El diputado conservador británico David Amess ha muerto el viernes tras ser apuñalado «múltiples veces» en un acto con electores en su circunscripción del sureste de Inglaterra, ha informado la Policía.
«Un hombre ha sido detenido como sospechoso de asesinato después de que un hombre fuera apuñalado en Leigh-on-Sea», ha informado la Policía de Essex, precisando que este «murió posteriormente». La prensa británica ha identificado a la víctima como Amess, de 69 años, miembro del partido del primer ministro, Boris Johnson. Se desconoce de momento el móvil del atacante, de 25 años.
«Hay un par de helicópteros volando sobre el lugar y había una ambulancia», relata Paul Gardiner, un barbero cuyo establecimiento se encuentra a unos 250 metros del lugar del ataque. «Estaba conduciendo hacia el trabajo y aparqué sobre las 12h30, había muchos coches de policía conduciendo hacia allí», añade este vecino de 41 años.
Otro testigo, Ashley Curtis, un hombre de 49 años que vive a 200 metros de la iglesia, asegura que dos horas después la carretera seguía bloqueada con coches policiales y una ambulancia. «Nadie podía pensar que algo así ocurriera por aquí», dice. «David Amess es un buen tipo. Le he conocido y he tenido trato con él en el pasado», explicó, considerando que el atacante debía «guardarle mucho rencor para entrar en la iglesia metodista mientras estaba recibiendo a la gente y hacerle eso».
«Noticias horribles y profundamente impactantes», ha tuiteado el líder de la oposición laborista, Keir Starmer.
«Conmocionado y profundamente afligido por el asesinato» de Amess, el presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, ha subrayado que «en los próximos días tendremos que debatir y examinar la seguridad de los diputados y las medidas que deban adoptarse».
También el expresidente del Partido Conservador, Iain Duncan Smith, ha expresado su preocupación por la seguridad. «Cuando no estás en tu oficina, y estás en un lugar público, significa que las medidas de seguridad que te recomiendan no se pueden tomar», ha tuiteado.
Este ataque despertó los peores recuerdos en un Reino Unido marcado por el asesinato en plena calle en 2016 de la diputada eurófila Jo Cox, una semana antes del referéndum del Brexit, a manos de un simpatizante neonazi. «Atacar a nuestros representantes elegidos es un ataque a la propia democracia. No hay excusa ni justificación. Es lo más cobarde que puede haber», ha fustigao Brendan Cox, viudo de Cox, asesinada cuando tenía 41 años.
El ataque en 2016 a esa diputada laborista, firme defensora de la pertenencia británica a la Unión Europea y de la causa de los refugiados, conmocionó al Reino Unido, en un contexto de fuerte tensión por la campaña para aquella consulta que dividió al país.