Canal Red, la televisión de Pablo Iglesias, compra la frecuencia de TDT de 7NN en Madrid
El exvicepresidente del Gobierno da el salto a la pequeña pantalla tras un mes de emisiones aprovechando el cierre de la cadena de los hermanos Alonso
El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias ha anunciado que su canal de televisión, conocido como Canal Red, ha adquirido la frecuencia de la TDT del canal 7NN en la Comunidad de Madrid. Los contenidos de la nueva cadena, de la que el fundador de Podemos es el director y principal rostro visible, dará, de esta forma, el salto a la televisión tras un mes de emisiones a través de internet.
El exlíder de los morados ha celebrado esta decisión a través de un vídeo en redes sociales en el que, posando con una lata de Coca-Cola en la mano, se ha dirigido especialmente a Marcos de Quinto, expresidente de la marca de bebidas en España y uno de los accionistas de la cadena que aspiraba a ser la Fox News española y que quebró a comienzos de abril.
Sobre él ha señalado, con sorna, que «uno no puede ni pasear a Marcos de Quinto durante cinco minutillos sin que te okupen la frecuencia», uno de los principales argumentos utilizados para denunciar la ocupación de viviendas.
«¿Os acordáis de ese canal facha de Marcos de Quinto, el de la Coca-Cola, de Toni Cantó y de la Fundación Francisco Franco, que tenían en la TDT? Se llamaba 7NN y querían ser la Fox española, pero se arruinaron y tuvieron que cerrar. Pues tengo algo que deciros: ahora, su frecuencia en la TDT es nuestra», ha explicado, entre risas.
Canal Red en lugar de 7NN
Iglesias ha recordado que la compañía, propiedad de los hermanos Alonso (empresarios próximos a Vox), perdió 5,5 millones en el año y medio que estuvo en emisión por la falta de ingresos publicitarios, las bajas audiencias en otras comunidades y los desorbitados gastos que, según la última dirección, en manos de Fernando Quintela, habían sido heredados de la administración. de Marcial Cuquerella.
Canal Red, tras un mes de emisiones en pruebas en YouTube, dará el salto a la pequeña pantalla desde hoy mismo. El exvicepresidente ha recordado que quienes quieran consumir este producto solo tendrán que desplazarse al número de canal en el que, si la tenían sintonizada, podían ver el 7NN.
Sobre esta situación se ha pronunciado Iglesias afirmando que quienes consumieran este medio con anterioridad, bien porque «sois muy fachas o porque os gustaba mejorar vuestro español con Toni Cantó» ahora podrán ver a Iglesias. «Espero que no haya infartos en el Barrio de Salamanca ni en la moraleja», ha deseado.
El exvicepresidente ha recordado que solo los habitantes de la Comunidad de Madrid podrán disfrutar de este servicio, aunque no se descartan futuras ampliaciones. Si se siguiera el mismo sistema, el canal de Iglesias podría tomar las frecuencias vacantes de 7NN en Zaragoza, Galicia o la Comunidad Valenciana. Iglesias ha asegurado que el objetivo es expandirse a más territorios y a América Latina, para lo que necesitarán más socios que se «rasquen el bolsillo».
Además, este proceso se da «a pocas semanas de las elecciones», hecho que el fundador de Podemos ha afirmado que supondrá que Isabel Díaz Ayuso y José Luís Martínez-Almeida cuenten con un modesto rival en las ondas que hará «un periodismo decente».
7NN: crónica de un cierre esperado
La caída de 7NN a comienzos del mes de abril fue una sorpresa, aunque no por ello era un hecho esperado. La cadena, bajo la dirección de Fernando Quintela, había comenzado un proceso de reducción de gastos que contemplaba el cierre de la mayoría de las emisiones en otras comunidades y el despido de la mitad de la plantilla de la cadena. Fuentes consultadas por THE OBJECTIVE señalaban entonces que esperaban recortes tras la salida de Marcial Cuquerella, aunque no tan pronto ni tan radicales.
Las razones son varias y ya han sido expuestas en este medio. Las principales, según confirmó la propia dirección de la cadena y las mismas fuentes consultadas con anterioridad, defienden que el gasto era desorbitado y hacía insostenible la supervivencia del medio a corto plazo. Además, la falta de ingresos publicitarios a pesar de la entrada de grandes rostros como Toni Cantó no hacían viable la empresa, en la que se habían invertido más de cinco millones de euros y en la que De Quinto entró a finales del curso pasado con casi un 20% del accionariado.
La anterior dirección, al ser consultada por los periodistas de THE OBJECTIVE, aseguraron que su proyecto tenía una previsión de dos años en pérdidas antes de entrar en beneficios en el tercero. Sostienen que los fallos y el posterior cierre no han sido su culpa, sino de una dirección que no supo tomar las riendas de un proyecto que buscaba crear un gran medio conservador en España y que ahora es solo un recuerdo.