«Como si fuera una pánfila»: Carmen Lomana explica su portazo a 'Y ahora Sonsoles'
La colaboradora cuenta en la radio los motivos que la llevaron a abandonar el programa de Sonsoles Ónega, tras sentirse ninguneada en directo
El nuevo espacio de las tardes de Antena 3 vive su primera crisis delante de todos los telespectadores. El pasado miércoles, 9 de noviembre de 2022, Carmen Lomana exhibió sus quejas a la presentadora ante las cámaras por no haber cruzado palabra en toda su intervención para la que fue citada, motivo por el cual Ónega tuvo que disculparse, admitiendo además el gran fallo por parte del programa.
«Me da igual. Si estorbo me voy, pero no quiero venir a hacer el paripé», llegó a decirle la empresaria a modo de ultimátum, a pesar de que Sonsoles prometió solucionar ese despiste con ella y darle el tiempo que se merecía en la siguiente participación. Algo que no ocurrirá, ya que Lomana decidió dimitir de inmediato como colaboradora de Y ahora Sonsoles, dando así portazo al programa que, en su etapa en Antena 3, también comanda Patricia Lennon, como ya hiciese en Telecinco al frente de Ya es mediodía.
Al día siguiente, Carmen quiso hablar de lo sucedido a través de sus redes sociales de manera escueta y sin entrar demasiado en detalles, pero lanzando un auténtico «dardazo» a la directora del programa. «Sonsoles es maravillosa, mis compañeros y las personas que trabajan ahí también, pero la directora Patricia Lennon no me quiere. Prefería que me lo hubiese dicho en vez de ningunearme», tecleó molesta la conocida celebridad en su cuenta oficial de Instagram.
Sin embargo, y aunque el citado espacio de la primera cadena de Atresmedia ha silenciado por completo esta abrupta salida de la colaboradora, la propia Lomana ha querido meterse en harina y ha transmitido cómo se ha sentido realmente y la verdadera razón por la que dijo basta a Y ahora Sonsoles. Ha sido durante su participación en el espacio radiofónico del fin de semana que comanda Cristina López Schlichting, en Cope: «Yo me di cuenta de que no era muy bien recibida. No por el equipo de gente que hay alrededor, que es maravilloso, sino por quien me tenía que haber recibido y haberme dicho: ‘¿Qué tal, Carmen? ¡Qué bien que estés aquí! Espero que te sientas a gusto’, que es lo que se dice cuando empieza un programa y es la primera vez que vas», indicó.
«Yo tenía que haber salido a las 19:10 o 19:15 horas, y eran las 19:35 y digo: ‘Bueno, ¿no salgo?‘. Me habían mandado la escaleta de lo que íbamos a hablar, pero ya lo habían hablado todo. Entonces, salí con una cara de cabreo, de la que no me di cuenta hasta que he visto las fotos. Digo: ‘Anda, qué fea me pongo cuando estoy enfadada’», continuó, desgranando su última tarde en el programa de Antena 3. «Hice el paseíllo con la música de La vida es bella y me senté. Y a partir de ese momento no me enfocaron. Bueno, sí, llegué, dije: ‘Buenas tardes’, ‘Felicidades a las Almudenas’, y ya no volví a decir ni mu», explicó en Fin de Semana Cope.
«Yo notaba que me habían puesto una silla en la esquina, que no me estaban enfocando las cámaras y que nadie me preguntaba nada ni podía hablar. Y dije: ‘Bueno, ¿pero yo a qué he venido aquí?’. Yo tenía un plan estupendo el día de la Almudena, y para venir aquí a que me ninguneen…», siguió comentando, tremendamente molesta por el desplante que, asegura, le hizo la directora Patricia Lennon. Y remató con otro dardo hacia el contenido del espacio de Antena 3: «A mí me gusta la televisión, comunicar y decir cosas interesantes, pero no venir aquí como un florero, como el convidado de piedra, para que me digan qué vestido más mono llevo, como si fuera una pánfila que no tengo criterio para hablar de las cosas que hablan ahí, que tampoco es algo que te mueres ni necesitas ser doctor en Filosofía».