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Porsche comienza a producir su propio combustible sintético y ecológico en Chile

La firma alemana ve necesario alejarse de la gasolina y el diésel actuales y apostar por otras formas de energía más limpias

Porsche comienza a producir su propio combustible sintético y ecológico en Chile

Directivos y operarios junto al modelo 911 que utiliza combustible experimental en Punta Arena, Chile. | Porsche

La presencia de Porsches 911 no es habitual en Punta Arena, una de las ciudades chilenas situada más al sur del continente americano, muy cerca del Estrecho de Magallanes. Pero aún lo es menos que ese deportivo se haya movido con agua y aire en su depósito de combustible. Quizá sea simplificar mucho, pero es bastante cercano a lo que ha ocurrido esta semana. La marca de Stuttgart ha puesto en marcha su planta experimental de combustible sintético, una suerte de gasolina que podrá mover sus coches más allá de donde las regulaciones medioambientales limiten el uso de hidrocarburos, o directamente los prohiban.

De esta guisa Porsche matará varios pájaros de un tiro: contaminará menos, se convertirá en productor del carburante que usen sus vehículos, y reducirá en gran medida la huella de carbono en cumplimiento de la legalidad que se otea en el horizonte. La firma que creó Ferdinand Porsche tiene un plan basado en dualizar su producción, con gamas de modelos binarios; unos que se moverán con combustible líquido, y otros muy similares por no decir que iguales, en versión eléctrica. Es precisamente el extraordinario Taycan el que ha servido de punta de lanza y comienza a superar en ventas a modelos de gasolina afines, como el Panamera, que sigue coexistiendo en su catálogo.

La firma alemana dará a elegir a sus compradores estas dos arquitecturas, lo que no quita que les resulte necesario alejarse de los combustibles actuales hacia otras formas de energía. De ahí sus inversiones en esta tecnología de e-Fuels, combustibles ‘extraídos del aire’, y por doble motivo: por la procedencia de la energía para mover sus mecanismos industriales, y por extraer de la atmósfera un componente esencial en su producción, el CO₂. 

Viento chileno

Porsche decidió construir la planta de Haru Oni al sur de la Patagonia chilena, muy cerca del estrecho de Magallanes, debido a los altos periodos de viento habituales en la zona. El primer aerogenerador eólico instalado, proporcionado por Siemens-Gamesa, tiene garantizadas alrededor de 6.000 horas de viento al año. Esto supone que tendrán energía ‘gratis’ dos de cada tres días, casi el triple que los mejores registros en suelo europeo. Con esa energía limpia se sintetiza el nuevo combustible, al mezclar agua y CO₂ capturado del aire, y se obtiene un metanol de corte ecológico, una suerte de gasolina neutra en carbono.

¿Qué son los combustibles de huella cero? | Infografía de Repsol

Este combustible pueda propulsar cualquier tipo de motor que hasta hoy solo podían funcionar con gasolina. Los primeros consumidores de esta e-gasolina serán los deportivos de carreras de la Porsche Supercup, una categoría que acompaña a la Fórmula 1 en algunas de sus citas. Aunque sus planes pasan por suministrar a la flota de la marca en sus centros de experiencia Porsche, el lógico paso siguiente sería proveer —si es que llegan a un acuerdo— a la máxima categoría de la velocidad. En su hoja de ruta fijada en el Net Carbon Zero 2030, a partir de 2026 todos sus motores tendrán que ir alimentados por combustibles sintéticos. La Fórmula 1 pasará así de ser etiquetado como un muy visible referente mediático en cuanto a contaminación generada por sus monoplazas, al abanderado de esto justo por lo contrario.

Es por ello que Porsche anda tras varias escuderías, con idea de comprar una, y poder llevar la marca a una especialidad de la que está alejada desde hace décadas. Para el cambio de paradigma, el fabricante de Stuttgart necesita atender el plano industrial, tecnológico, mediático y ahora ecológico. Por ello, tanto el combustible sintético como la Fórmula 1 que viene, se antoja como parte fundamental en su proyecto de futuro. 

El precio

Porsche calcula que el coste de la gasolina es muy volátil y su precio depende de vaivenes en un mercado que no manejamos. La producción se terminará industrializando en la medida que indique un mercado ansioso por recibir algo así. Hasta ahora el proceso de generación era caro, y no del todo eficiente al ser meras pruebas de laboratorio, pero según cifras de la compañía esto se reduce mucho en esta factoría. Porsche tiene en sus planes alcanzar una producción de 130.000 litros de combustible en 2023 en una primera fase experimental, para pasar a 55 millones de litros al año alrededor de 2025 o 2026. La idea es alcanzar cifras diez veces superiores, 550 millones de litros al año, antes de 2028.

En la cuenta les sale que el litro de esta ‘gasolina’ podría salir a unos dos euros, su precio sería más constante, su accesibilidad más controlada y una distribución similar al de la actual. Este precio podría rebajar su precio aún más sometido a la escalabilidad de su industrialización. A pesar de que este tipo de combustibles si emiten a la atmósfera algunos restos, son de alrededor de un 10% de las actuales. La guinda al esfuerzo tecnológico y financiero de Porsche es que podrán ofrecer años de vida extra a sus coches clásicos.

Los Porsche son especialmente longevos, la resistencia de sus propulsores es mítica, y los hay con muchas décadas a las espaldas. Los coches del pasado, podrán andar en el futuro gracias a esta novedosa fuente de energía. Los deportivos que pariera Ferdinand Porsche en tiempos de la posguerra atienden a un característico diseño que ha traspasado la barrera del tiempo. Con este empujón tecnológico, esa concepción tan arcaica será la primera en poner los pies en el futuro. Si se lo contasen a Ferdinand Porsche no se lo creería.

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