Millones de personas en peligro por otra crisis: el peor brote de langostas en 70 años
La FAO ha advertido que la seguridad alimentaria de 25 millones de personas podría estar en peligro
La plaga de langostas que azota al Cuerno de África fue declarada «emergencia nacional» en Somalia, donde los insectos devastan las reservas alimentarias de una de las regiones más empobrecidas y más vulnerables del mundo; las cosechas en Pakistán están diezmando a niveles históricos, acabando con el 40% de los cultivos de algodón; y en Uganda el temor a una gran crisis humanitaria es muy fuerte en una región donde 12 millones de personas ya se encuentran desnutridas.
La peor crisis de langostas en 70 años se encuentra ya en 10 países y podría poner en peligro a millones de personas más, según los expertos, que han asegurado que el cambio climático ha creado unas condiciones idóneas para que estas se reproduzcan en el desierto generalmente árido del golfo Arábigo, y se propaguen a través de Yemen, donde la guerra civil ha devastado la capacidad de controlar las poblaciones de langosta.
La FAO ha advertido que la seguridad alimentaria de 25 millones de personas podría estar en peligro. De esta forma, la organización ha solicitado 140 millones de dólares para ayudar a combatir la cría continua de estos insectos, ya que prevén que el número existente de langostas podría crecer 400 veces en junio.
Fue el ciclón Mekunu, que golpeó Arabia Saudita, Omán y Yemen en 2018, el que permitió a varias generaciones de langostas prosperar en la arena húmeda y la vegetación en el desierto entre estos países, según la FAO. De esta forma, aseguran los expertos, el aumento de ciclones en esta zona podría hacer que estos enjambres de langostas se vuelvan más comunes.
A fines de 2019, las langostas se habían mudado al Cuerno de África, encontrando allí condiciones favorables cuando un ciclón golpeó Somalia en diciembre. Sin embargo, los problemas de seguridad del país, impidió a las autoridades controlarlas y estas se extendieron también a otras áreas.
Algo parecido pasa en Yemen, un país de «primera línea» para las langostas, con estos insectos presentes durante todo el año. Su programa de langosta, que alguna vez fue efectivo, ya no tiene el mismo impacto en aquellas ciudades donde el control ahora se divide entre el gobierno y los rebeldes hutíes.