se quedaba con una jornada en exclusiva– y el resto para la operadora de capital ruso Dazn. En el ciclo anterior, Movistar había pagado 1.035 millones por cada una de las tres temporadas contratadas. Y en el caso de la Champions, el único ganador fue la compañía española tras desembolsar 960 millones por tres años en la subasta de agosto de 2023, una pequeña rebaja respecto a 2021 y de 2018. En los dos casos, las pujas estuvieron marcadas por la pandemia, cuando los eventos deportivos perdieron valor tras un año en dique seco y sin público en los estadios.
Pero ahora, en pleno boom de los eventos deportivos, las patronales buscan una importante subida. Para ello, la gran baza de LaLiga y de la UEFA son las grandes plataformas estadounidenses que ya tienen presencia en campeonatos domésticos y en las ligas más populares de Estados Unidos. Efectivamente, existe un interés de Amazon Prime Video, Netflix, YouTube y Apple TV por desembarcar en suelo europeo, ya sea con todos los derechos o con parte de ellos. Incluso el fantasma de Amazon ha sobrevolado los derechos del campeonato español desde la puja (tender) de 2017.
Irrupción de las plataformas
El organismo presidido por Javier Tebas lleva avisando de la llegada del gigante internacional desde hace casi una década, pero en la práctica nunca ha realizado una oferta formal. Tampoco lo han hecho ninguna de las grandes plataformas, ni en LaLiga ni en la Champions. Por el contrario, esta amenaza siempre ha sido vista en el sector como un farol de Tebas para que los realmente interesados subieran sus ofertas. Los únicos que concurrieron en la última subasta del campeonato español fueron la estadounidense Relevent y Dazn, que se llevó la mitad del paquete con cinco partidos de Liga. Tenedores de derechos tradicionales y plataformas de deporte que están muy lejos del glamour de los Amazon, Netflix o Disney. Por tanto, la duda es saber si efectivamente se presentarán este año o si -como ha ocurrido en el pasado- seguirán sin mover ficha.
En el caso de la LaLiga, las fuentes consultadas no descartan que alguno de ellos acabe presentándose para quedarse con los derechos desde la temporada 2027/28 hasta la 2031/32. Y uno de los que podría tener más posibilidades sería Amazon. Sin embargo, se descarta completamente una arremetida masiva de las plataformas y que –además de Amazon– pujen Netflix, Disney+, Apple o YouTube. «Sería imposible», dice un directivo del sector televisivo a este diario. «Como mucho, sería uno de ellos y tampoco creo que lo hagan con una oferta por todo el paquete». Esto implica que en el mejor de los casos podría quedarse con un partido o con la mitad de los encuentros y compartir el campeonato con alguno de los players tradicionales.
En el caso de la Champions League, donde se ha lanzado una única licitación para los cinco principales mercados europeos (España, Reino Unido, Italia, Francia y Alemania) por cuatro temporadas, es posible que los gigantes audiovisuales tengan más posibilidades, porque por primera vez se ofrecerán paquetes audiovisuales de una sola jornada. Además, se creará una plataforma global para ofrecer el mejor partido del martes y del miércoles en estos países, lo que abre la posibilidad de tener muchos actores. En el sector se cree que la clave para elevar los ingresos es tener el máximo número posible de adjudicatarios. Y en los dos casos, LaLiga y la Champions, el objetivo pasa al menos por elevar un 10% la recaudación de la última subasta.
Posición de Movistar
Es aquí donde irrumpen los de siempre. Y dentro de ellos, el primer candidato en Movistar+. La operadora de televisión de Telefónica se presentará a todo, aunque mirando de reojo la irrupción de los gigantes digitales, lo que reduce sus probabilidades de éxito. Pese a ello, dentro de la operadora hay optimismo. «No estamos tan mal y podemos tener más opciones de las que nos dan», indica un directivo en privado. Algo que comparten en el sector al indicar que Telefónica es un socio fiable y lo ha sido en la última década, lo que genera confianza en LaLiga y la UEFA.
