La cuarta generación de Suzuki Swift defenderá el pabellón de los utilitarios accesibles
Este vehículo se presenta como una opción de acceso a quien necesite un vehículo práctico, básico y barato
Suzuki Swift.
Llega en un momento incómodo pero saca pecho. El Suzuki Swift es ya un clásico entre los utilitarios de espíritu urbano, y quiere defender la plaza, aunque va a estar cada vez más solo. Los SUV pequeños están arrasando el mercado de los coches más prácticos, pero viene de camino un samurái peleón.
Nueve millones de unidades vendidas en 169 países desde el año 2004 dan una muestra de su tracción sobre el asfalto de nuestras ciudades. El Swift se presenta como una opción de acceso a quien necesite un vehículo práctico, básico y barato, aunque sin perder el tren de la tecnología actual. No es tan económico como modelos chinos de llegada más reciente, pero la marca nipona ofrece un mayor grado de refinamiento, más experiencia y dispone de una nutrida red de concesionarios que garantizan el servicio posventa. A los japoneses les ha costado décadas que la clientela europea les conceda su confianza, y en esto, los chinos tienen mucho camino por recorrer. De esta manera, el Swift se queda en un espacio que las marcas tradicionales están abandonando, pero que goza del favor, y casi la necesidad de un mercado maduro.
Cuarta generación, mejor coche
En Suzuki saben hacer coches pequeños desde hace mucho tiempo, no en vano en el año 2000 colocaron un millón de hermanos del Swift. El benjamín de Suzuki vivió antes de usar su nombre y posterior éxito como Suzuki Forsa, Chevrolet Sprint, o Pontiac Firefly, pero la marca considera que llega ahora su cuarta generación, aunque hubiera un germen previo del modelo.
Los cambios con respecto a la iteración previa no son de orden mayor, al menos por fuera, sino que es más bien una gran actualización y puesta en forma tecnológica. Son pequeños detalles los que lo diferencian de su hermano anterior. Ahora su línea se ajusta más al avance de los gustos en esta tercera década de siglo, con una parrilla delantera negra, un morro delantero más plano, y faros remozados tanto delante como detrás. Destacan las luces diurnas LED en forma de L y unas líneas de aspecto algo más musculosa que su predecesor. Destaca su techo con efecto flotante, con cuatro opciones en acabado de dos colores; nueve de un solo tono. Como es frecuente en coches pequeños, mucha alegría cromática con esas trece opciones.
Motor nuevo, vida nueva
En su presentación, los japoneses dieron a conocer una única motorización de su nuevo modelo. De acuerdo con la moda del ‘downsizing’, y ecologizar las plantas motrices, Suzuki apuesta por un propulsor de 1,2 litros, tres cilindros y de aspiración atmosférica —nada de turbos que encarezcan el producto—, y que equipa un sistema de recuperación de energía en las frenadas, como en la Fórmula 1. Con este detalle se sube al barco de los llamados Mild-Hybrid, en línea con el cumplimiento de las regulaciones más exigentes en términos medioambientales. Gracias a esta hibridación obtiene la etiqueta ECO de la DGT, con libertad de movimientos en zonas urbanas protegidas consideradas como ZBE.
Sin mostrar datos concretos —la marca no aporta datos numéricos—, advierten de la llegada de mejoras en el plano del consumo, potencia y emisiones. Se espera que ese motor ronde los 85-95 CV, y no sería de extrañar que más adelante sacasen una versión más ambiciosa. La firma de Hamamatsu dispone de un motor de 1,4 litros y 129 CV denominado Booster Jet, que con cambio manual de seis velocidades bien podría servir de base a un modelo más deportivo, como fuera el legendario éxito de ventas ‘Twin Cam’. El dato que sí indica es que el nuevo Swift dispondrá de dos cajas de cambios opcionales, la manual de cinco velocidades, o el cambio automático CVT. De la misma forma, también se presenta la opción del sistema de tracción 4×4 AllGrip Auto, que traslada potencia al tren trasero en caso de detectar pérdidas de adherencia.
Tecnologías e interior
Los coches pequeños no tienen por qué ser sinónimos de coches pobres. Lo costoso se aprecia en dos áreas: calidad de factura y tecnología. Suzuki siempre se ha caracterizado por unos acabados más que correctos, pero en el plano de la tecnología se han dado enormes pasos en épocas recientes, y no han querido quedarse atrás. La instrumentación sigue siendo analógica, pero la pantalla táctil de nueve pulgadas cubre la mayor parte de las necesidades. Cuenta con reconocimiento de voz y los obligados Apple CarPlay y AndroidAuto, ya sea con conexión por cable o inalámbrica con los teléfonos de los ocupantes.
En lo tocante a la seguridad, el Swift viene bastante bien dotado. En la lista está el asistente de frenada de emergencia, capaz de detectar la presencia de vehículos, peatones y ciclistas. Si fuera necesario, clava los frenos de forma automática y evita o, al menos, reduce el efecto de colisiones frontales, laterales y el diagonal. Equipa control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales de tráfico, detector de ángulo muerto, alerta de tráfico trasero y el sistema de llamada de emergencia.
Otro extra bienvenido es el detector de fatiga. Con una cámara, situada en el panel de instrumentos, chequea el rostro y ojos del conductor, gestiona sus gestos y grado de posible somnolencia, y emite advertencias. A través de su servicio Suzuki Connect se pueden acceder a diversas funciones, como el historial de conducción, o activar sus luces de advertencia desde fuera. En lo sucesivo no tendrás que recordar dónde lo dejaste aparcado una mala noche; él mismo te dirá dónde se encuentra y te lo mostrará en la pantalla de tu smartphone.
Sin precio aún, pero será asequible
El modelo saltará a las calles de su país de origen, Japón, antes de que acabe diciembre y se espera que llegue al mercado europeo antes de que arranque la primavera. Si allí su precio es de algo más de 17.000 euros, se espera que el coste aquí no esté muy lejos de esa cifra, porque la marca no lo tiene aún decidido.
El Swift es un vehículo urbanita, perfecto para trabajadores en desplazamientos cortos y diarios, consume poco, se aparca bien y no dinamita la economía del bolsillo medio. Una opción que suele tener muchos defensores, sobre todo gracias a esa etiqueta ECO. Va. A estar muy solo en su categoría, así que el que quiera algo parecido, va a tener que mirar al Suzuki con buenos ojos.
