Microsoft vuelve a la cima del mundo y es la compañía más valiosa a escala global

El imperio contraatacada. Microsoft vuelve a la cima del mundo de la tecnología tras una extraordinaria remontada para cerrar la brecha con Apple, completando tres años de transformación bajo el liderazgo de su presidente ejecutivo, Satya Nadella.

La firma ha recuperado el título de compañía más valiosa del mundo que ya ostentó en la década de 1990 gracias a Windows, al cerrar el viernes a un valor de mercado más alto que Apple por primera vez desde 2010, después de un breve avance del fabricante de iPhone a principios de semana.

Al cierre del viernes, la capitalización de mercado de Microsoft fue de 851.200 millones de dólares, habiéndose triplicado su valor desde que Nadella asumió el control a principios de 2014.

La valoración de Apple fue de 847.400 millones de dólares, cayendo un 20% en las últimas ocho semanas. No muy lejos se encontraba Amazon (826.000 millones).

En los últimos años, el destino de Microsoft se oscureció después de errores en la programación móvil, mientras que Apple, Google y Amazon vieron crecer su fortuna. Los analistas dicen que la paciencia, la diversificación y la disposición a abandonar las empresas fallidas han ayudado a impulsar el resurgimiento de Microsoft.

La nube, clave del crecimiento

Microsoft aún obtiene ingresos considerables de Windows, el software que alimenta a la gran mayoría de los ordenadores. Pero además ha aprovechado su posición para atraer clientes comerciales a su plataforma informática en la nube conocida como Azure, y ha desarrollado un flujo de ingresos más constante mediante su paquete de software Office para consumidores y empresas.

Para las compañías que ya usan sistemas Microsoft para PC y servidores, «es fácil seguir con Microsoft, y esa es la ventaja para Microsoft», cree el analista tecnológico Jack Gold.

Microsoft se ha vuelto mucho menos dependiente de un solo producto que en el pasado, con un fuerte crecimiento de sus servicios en la nube y los ingresos de su negocio de videojuegos de Xbox, el buscador Bing, las tabletas y PC’s, así como la red social profesional LinkedIn que adquirió en 2016.

Además, la empresa fundada por Bill Gates ganó un contrato de 480 millones de dólares con el ejército de Estados Unidos el mes pasado para suministrar dispositivos HoloLens que ayudarán a las tropas a entrenarse utilizando la realidad aumentada y virtual. También está compitiendo con Amazon y otros por un contrato multimillonario para los servicios en la nube del Pentágono.

La corriente de ingresos diversificada contrasta con Apple, que aún depende de las ventas de iPhone para la gran mayoría de ingresos y ganancias. «Microsoft está bastante bien equilibrado en diferentes categorías», afirma Bob O’Donnell de TECHnalysis Research. «Para Apple, hemos alcanzado el máximo de teléfonos inteligentes y es un mercado muy desafiante. Los observadores de Apple durante mucho tiempo sabían que esto sucedería en algún momento, y la pregunta es cómo de rápido pueden hacer la transición a los servicios».

El énfasis de Microsoft en los servicios comerciales hace que la compañía sea menos visible para los consumidores, pero «significa que no están sujetos a los caprichos de la moda tecnológica, y que su base de ingresos es más sólida y más estable«, dice O’Donnell.

Aprendiendo del fracaso

Una gran parte de la transformación de Microsoft se produjo cuando decidió tirar la toalla en su negocio de teléfonos móviles con Windows después de haber adquirido el negocio de dispositivos de Nokia, pero sin haber logrado establecerse en el sector dominado por los teléfonos inteligentes de Apple y Google.

«Creo que Satya Nadella aplicó un criterio extraordinariamente bueno», dice Roger Kay, consultor y analista de Endpoint Technologies Associates. «Cedió el negocio de consumo a Apple y se centró en el sector corporativo y la nube«, agrega. Apple, mientras tanto, ha requerido en gran medida sus propios dispositivos para sus servicios, una estrategia que Gold ha calificado como «preocupante» ya que “ese es el mismo camino que Microsoft tomó hace una década”.