Estas son las multas más comunes cuando llueve: hasta 600 euros por salpicar
Coger el coche en días lluviosos implica tener una precaución extra ya que el riesgo de accidentes es mucho mayor
Un conductor en un día lluvioso | Thái An (Unsplash)
España no es de los países en los que más llueve pero, en cuanto lo hace un par de días seguidos, parece que todo el ritmo de vida se revoluciona. Es verdad que salir a la calle mientras está lloviendo puede no ser lo más agradable del mundo, pero hay ocasiones en las que no hay más remedio.
En esas situaciones, ir andando puede no suponer nada más allá de mojarse; pero en caso de tener que coger el coche complica un poco más la situación. Son muchas las personas que evitan a toda costa conducir cuando llueve, pero hay veces en las que puede no haber otra opción. La circulación es mucho más caótica cuando el tiempo está así y es más probable que haya accidentes, por lo que hay que ser aún más cauteloso al conducir.
Saltarse un semáforo, no respetar los pasos de cebra o superar el límite de velocidad son motivos de multa llueva o no, eso no cambia. Sin embargo, hay otras infracciones específicas de los días de lluvia que también pueden conllevar una sanción para el conductor.
Las infracciones sancionables al conducir lloviendo
Cuando llueve, toda precaución al volante es poca. Conviene ser mucho más precavido que de normal y, por supuesto, tampoco tener actitudes incívicas o negligentes porque, aunque no es algo que se suela tener en cuenta, este tipo de acciones también pueden llevar a una sanción. Algunos de los motivos que pueden provocar una multa en días lluviosos son:
- Salpicar a las personas que van andando al pasar por encima de un charco. La típica broma de ir acelerando al pasar por un charco a ver si se mojan quienes están andando por la acera en ese momento puede salir muy cara si hay policías alrededor. El reglamento especifica que «los usuarios de la vía están obligados a comportarse de forma que no entorpezcan indebidamente la circulación, ni causen peligro, perjuicio o molestias innecesarias a las personas, o daños a los bienes». Es por ello que el agente puede considerar esta acción de mojar a los viandantes de esta forma, lo que puede conllevar una multa de hasta 600 euros. Así que mejor ir más despacio al pasar por charcos que arriesgarse a la sanción.
- No respetar la distancia de seguridad. Otro de los clásicos de los días de lluvia en la carretera son aquellos conductores que tienen prisa y piensan que controlan todo a la perfección pero, en vez de ir con cuidado por aquellos coches más inseguros con la lluvia y que incluso van más despacio, deciden no respetar la distancia de seguridad. Este intento de adelantamiento intimidatorio constante supone no solo una multa de 200 euros, sino que también conlleva la pérdida de cuatro puntos del carnet.
- Tener el limpiaparabrisas roto o en mal estado. Algo importante también es conocer que los conductores tienen la obligación de garantizar que todas las partes del vehículo funcionan correctamente, limpiaparabrisas incluido. Es por esto que llevar los cristales empañados o con gotas en el cristal y no quitarlas podría conllevar una multa de hasta 200 euros.
- No llevar las luces encendidas. En días de climatología adversa las luces son fundamentales y tienen que ir siempre accionadas. En caso de no llevarlas, el conductor podría enfrentarse a una multa también de 200 euros.
- Neumáticos en mal estado. En días de lluvia los neumáticos en mal estado pasan a ser doblemente peligrosos, debido a que entre los defectos que pueden presentar está incluida la falta de adherencia en la carretera por la lluvia. Frenar y girar es más peligroso y el riesgo de accidente es mucho mayor. Llevar los neumáticos en mal estado supone una multa, de nuevo, de 200 euros.
