El nuevo fracaso de Sardá calienta el ambiente en RTVE Cataluña tras su guerra contra Nolis
Según fuentes sindicales, ‘La gran confusión’ podría despedirse este próximo sábado de La 1 al promediar unas audiencias que rondan el 6% de ‘share’
¿El dinero da la felicidad? Esa es la ajada pregunta que en la medianoche de este pasado sábado intentaron responder en La 1 celebrities como Raquel Sánchez Silva, Antonio Canales, Elena Furiase, Judit Mascó o Belinda Washington, participantes en la última entrega de La gran confusión que lidera Xavier Sardà.
Fuentes de RTVE señalan a THE OBJECTIVE que el próximo sábado el show podría despedirse de la audiencia al emitirse la décima entrega pactada por el anterior presidente de la Corporación pública, José Manuel Pérez Tornero.
Pésimas audiencias
La gran confusión se estrenó el pasado 24 de septiembre en prime time y logró un positivo 9,1% de share que se explica en parte porque se lanzó precedido por un partido de la selección española que había anotado un soberbio 28,6%.
El espacio de debate, semana a semana, fue cayendo hasta que en su cuarta entrega anotó un preocupante 5,7%. Esta caída supuso que la pública lo relegase en la parrilla hasta un horario menos competitivo, las 00.15 horas.
Ni por esas Sardà ha mejorado demasiado sus datos. Este pasado sábado promedió un 6,6%, que se queda por debajo incluso de los bajos números que La 1 promedia en el mes de noviembre: el 8,7% de cuota de pantalla.
Sardà no se reencuentra con el éxito en televisión
Xavier Sardà cuenta con un currículum de altura en el que destacan varios éxitos radiofónicos (La Bisagra o La Ventana) y una colección de imponentes hits televisivos entre los que caben destacar Juego de niños, Moros y Cristianos y, especialmente, Crónicas Marcianas, que reinó ocho años en las madrugadas de Telecinco.
El periodista catalán decidió echar la persiana al late show en 2005 y desde entonces no ha conducido ni un solo programa que haya logrado funcionar en términos de audiencia: La Tribu (Telecinco), Usted perdone (Antena 3), ADN Max (DMax) o El pla Sardà (Betevé).
Estas decepciones fueron invitando que el periodista se reciclase como analista político en medios como La Sexta o RAC1, trincheras periodísticas desde las que defendió posiciones cercanas al PSC en momentos tan críticos para la formación como el que supuso el apoyo del PSOE a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que conllevó la intervención de la autonomía de Cataluña por parte del Estado español.
En 2019 Sardà abandonó su puesto como analista de La Sexta para fichar por TVE, donde presentó una nueva etapa de Juego de niños que naufragó con un promedio de 843.000 espectadores y el 6,2% de share.
La guerra con Oriol Nolis
El presentador volvió a recibir un encargo por parte de RTVE, en este caso con un espacio para el circuito catalán de la Corporación pública titulado Obrim fil (Abrimos hilo) que tampoco contó con el respaldo de la audiencia.
Tras dos años en antena, el director de RTVE Cataluña, Oriol Nolis, decidió cancelar el espacio. El directivo se explicó este pasado verano en El Periódico de Catalunya: «Hubo algunos elementos del contenido del programa que suscitaron polémica entre los espectadores y que incluso llegaron a preguntas parlamentarias dentro de la Comisión Mixta de RTVE, concretamente el programa de las pseudoterapias. Además, sabíamos que estaba gestando un programa de Sardà para toda España y creíamos que Obrim fil ya había cumplido su función».
En realidad, según explican fuentes de RTVE a THE OBJECTIVE, la oferta estatal para convertir Obrim fil en La gran confusión, que cuentan con idéntico equipo, contenidos y productora (Visiona TV), no había llegado cuando Nolis decidió ponerse firme.
De hecho, el colectivo Liberar RTVE llegó a denunciar que en favor de Sardà llegó a intermediar en mismísimo líder de los socialistas catalanes: «Salvador Illa, secretario general del PSC, llamó para preguntar porque habían quitado a Sarda su programa de TVE Catalunya, a los pocos días le dieron un nuevo programa a nivel estatal. Esta es la RTVE de los señoritos y cortijos».
A todas estas polémicas que acumula Sardà se le suma la publicación de un reportaje del portal televisivo Tvienes, que denunció hace unos días que La gran confusión está simplemente traduciendo al castellano los mismos contenidos que fracasaron en catalán con Obrim fil.