Nueva protesta de Greenpeace en Bilbao por la exportación de armas a Arabia Saudí

Activistas de Greenpeace han vuelto a protestar este viernes en el puerto de Bilbao por el embarque de armas con destino a Arabia Saudí que pueden ser usadas en la guerra de Yemen, que dio comienzo en 2015. País Vasco y Cataluña fueron las Comunidades Autónomas que más armas exportaron en 2016.

La exportación de armamento desde Bilbao hacia Arabia Saudí se conoció en marzo de 2017, cuando un bombero alegó objeción de conciencia para negarse a supervisar el cargamento de armas al barco ‘Bahri Tabuk’, por lo que la Diputación de Bizkaia le abrió un expediente.

El pasado 22 de septiembre Greenpeace bloqueó durante seis horas el cargamento de este buque con un acción igual a la realizada este viernes en los diques del puerto en Zierbena, cercano a Bilbao.

Varios activistas de la organización ecologista se han acercado en una lancha neumática al barco y se han lanzado al agua con pancartas con el lema «Armas marca España para matar civiles» en castellano, euskera e inglés, mientras que otros han permanecido colgados de las amarras y las defensas del buque.

Greenpeace considera que la venta de armas a Arabia Saudí es «ilegal» porque el Gobierno de España no puede verificar que no son usadas en la guerra de Yemen, en la que ya han fallecido más de 9.000 civiles y otros 52.000 han resultado heridos.

¡ACCIÓN! Activistas de Greenpeace protestan en Bilbao contra el envío ilegal de armamento #ArmasMarcaEspaña https://t.co/iZoAnUBn4N pic.twitter.com/PtjRyyj1yX

— Prensa Greenpeace ES (@PrensaGPES) 16 de febrero de 2018

Según esta organización, entre 2014 y 2016 España exportó a países de la coalición liderada por Arabia Saudí armamento por más de 995 millones de euros. Greenpeace también ha criticado que el Gobierno se ampare en la Ley de Secretos Oficiales para no informar de estas ventas de armas ni a los parlamentarios ni a la ciudadanía.

Noruega decidió a principios de este año suspender la venta de armas a Emiratos Árabes Unidos por su posible uso en la guerra yemení. A su vez, la OMS, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos han advertido que el conflicto en este país ha pasado de crisis a una catástrofe humanitaria cada vez más profunda y que el 75% de la población necesita ayuda, entre ellos más de 11 millones de niños.