Estas son las enfermedades con las que no podrás renovar el carnet de conducir
La Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con un listado con nueve grupos de patologías contempladas
El conducir un vehículo implica una gran responsabilidad, por lo que hay que tener las habilidades tanto físicas como mentales adecuadas. Es más, existen algunas enfermedades y condiciones médicas que pueden afectar a una conducción segura. Es por ello que todos los conductores tienen que superar un reconocimiento médico, basado en unas pruebas médicas y psicotécnicas exhaustivas.
El principal motivo para restringir o prohibir la conducción en alguno de estos casos es garantizar la seguridad. Un conductor que no cumpla con las condiciones adecuadas es un riesgo tanto para sí mismo como para el resto de personas de la vía. De esta forma, existe un gran listado con enfermedades o patologías que hay que tener en cuenta a la hora de ponerse al volante de un coche. Esta la ha elaborado la Dirección General de Tráfico (DGT).
La DGT contempla un total de nueve categorías
En total, la lista de la DGT contempla nueve categorías de enfermedades: vasculares, psiquiátricas, cardiacas, neurológicas, endocrinas, digestivas, respiratorias, oncológicas, crónicas y degenerativas. De esta forma, aquellas personas que estén diagnosticadas o sufran alguna de estas dolencias no podrán sacarse el carnet de conducir o renovarlo, a no ser que cuenten con un informe médico que certifique que sí son aptos para poder manejar un vehículo.
Según la revista de tráfico, los conductores que sufren alguna de ellas tienen «mayor riesgo de sufrir un accidente». En concreto, lo que más preocupa a la DGT son las dolencias relacionadas con las «enfermedades mentales y la demencia». Esto es porque, atendiendo a las cifras, el riesgo de que un conductor de edad avanzada y que presenta los primeros signos de esta enfermedad degenerativa cometa una infracción o se vea involucrado en un accidente es de entre 2,5 y 8 veces mayor que en el caso de las personas sanas.
Las enfermedades digestivas, oncológicas, crónicas y degenerativas
En el caso de las enfermedades digestivas, estas hacen referencia a aquellas personas que hayan pasado por un transplante renal en un periodo inferior a tres meses, o bien nefropatía con diálisis. Por otra parte, las respiratorias, a las apneas del sueño y disneas permanentes en reposo o de esfuerzo leve. Otro de los motivos que impedirán renovar el carnet de conducir es sufrir dolencias oncológicas que impidan a la persona conducir, o bien trastornos oncohematológicos en caso de que sufran dolencias graves.
Pero estas no son las únicas enfermedades que entran en este paraguas. Tampoco podrán conducir un vehículo aquellas personas que padezcan algunas de las siguientes dolencias: alzhéimer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, esclerosis lateral amiotrófica, temblor esencial, esclerosis múltiple, distrofia muscular, párkinson, osteoporosis y artritis reumatoide. Todas ellas están incluidas en el apartado de enfermedades crónicas y degenerativas como parte de las que son incompatibles con la conducción.
Las enfermedades vasculares, psiquiátricas, cardiacas, neurológicas y endocrinas
Por último, en este segundo gran grupo entran otra serie de dolencias que también imposibilitan la conducción. En el caso de las vasculares destaca el aneurisma de grandes vasos o la disección. Por otro lado, en el ámbito de la psiquiatría, no es posible conducir con condiciones como: demencias y trastorno de ansiedad, abuso y dependencia de alcohol y drogas, trastorno del sueño, ansiedad y depresión, trastornos catatónicos y de la personalidad y trastorno obsesivo compulsivo y TDH. Para poder ponerse al volante será necesario un informe médico favorable sobre la situación del paciente y la patología.
En el caso de las enfermedades cardiacas, las dolencias contempladas son: las arritmias, los infartos agudos de miocardio o los portadores de prótesis vulvares, portadores de marcapasos y de desfibrilador automático. Además, las epilepsias, las crisis o pérdidas de conciencia y los accidentes isquémicos transitorios entran dentro de las dolencias neurológicas. Por último, en las endocrinas, entran la diabetes mellitus insulinodependiente y el hipotiroidismo y paratiroides