El próximo Bugatti de Cristiano Ronaldo quiere batir al último coche de Lewis Hamilton

En la cúspide de los megacoches no hay muchos candidatos, pero todos ellos quieren reinar. Es un duelo en la cumbre, en la que se impone la ley del más fuerte, y no hay más juez que el cronómetro. Es por ello que el arma de caballería resulta necesaria, también un agarre excepcional, unas prestaciones propias de aeronaves… y, por lo tanto, unas facturas acordes.

Si hace poco conocimos el impactante Aston Martin Valkyrie, del que se vendieron todas sus unidades antes de pisar la calle, hoy vamos a conocer uno que es bastante probable que acabe en el aparcamiento de la casa de Cristiano Ronaldo. El futbolista es un amante de la marca y tiene varias unidades, entre ellas el exclusivo Centodieci, del que hay solo diez unidades en todo el planeta.

Esta nave espacial costaba ocho millones de euros cuando se puso en el mercado hace poco más de tres años, y se sube a casi diez con impuestos y personalizaciones. Lo de los 1.600 CV disponibles en el acelerador del nuevo Bugatti, o los 380 km/h que es capaz de alcanzar, son ya cifras que no asustan viendo el histórico de la marca. Tampoco debería sorprender que su motor sea el conocido W16 de ocho litros, que genera nada menos que 1.600 CV. Del tema consumo mejor no hablar.

Nuevo modelo, listón más alto

El nuevo hijo de Molshein se llama Bolide, para que quede bien claro desde un principio que no se trata de una furgoneta de reparto. Solo se construirán cuarenta unidades y acaban de entrar en producción. A diferencia de sus hermanos ‘los pacíficos’, el Bolide no será homologado para rodar por el Paseo de la Castellana, que es por donde se ha visto con frecuencia al astro portugués subido en su Bugatti blanco, sino que podrá ser usado solo en circuitos.

Su carrocería monocasco de carbono le dará un punto de ligereza superior, con mejoras en la aerodinámica, sus sistemas de refrigeración le permitirán soportar mayores esfuerzos, y contará con discos de freno acabados en carbono. Este tipo de freno es casi de uso exclusivo en circuitos; requieren unas cotas de temperatura mínimas para funcionar correctamente. Huelga decir que en la calle jamás se alcanzan, y son los habituales en monoplazas de Fórmula 1 o en los que disputan el Mundial de Resistencia de las 24 Horas de Le Mans.

De hecho, los neumáticos que monta de serie son los lisos (slicks) que llevan en los circuitos estos últimos. En la marca no suelen comentar su lista de clientes, pero Ronaldo se compra todos los modelos que van sacando desde que se estrenó como cliente de la firma, así que no sería una sorpresa verle subido en uno cuando en 2024 se comiencen a entregar a sus clientes. 

El enemigo a batir 

Una de las metas en mente de los de Bugatti no es otra que la de derrotar a otro de los gallitos de la categoría: el Mercedes AMG-One, un hipercoche que hunde sus raíces mecánicas en la propia Fórmula 1. El motor que lo impulsa está sacado directamente de su parrilla. No es uno inspirado o con sus tecnologías, sino uno que podría ser intercambiado por el del F1 de Lewis Hamilton sin que se notase demasiado.

El AMG-One lleva bajo la cubierta trasera el propulsor de 1,6 litros y seis cilindros que homologa su escudería en el Mundial. Las únicas diferencias estriban en detalles secundarios que sirven para proteger la longevidad y fiabilidad de un coche, teóricamente, de calle. Para surcar el asfalto que pisamos los meros mortales el hombre franquicia de la marca, siete veces campeón del Mundo de la categoría, no se ha comprado uno, sino que han sido dos. Es una costumbre frecuente en él. Adquiere un par de cada coche que se compra, y se queda uno en su domicilio habitual de Mónaco y otro lo remite a su propiedad en Estados Unidos, donde dispone de una grúa y un mecánico a sueldo que se los mantiene.

Nunca conduce durante más de dos horas. Cuando se harta o le suena la alarma, llama a su empleado, que aparece como un rayo con una plataforma para llevarse su coche subido en ella y no hacerle kilómetros de manera innecesaria. Curiosamente, uno de los primeros contactos que mantuvo Hamilton con un AMG-One fue en el Circuito del Jarama. Ocurrió durante un encuentro de empleados de la compañía AMG, filial de altas prestaciones de Mercedes y encargada de desarrollar este vehículo, del que se han construido 275 unidades. 

El duelo 

Ya tenemos los padrinos, Ronaldo y Lewis, y el combate a un asalto se celebrará en el Circuito de Nürburgring. Allí será donde el Bolide intente derrotar al One, que a día de hoy mantiene el récord absoluto de coches construidos en serie. El pasado 28 de octubre de 2022 y pilotado por Mario Enge, recorrió los 20.832 metros del Nürburgring Nordschleife en un tiempo de 6:30.705.

No es el único registro cazatitulares de este proyectil. A primeros de abril un One batió el récord absoluto del mítico Autódromo de Monza, la catedral de la velocidad. Realizó un giro al trazado italiano en 1:43.902 , once segundos más rápido que el tenedor del mejor registro hasta la fecha, un Nissan GT-R R35 muy modificado, y quince segundos más rápido que el Ferrari de calle más veloz, un LaFerrari.

En Bugatti asienten con la cabeza y sonríen cuando leen estas cosas, porque creen que no les será difícil reventar estas cifras. En sus cálculos y proyecciones les sale que podrán recorrer la pista alemana en un minuto menos que el Mercedes. De ser así, se convertiría en un hito que se tardaría años en poder superar de nuevo. Basan su teoría en el relativamente reducido peso de su Bolide, 1.450 kilos, y su velocidad superlativa. A falta de pruebas en pistas que lo admitan, esperan poder rondar los 500 km/h de velocidad punta. Y a esas velocidades, puede que ni Lewis Hamilton ni Cristiano Ronaldo juntos puedan desplazarse sin ponerse nerviosos, por muy acostumbrados que estén. Y quién no.