Renault resucitará con la electrificación uno de sus modelos míticos: el R5 Turbo 'culogordo'
Los coches eléctricos están dejando de ser aburridos y el resucitado modelo va a ser un referente en la materia
Es como resucitar a un animal extinto, pero más difícil todavía. Lo del Renault 5 Turbo 3E tiene el doble de valor, y una es por traer a la vida a una especie desaparecida. La otra, y más importante, insuflar alma a un animal de leyenda, que en su reencarnación eléctrica a priori carece del aura que hiciera mundialmente apreciados a los culogordos.
Así es como aficionados de todo el planeta denominaron a una derivación ultradeportiva de los Renault 5 de rally, con versiones de calle. Las regulaciones deportivas de los años 80 requerían una tirada mínima de coches fabricados en serie para poder competir en su categoría, así que Renault, en lugar de asalvajar un turismo, domesticó un bólido de carreras.
Así nació en Renault 5 Turbo de calle, el culogordo, llamado así por la anchura de sus vías traseras, con enormes toberas de salidas de gases de su motor central y con solo dos asientos. Se construyeron 400 unidades en la fábrica de Alpine, que acabaron siendo 5007 en total, en diversas versiones y acabados. Tal fue el aura de aquel modelo que hoy es objeto de coleccionismo y exhibiciones, a pesar de que —en teoría— era un coche derivado de un modesto utilitario urbano.
Luca de Meo ha dado la vuelta a una compañía que en 2020 cerraba factorías, despedía empleados y pedía ayudas públicas, para ser hoy una de las marcas europeas que parece ser inmune a las dificultades. Ha recompuesto su gama y avanza en el producto eléctrico, con el nuevo Renault 5 E-Tech, que ha sido acogido por el mercado mejor de las más optimistas estimaciones.
Tras su aparición, emergió la versión más deportiva, firmada por Alpine. También de propulsión exclusivamente eléctrica y 220 caballos, supera en prestaciones al Renault 5 E-Tech más ambicioso con «solo» 150. Tras todos ellos, la firma del rombo acaba de anunciar la vuelta a la vida de su más difícil todavía, un supercoche de 500 caballos, aceleración de 0 a 100 km/h en tres segundos, y tracción trasera a través de un motor en cada rueda.
Con semejantes prestaciones, dejará atrás a competidores directos como el MG4 XPower, Cupra Born VZ, Mini John Cooper Works, Abarth 500e, Alfa Romeo Junior Veloce o a su propio hermano, el Alpine A290. Sería de esperar que, con menor tamaño y peso, llegase casi a alcanzar al todopoderoso Porsche Taycan, otro 100 % eléctrico que acude a la denominación turbo, una palabra que atiende a una tecnología de uso exclusivo en motores de combustión.
Presentado en el Salón de París de 2022, no se le hizo mucho caso, y muchos pensaron que no se acabaría fabricando, que aquello solo sería un ejercicio de estilo. La Regie ha aprobado este último paso y si no da cifras ni siquiera aproximadas de precios, aclara que veremos las primeras unidades rodando en 2026.
Con prestaciones de infarto y una factura que debería ser acorde a sus cifras, será un coche de escasa tirada, casi más como símbolo de poderío, capacidades tecnológicas, y muy mediático. Salvando las distancias, si Volkswagen tiene sus Bugatti con los que se dice pierden dinero, les basta y les sobra por el aura de calidad, nivel industrial y cargamento de imagen que les reporta.
Este Turbo podría ser más una bandera que un gran negocio, que también son necesarias. Si del Renault 5 E-Tech ya se habían colocado más de cien mil unidades antes, incluso de poner un solo coche en los concesionarios, de este vamos a ver muy pocos. Será el unicornio mediático que muchos deseen, y una fórmula perfecta para dejar atrás prejuicios ante el advenimiento a grandes zancadas de lo eléctrico puro.
Tecnología de competición
En cuanto al nuevo 5 Turbo 3E, la firma del rombo aporta pocos datos. Entre ellos sí que hay uno que llama la atención: su chasis de fibra de carbono. Según aclaran en sus comunicados, el biplaza dispondrá de esta tecnología que solo se puede ver en coches de carreras o superdeportivos de cientos de miles de euros.
El presidente de la compañía, Luca de Meo, se ha mostrado ambicioso con su creación, «si el Campeonato Mundial de Rallyes se vuelve eléctrico, entonces estaremos interesados». Renault es uno de los pocos fabricantes que está consiguiendo generar expectación con modelos eléctricos de gamas medias y de acceso.
Los coches eléctricos son considerados por muchos como sosos, aburridos, y exentos de emocionalidad, y es cierto en muchos casos. Sin embargo, los galos han jugado bien unas cartas para no perder la esencia que hizo populares a coches como este. No se trata solo de ponerle el mismo nombre, sino de transmitir lo mismo que lograron aquellos de los que bebe su alma.
Un cincuentón que vuelve a la vida
44 años después del lanzamiento del primer R5 Turbo, veremos a su heredero electrificado. Será un coche de carreras biplaza, con potencia tres veces superior a los 160 CV de su antepasado, aceleraciones de caza de combate, y con toda seguridad precio de clonación de mamut siberiano.
La compañía biotecnológica tejana Colossal afirma que será capaz de desextinguir animales como el mamut lanudo, el pájaro dodo o el tigre de Tasmania para 2027 o 2028; Renault va a hacer lo propio un poco antes con el 5 Turbo E3. Si lo primero se pudiera asociar a la frase de John Hammond en Jurassic Park «la naturaleza se abre camino», en Renault podrían recomponer su frase con un «la emoción también», porque los eléctricos están dejando de ser aburridos.