No son solo Aylan o Valeria: 1.600 niños migrantes han muerto o desaparecido en los últimos cinco años
El informe de la Organización Internacional para las Migraciones advierte de que la cifra real puede ser mucho mayor
No son solo Aylan o Valeria. Más de 1.600 niños murieron o desaparecieron entre 2014 y 2018 cuando intentaban llegar solos o junto a sus familias a un lugar que les ofreciera una vida mejor, según ha registrado en un informe la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La cifra total de migrantes fallecidos o no encontrados en ese período es de 32.000.
La OIM advierte que los datos son incompletos y la cifra real de víctimas seguramente es mucho mayor, especialmente entre los menores, cuyos casos son menos reportados que los de adultos. Una vez más, las rutas migratorias del Mediterráneo central y occidental surgen como las que se cobran el mayor número de vidas: 17.900 personas.
En 2018 se produjo un descenso del 26% en las muertes en el Mediterráneo (2.299 frente a 3.239 en 2017), aunque OIM advierte de que vino acompañada de una fuerte reducción —en dos tercios— del número de migrantes que intentan cruzarlo (de 144.301 hace dos años a 45.648 el año pasado).
En realidad, «el peligro de morir allí se incrementó en 2018«, se señala en el informe, puesto que incluso las estadísticas más conservadoras calculan que un 3% de migrantes en el Mediterráneo fallecieron el año pasado, frente al 2% en 2017.
At least 32,000 people have died or gone missing on migration journeys since 2014.
People who had families, hopes, dreams.
Most remain unidentified, says new #FatalJourneys report: https://t.co/3C9TYXYrRj pic.twitter.com/3l7cAY6M7L
— IOM – UN Migration (@UNmigration) 28 de junio de 2019
Otra arriesgada ruta para los migrantes es la que pasa por la frontera entre México y Estados Unidos, donde 1.907 personas fallecieron en los últimos cinco años, entre ellas 26 niños, aunque solo en la primera mitad de este año hay que sumar otros 13.
Imágenes de menores fallecidos cuando intentaban llegar a zonas más seguras o prósperas, como la del niño sirio Aylan (cuyo cadáver fue encontrado en las playas de Turquía en 2015) o la salvadoreña Valeria (ahogada el domingo en el Río Grande que separa México de EEUU), han sensibilizado a la opinión pública sobre el drama de la migración infantil.
Todos estos datos son recopilados por el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, que emite un informe anual desde 2014 y que este año cuenta por primera vez con la colaboración de la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Ambos organismos de la ONU expresan su voluntad de reforzar esta colaboración para mejorar los datos sobre niños migrantes, incluidos aquellos que se quedan en el camino.
