Nueva Zelanda restringe la venta de armas de asalto y semiautomáticas tras el atentado
La reforma va de la mano de una amnistía para aquellos que entreguen sus armas
Nueva Zelanda prohibirá la venta de fusiles de asalto y armas semiautomáticas, en respuesta al atentado de Christchurch, en el que fueron asesinadas 50 personas. Así lo ha anunciado la primera ministra, Jacinda Arden, que ha asegurado, en una comparecencia televisada, que «nadie podrá comprar estas armas sin un permiso de la Policía».
Ardern ha explicado que espera que la nueva ley sobre uso de armas esté lista el próximo 11 de abril, una iniciativa que ha recibido un amplio apoyo ciudadano tras la matanza. «Ahora, seis días después del ataque, vamos a anunciar una prohibición de todas los rifles de asalto y semiautomáticos de estilo militar (MSSA, sigla en inglés) en Nueva Zelanda». El proyecto de ley se presentará ante el Parlamento cuando se reúna en abril próximo.
Asimismo prohibirá los cargadores de alta capacidad y las piezas que se utilizan para que algunos rifles no semiautonmáticos se transformen en MSSA, como presuntamente sucedió con un rifle utilizado durante el ataque a las mezquitas.
La propuesta legislativa incluye excepciones como en el control de plagas y las competiciones internacionales de tiro de la Policía y las Fuerzas de Defensa. También se excluirán de la prohibición los rifles y escopetas de calibre 0.22 que se usan comúnmente para la caza de patos, según un comunicado de la oficina de Ardern que da detalles de la medida propuesta.
La reforma va de la mano de una amnistía para aquellos que entreguen sus armas, así como de un plan de recompra por parte de las autoridades que será anunciado más adelante, según informa la agencia Efe. Quien mantenga sus armas pasado el periodo de amnistía se enfrentará a multas de hasta 4.000 dólares y a tres años de prisión.
Identificadas todas las víctimas
En un comunicado, la Policía ha informado de que ha culminado la identificación de todas las víctimas del ataque atribuido al australiano Brenton Tarrant, de 28 años, que disparó con armas semiautomáticas contra los musulmanes que rezaban en las mezquitas Al Noor y Linwood en Christchurch.
Las víctimas mortales incluyen a Mucaad Ibrahim, que con sus tres años es el más joven de todos los fallecidos en el atentado, y Sayyad Milne, un estudiante neozelandés de 14 años que fue enterrado en el cementerio Memorial Park, en el este de Christchurch.
Del total de los 50 heridos en el ataque, todavía continúan hospitalizados 29, de los cuales nueve siguen graves, entre ellos una niña de cuatro años que fue trasladada a Auckland, en la Isla Norte.
Nueva Zelanda se prepara para recordar este viernes a las víctimas cuando se cumple una semana del ataque y las mezquitas de Al Noor y Linwood abrirán sus puertas por vez primera desde la tragedia para la habitual oración de los viernes.
Tarrant, el único sospechoso de la masacre, comparecerá el 5 de abril por un cargo de asesinato ante el Tribunal Superior de Nueva Zelanda, cuyo gobierno, además de modificar la ley de armas, tiene previsto tomar medidas para evitar la difusión de mensajes de odio en las redes sociales.