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El radar más camuflado de la historia: controla ambos sentidos y se instala en cualquier lugar

A diferencia de los radares fijos o los coches camuflados, este dispositivo puede funcionar de manera autónoma

El radar más camuflado de la historia: controla ambos sentidos y se instala en cualquier lugar

Un radar de tráfico. | Canva

En las últimas décadas, los avances tecnológicos han transformado la manera en la que se controla la velocidad en las carreteras. Lo que antes era un proceso que realizaban los propios guardias de tráfico de la Dirección General de Tráfico (DGT). En la actualidad, se ha convertido en una red de sistemas automatizados, gracias al nuevo radar más camuflado de la historia, que es capaz de detectar infracciones con una precisión casi milimétrica.

En este contexto, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado diversos tipos de radares para reforzar la seguridad vial en España. Siendo uno de los más sorprendentes y eficaces el radar Velolaser, considerado el más camuflado y discreto del país.

El radar Velolaser. Europa Press
El radar Velolaser. Europa Press

Velolaser: uno de los más camuflados

El radar más camuflado de la historia, Velolaser, es un dispositivo portátil de control de velocidad desarrollado por la empresa española Invia Sistemas. Su tecnología está basada en un sistema láser (LIDAR), que es capaz de medir con gran precisión la velocidad de los coches que se aproximan o se alejan.

Este sistema funciona emitiendo pulsos de luz infrarroja que rebotan en los coches. De esta forma, calculan la velocidad mediante el tiempo que tarda la señal en volver al dispositivo. Así el margen de error es mínimo, lo que garantiza la fiabilidad de las multas.

@motor22cv

Radar VELOLASER, así es el radar MAS CAMUFLADO El radar velolaser es el radar mas camuflado y portatil de la DGT. Con él, se pueden poner multas en ambos sentido de la carretera, y se instala en cualquier lugar como ves en el vídeo. Los radares camuflados de la DGT no hace falta que estén señalizados como los fijos, así que cada vez hay más camuflados.

original sound – Motor 22CV

Una de las características más importantes del Velolaser es su portabilidad. Pesa aproximadamente tres kilos y puede colocarse en lugares donde otros radares no pueden operar. Sobre una valla, en una señal de tráfico, en un guardarraíl o incluso en un trípode colocado en el arcén.

Además, funciona tanto conectado a la corriente como de manera autónoma gracias a una batería interna con una duración de hasta cinco horas. Y también puede controlarse de forma remota mediante una tableta o un teléfono móvil conectado por 4G o Wi-Fi. Otro aspecto innovador es que el Velolaser puede vigilar ambos sentidos de circulación al mismo tiempo. Esto significa que, ubicado en un punto estratégico, puede detectar infracciones de vehículos que se aproximan o se alejan, aumentando así su eficacia.

La nueva estrategia de control

El uso de radares camuflados como el Velolaser forma parte de una estrategia de la DGT para reforzar la vigilancia sin depender exclusivamente de los radares fijos. Estos últimos deben estar señalizados y son fácilmente reconocibles por los conductores, lo que a menudo provoca que muchos reduzcan la velocidad solo en esos tramos.

Los radares móviles y portátiles permiten, en cambio, un control más real y efectivo. Pueden moverse de un punto a otro, instalarse en zonas conflictivas, o colocarse en lugares donde se han detectado altos índices de siniestralidad. De este modo, los conductores tienden a respetar los límites de velocidad de manera constante.

Entre los distintos tipos de radares que operan en España, destacan:

  • Radares fijos: ubicados en cabinas visibles y siempre señalizados con carteles.
  • Radares de tramo: calculan la velocidad media entre dos puntos y sancionan si se supera el límite durante el recorrido.
  • Radares móviles: instalados en vehículos de la Guardia Civil o de la DGT, ya sean coches o motocicletas, que pueden operar mientras circulan.
  • Drones y helicópteros Pegasus: vigilan desde el aire, detectando infracciones como adelantamientos indebidos o uso del móvil al volante.
  • Velolasers: pequeños, autónomos, discretos y casi invisibles a simple vista.

Impacto de este radar

Aunque su eficacia está fuera de duda, el uso del radar Velolaser también ha generado debate. Algunos conductores y asociaciones critican que su falta de visibilidad puede tener un carácter más recaudatorio que preventivo. Argumentan que el objetivo principal de los radares debería ser disuadir, no sorprender.

Por otro lado, los datos avalan su utilidad. Desde su introducción, se ha observado una reducción significativa de la velocidad media en tramos de riesgo y un descenso de la siniestralidad en carreteras secundarias, donde más accidentes se producen.

En un futuro cada vez más conectado y automatizado, este tipo de sistemas será parte esencial de la seguridad vial. Los conductores deberán acostumbrarse no solo a conducir con precaución frente a los radares visibles, sino a mantener una conducción responsable en todo momento.

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