La compañía presentó hace dos semanas su plan estratégico con la reducción de la deuda y el flujo de caja como dos de sus principales objetivos. Una disciplina financiera que ha puesto en pausa sus planes de crecimiento a medio plazo. Con este panorama, financieramente parece difícil gastar al menos 1.400 millones por cada una de las temporadas que logre unir LaLiga y La Champions. Sin embargo, el propio CEO de Telefónica, Emilio Gayo, indicó tras la presentación de la hoja de ruta que los deportes seguían siendo uno de los ejes de su estrategia audiovisual y que su objetivo era que sus abonados tuvieran a su disposición los dos grandes eventos core del mercado. Esto supone pujar a todo y –si no ganan las subastas– comprar a un tercero el derecho a poder emitir estos dos campeonatos.
Para nadie es un misterio que la estrategia de captación de abonados de Movistar+ se basa en gran medida en poseer Liga y Champions, una baza que ha explotado incluso para su plataforma de bajo coste con un partido a la semana de cada una de estas competiciones. Esto les ha permitido recuperar la senda de crecimiento de sus abonados de televisión (que ya llegan a los 3,67 millones) y acercarse a su récord histórico de 4,11. Por ello, no emitir estos dos eventos deportivos podría significar un duro varapalo. Si no ganan las subastas la única duda estará en ver si adquirirán los derechos a terceros por todos los años que dure el contrato (de tres a cinco), como hicieron con Dazn al adquirir su mitad de la Liga; o si optarán por el modelo Orange, que implica adquirir año a año, y con diferente coste, los dos campeonatos.
Dazn y Mediapro
Es aquí donde irrumpe Dazn. Desde la última subasta en España, la plataforma se ha fortalecido y ha arrebatado importantes eventos a Movistar, como la Fórmula 1, la NBA o la NFL. Su gran sueño es emitir la Champions League, para lo que pujarán fuerte esta temporada. Es en principio el gran favorito para quedarse con todo, ya que cuenta con solvencia financiera y un mercado global en el que ha demostrado que puede emitir grandes eventos (ya lo hizo con el Mundial de Clubes el verano pasado). En LaLiga, su mayor rival puede ser el plan de Tebas de diversificar los proveedores para ingresar más dinero; y en el caso de la Champions, lo serían las grandes plataformas. Pese a ello, a favor de Telefónica juega la buena relación que mantienen y contratos de cesión de derechos que ya cerraron la temporada anterior.
Pero probablemente no serán los únicos. Este diario ya advirtió hace unas semanas que Mediapro quería recuperar la fuerza como tenedor de derechos deportivos. Hace una década lo tenía todo e hizo un buen negocio al externalizar derechos a las operadoras de telecomunicaciones como Movistar, Vodafone y Orange. Pero actualmente no tiene nada y el fichaje de Sergio Oslé como presidente –exCEO de Movistar+ y vicepresidente de Telefónica España– se ha interpretado como un movimiento para recuperar la fuerza perdida. Si a eso se le suma que sus dueños, Orient Hontai Capital, tienen en venta su paquete mayoritario, una hipotética adquisición de los derechos de LaLiga y de la Champions League sería un gran activo para mejorar el precio de salida. Lógicamente, el objetivo sería cederlo posteriormente, pero en ello la productora catalana ya tiene camino recorrido.
¿Y las televisiones en abierto? Las fuentes consultadas indican que en ninguna de las dos subastas hay demasiado espacio para cadenas como Atresmedia, Mediaset o RTVE. Es verdad que la cadena pública ha pujado con éxito por grandes eventos como el Mundial de Fútbol, pero el margen de acción se limita a solo un partido a la semana. Para lo que sí habría espacio es para la cesión posterior de derechos de la final o para partidos puntuales de las últimas rondas en el caso de la Champions, aunque en este caso habría que cerrar un acuerdo también con la UEFA. En el caso de un encuentro semanal de LaLiga es posible, pero no sería ninguno que involucrase a equipos en competiciones europeas. Y aquí La 1 ya tiene la emisión de la Copa del Rey, con lo que –en teoría– cubrirían el cupo de partidos de equipos españoles en sus pantallas.
