El Dacia Duster crece en precio, pero también en calidad, acabados y posibilidades
La marca del grupo Renault ha pasado de tener coches modestos y poco ambiciosos a algo mucho más deseable
Arrasan. Dacia se lo han llevado todo por delante en 2023, y su Sandero fue el líder de ventas en España, gracias a su precio. Pero la marca quiere olvidarse de su etiqueta de coche barato, para seguir siendo vehículos accesibles, y da un salto de calidad que promete ser el primero de una trayectoria ascendente con su nuevo Duster.
Ya lo advirtieron hace unos meses: «los Dacia dejarán de ser coches económicos». La frase que salió de uno de sus directivos ha pasado de las palabras a los hechos en un santiamén. Las primeras trazas de los nuevos aires en la marca comienzan a notarse en la tercera generación de los Duster, uno de los SUV más populares del mercado.
A partir de ahora costarán un poco más, pero han pasado de ser coches modestos y poco ambiciosos, a algo mucho más deseable, mejor acabado, y con detalles propios de coches de gamas superiores. A pesar de la evolución, las mejoras no han disparado su coste, con un equilibrio calidad/precio que pocos son capaces de alcanzar.
Adiós al gasoil
Muchas marcas han fijado fecha para abandonar sus motorizaciones a base de hidrocarburos para pasar a una electrificación. Lo que no ha hecho ninguna es poner fecha de liquidación de la que fue la opción mayoritaria en nuestro mercado, el diésel, que declina poco a poco en donde antes triunfó. El gasoil está cayendo en desuso; el Dieselgate fue la zancadilla, y las regulaciones europeas la puntilla al combustible que usaban dos tercios de los vehículos vendidos. Esta opción está desapareciendo silenciosamente de los catálogos, y los Dacia son una muestra.
Los nuevos Duster se presentan en tres motorizaciones: GLP, un 1.2 litros con hibridación tipo Mild Hybrid, y un 1.6 con una hibridación superior que aporta un importante porcentaje de la potencia. El primero, un tres cilindros, puede usar gas licuado y en teoría le permite autonomías que rondan unos sorprendentes 1.300 kilómetros. En el otro extremo está la versión más potente, pero que tiene alguna pega. El propulsor es más grande, ruidoso, y la potencia depende en gran medida de un ciclo eléctrico no enchufable; cuando se quede sin energía, la potencia térmica quedará limitada. Sin embargo, el motor mediano, es muy suave, no depende de lo almacenado en la batería, y consume muy poco. Este parece ser el motor menos deseable por no resaltar en nada, aunque es el más eficiente y cómodo. Todos, la gama al completo, recibe la etiqueta ECO de la DGT.
Salto de calidad…
El Duster 3.0, es mucho más pintón que sus antecesores, tanto por dentro como por fuera. El cambio de aspecto exterior tiene reflejo en el interior, y ahora parece un coche mucho más moderno. Sus líneas son más angulosas, que recuerdan a los Toyota Land Cruise o el SsamYong Torres, y su longitud es la misma que había: 4,34 metros. Por dentro los detalles están más pulidos, y la sensación general es que transmite un incremento palpable de calidad. La pantalla de 10,1 pulgadas en el centro del salpicadero le ayuda a reflejar esa modernidad.
La panoplia de accesorios y elementos periféricos añaden categoría a un coche de este nivel. Por primera vez tendrá un cuadro digital, sin agujas ni pilotos, sino una pequeña pantalla LED en todas sus versiones, salvo en la versión de entrada. De la misma manera, todos dispondrán de sistema multimedia, barras fijas en el techo, seis airbags, sensores de parking traseros, volante multifunción, Apple CarPlay y Android Auto, cámara trasera de entrada ya en los acabados más sencillos. Según se trepa gama arriba, nos topamos con llantas de 18 pulgadas (17 en el más básico) climatizador, retrovisores con plegado eléctrico, y cargadores de teléfono por inducción.
En cuanto a las ayudas a la conducción, tampoco se queda fuera de las tendencias actuales. Dispone de frenada automática de emergencia, reconocimiento de señales de tráfico, alerta de exceso de velocidad, ayuda al aparcamiento trasero, alerta de cambio de carril y ayuda al mantenimiento del mismo, y sistema de vigilancia de la atención del conductor.
… y pequeño salto en los precios
El rey de los concesionarios de este pasado 2023 ha sido el hermano pequeño del Duster: el Sandero. El benjamín de la firma rumana —de origen rumano, y propiedad de Renault— se ha impuesto a los emergentes MG ZS de origen chino, y a los que le pisan los talones en las cifras de ventas, el Seat Arona y el Peugeot 2008. El Duster no sale en la lista de los 10 más vendidos, aunque con las mejoras puede que lo haga en el futuro. Se cuela en el espacio de las calidades de otros contendientes, con su etiqueta ECO en toda la gama. La gran mejora del producto a pesar de la subida de precios —entre 1.000 y 2.000 euros, según versiones y acabados—, va a cambiar la percepción que muchos tienen de la marca blanca de Renault.
La Familia Duster arranca en los 19.290 euros de la versión Essential y su propulsión bifuel, con el GLP como opción. Es el único modelo que no dispone de toda la electrónica, multimedia y controles táctiles desde su pantalla de la que si disfruta el resto de la familia. Se llama Essential por algo, y dispone de un acabado específico. De ahí se salta a la Expression, la zona media, y en el extremo existe una curiosa dualidad. El coste es el mismo para los acabados Journey y Extreme, pero son coches distintos.
Dejar contentos a todos
El primero, el Journey, es el recomendable para ruteros y conductores que pisen más el asfalto; la segunda, el Extreme, dispone de características con una clara adaptabilidad hacia usos más campestres y terrosos. Las diferencias son pequeñas pero notables. Si el primero dispone de un equipo de sonido mejor compuesto y que acompañe por las autovías, o acabados con detalles más refinados, el segundo gasta detalles como las tapicerías lavables, elementos más robustos, o disponer de la opción de tracción a las cuatro ruedas, algo de lo que no dispone el Journey. El Duster más caro, el Extreme Hybrid 140, se va a unos 27.790 que siempre se quedarán en menos, a cuenta de ofertas y entregas de otros vehículos.
Como originalidad del modelo, algo ya visto antes en el Jogger, el Duster trae como opción el «Paquete Sleep». Se trata de una caja en forma de tableta desplegable que contiene una cama de 1,90 m de largo y hasta 1,30 de ancho. Otra característica, que sí es novedad, es el sistema «YouClip». Los Duster llevan ahora un reguero de ganchos por su interior, cuatro en el Essential y seis en el resto, de los que colgar mochilas, bolsas, botellas, o elementos que han de estar en una postura concreta y no tirados en el suelo. Una pequeña idea que va a solucionar muchos problemas sencillos del día a día.
La gama del Duster carece de modelos eléctricos, y, por lo tanto, sin las ayudas correspondientes. Pero quien necesite un SUV correcto, con libre acceso al centro de las Zonas de Bajas Emisiones, y una calidad por encima de lo básico, puede que haya encontrado lo que buscaba. Su red de concesionarios y años en el mercado garantizan un servicio posventa sin fisuras, y aunque sigan siendo coches poco costosos, están abandonando su marchamo de ‘baratuzos’. Por relativamente poco dinero, se obtiene un coche del que muy pocos propietarios se quejan. A la venta el 1 de marzo y con primeras entregas antes de verano. Si alguien está planificando sus vacaciones a bordo de un coche, es el momento de pensárselo si necesita cambiar de vehículo.